Los padres y madres de alumnos de la Escuela N° 4643, Joaquín Castellanos, ubicada en el barrio Tres Cerritos de la capital provincial, expresaron su rotundo rechazo a la propuesta del Ministerio de Educación de Salta, quien pretendía que los estudiantes regresen a las aulas mientras se realizan las obras de refacción del edificio. Días antes del inicio del período lectivo, las familias ya habían denunciado el mal estado de la escuela, principalmente de los techos, del cual se cayó una parte.
Tras el rechazo, se acordó que la cartera que dirige Matías Cánepa buscará otro edificio que permita el dictado de clases para los 700 estudiantes matriculados en el establecimiento. Esto porque las obras de refacción demandarán al menos 60 días, ya que se realizarán trabajos en las galerías y pasillos afectados. Además, está previsto el arreglo de techos, el reemplazo de cubiertas en la galería, el acceso, las aulas y la cocina, que serán realizadas por el Ministerio de Infraestructura de la provincia.
El miércoles último, y por más de tres horas, tanto padres como autoridades educativas mantuvieron una reunión para definir qué pasaría con el dictado de las clases. "Pretendían volver a las clases el lunes que viene con los obreros ahí trabajando en la escuela", relató Andrea Vacca, una de las mamás que quedó como referente de las familias. Ante la propuesta, los padres pedían una garantía de seguridad para los niños y niñas.
Sobre ese planteo, padres y madres entendieron que en el Ministerio de Educación no había intención de "hacerse responsables" de la seguridad. Por ello, exigieron que se busquen otros lugares para iniciar la presencialidad en los cursos de primero a séptimo grado. En el caso del nivel inicial, las clases comenzarán el próximos lunes con normalidad puesto que el área donde están sus aulas no está afectada.
"Los padres no permitimos que comiencen las clases el lunes", manifestó Vacca ante el rumor que circuló días atrás sobre un posible regreso al establecimiento de los chicos y chicas del nivel primario.
Por su parte, la secretaria de Gestión Educativa del Ministerio de Educación, Adriana Saravia, dijo a Salta/12 que las obras más grandes que se deben hacer en la escuela son en la cocina y en uno de los techos de una de las galerías, estimando 60 días para su finalización. Ante eso, la propuesta del Ministerio era ir "mudando" a los estudiantes por sectores.
"Los padres, en asamblea con nosotros, no quisieron y llegamos a un acuerdo que seguirían con trabajo remoto", explicó Saravia quien afirmó que la modalidad sería el de "aula invertida", en la que las maestras y maestros enviarán "guiones didácticos" hasta tanto puedan volver a las aulas. La funcionaria dijo que necesitan 12 aulas por lo que a esta altura están buscando tres inmuebles para alquilar, sean cercanos o no a la zona norte donde está la escuela. "Los cercanos ya están alquilados", afirmó.
Los padres también relataron que la cartera educativa pidió su colaboración para buscar posibles lugares, pero las alternativas que se acercaron fueron cayendo en las últimas 48 horas. Hasta ayer por la tarde, Educación informó que se continuará el trabajo remoto, debido a que aún no se encontró un lugar cercano que tenga capacidad de dividir a los 700 estudiantes en dos turnos.
Frente a este escenario, el colectivo de padres y madres le pidió al Ministerio que al menos priorice el inicio de la presencialidad de los cursos de primer y séptimo grado, "porque son los que más lo necesitan", dijo Vacca. Las familias entienden que ambos grados son prioritarios, puesto que resultan el comienzo de los niveles educativos de la primaria y la secundaria. "Vamos a seguir con virtualidad (por 60 días) y no vamos a tener el mismo nivel que el resto de los colegios", expresó la vocera, subrayando la diferencia que vieron entre el trabajo remoto y presencial desde el inicio de la pandemia.
Tanto la Joaquín Castellanos, como grados de otros cinco establecimientos de Salta Capital están con clases no presenciales, según la información que brindó el Ministerio de Educación de Salta. La modalidad alternativa es la virtualidad o a distancia, pero el problema radica en que en los hogares a veces no hay tecnología suficiente para poder acceder a esos materiales.
Sobre las refacciones en la escuela Castellanos, las familias manifestaron que no quieren "parches", porque desde hace años denuncian que el establecimiento necesitaba arreglos en los techos, el sistema eléctrico y de agua potable y en la cocina, donde había un constante olor a gas. "No nos pueden entregar el edificio así nomás" indicó la madre.
En ese sentido cuestionaron que se haya tenido que llegar a estas circunstancias, cuando "en realidad ellos (funcionarios del Ministerio de Educación) nos tendrían que haber dado una solución desde el primer reclamo, pero no lo hicieron", señaló Vacca, a pesar de que desde la cartera les dijeron que habían estado buscando otro lugar pero no lo encontraron.
El 24 y 25 de febrero de este año las familias realizaron manifestaciones públicas porque se estaba cayendo una parte del techo del edificio. Tras el reclamo se iniciaron obras, para ello "derrumbaron una parte de la galería, pero dejaron todos los cables de la electricidad" sin protección. "Mientras nuestros hijos jugaban, los obreros estaban picando los techos", contó Vacca. Este fue uno de los principales motivos para aceptar la propuesta ofrecida por el gobierno.
La escuela Joaquín Castellanos tiene alrededor de 60 años y, según las familias, los trabajos de mantenimiento edilicio "fueron muy pocos". "Hace años pedimos que se arregle el techo, el agua y la electricidad, pero todo lo realizado siempre fue a base de las cooperadoras", informó la representante de los padres. La última obra que llevaron adelante fue la instalación de un tinglado en 2019.
En ese sentido, esperan que el gobierno de Salta pueda dar una respuesta concreta a dicha problemática con la aspiración de contar con un nuevo edificio. "Es una escuela con equipo docente muy bueno, además de ser una escuela inclusiva. Es una lástima que se haya deteriorado porque el gobierno no nos ayudó", manifestó Vacca.