A solo un día de anunciar el paquete de medidas para contener y revertir la escalada inflacionaria, el gobierno nacional dio un atisbo de cuál será uno de los ejes de su nueva política para contener la suba de precios: avanzar contra los “oligopolios” y los “formadores de precios”.

La táctica y estrategia para la “guerra contra la inflación” anunciada por el presidente Alberto Fernández aún es materia de análisis en los despachos oficiales y lo que se dejó trascender fue su eje: el aumento de la presencia del Estado “para poner justicia donde el mercado genera injusticia”.

La encargada de dar algunos detalles del plan al que se le están dando las últimas puntadas fue la portavoz Gabriela Cerruti, quien en su tradicional conferencia de prensa de los jueves reconoció que el Gobierno "está comprometido en llevar adelante medidas que permitan garantizar los precios de los alimentos" en una economía que tiene “problemas estructurales vinculados con la inflación y el contexto internacional, que los ha agravado”.

"Sabemos que el índice de precios que se conoció el martes fue muy alto", del 4,7 por ciento en febrero, reconoció la funcionaria y señaló adónde se centra la atención del Gobierno: “En una economía de oligopolios, como la argentina, donde la formación de precios está en manos de unos pocos, eso contribuye a que esos pocos tomen decisiones unilaterales respecto a los precios de sus mercaderías", apuntó.

Además, resaltó acerca del presidente Alberto Fernández "estuvo reunido durante todo el fin de semana y esta semana con su equipo económico para llevar adelante una serie de medidas (para frenar la inflación) que se van a conocer en los próximos días, que se suman a las que hemos venido llevado adelante".

No obstante, puntualizó que "no hay planes económicos milagrosos" ya que la suba de precios tiene "factores multicausales".

"Tuvimos dos años de pandemia y ahora la situación se agravó por la crisis internacional producto de la guerra en Ucrania", agregó y recordó que tanto ese país como Rusia producen el 28 por ciento del trigo del mundo, por lo que suben los precios de ese alimento a raíz del conflicto bélico.