El anuncio de medidas económicas del Presidente Alberto Fernández fue producto de un trabajo articulado con ministerios técnicos y la secretaría de Comercio Interior en los últimos días. Uno de los roles más importantes lo tuvo el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, dada la relevancia para el paquete general de decisiones de la suba de retenciones a procesados de la soja y la conformación del fideicomiso de trigo. En línea, en una mesa comandada por el primer mandatario, tallaron también el titular de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y su par de Economía, Martín Guzmán. A la vez, ellos se mantuvieron en conversación permanente con el secretario de Comercio, Roberto Feletti, el encargado de la parte de aplicación práctica y control de las medidas vinculadas a precios minoristas. 

Antes y después de la grabación del video, Fernández se reunió con Guzmán. Es que, de ahora en más, luego de un mensaje general más político de ir contra los especuladores bajado por el Presidente, la tarea fina quedará bajo la órbita de los ministerios, que deberán orquestar un paquete de medidas que tiene suba de retenciones a derivados de la soja, más refuerzo al control de precios fuera de los supermercados, un fideicomiso para congelar el precio de la harina pan, y una canasta de valores fijos en verduras de mucha demanda y alto precio. 

Este sábado por la mañana, habrá una conferencia del ministro Domínguez para detallar las medidas vinculadas a la cuestión agropecuaria. Y el lunes se vendrá el primer partido grande por los puntos: un cara a cara de Kulfas y el secretario Feletti con los formadores de precios, fabricantes de alimentos. Además, estarán allí representantes de los grandes comercios nucleados en la Asociación de Supermercados Unidos (ASU). Ese sector es clave, porque la inflación de alimentos es la que más pega en los sectores medios, bajos y los asalariados informales, que vienen siendo los más golpeados. 

Lógicamente, en el Gobierno avisan que el paquete de medidas no puede ser evaluado por sus efectos en el cortísimo plazo. Nadie oculta en la Casa Rosada que la inflación de marzo estará más cerca del 5 por ciento y que en abril la dinámica también será importante al alza. En mayo, la expectativa es que se inicie un camino de descenso. El cálculo no es caprichoso: en marzo empezarán a cargarse en el IPC del INDEC los aumentos en las naftas, las tarifas y el efecto "Ucrania" en los precios de los alimentos. Ergo, esos meses serán calientes generando un cuatrimestre con una inflación por encima de los 16 o 17 puntos.

Toda este pelotón de problemas, más vinculado a cuestiones de la microeconomía y el bolsillo, tendrá una contraparte de estabilización macroeconómica y refuerzo de reservas que correrá por cuenta del ministro Guzmán. En el Gobierno sostienen que es necesario seguir machacando que la inflación es un fenómeno multicausal y que, para resolverla, hay que arreglar varios frentes a la vez. Por eso, para Guzmán el lunes será una jornada relevante. 

Ese día, el board del Fondo Monetario (FMI) dará aprobación técnica al acuerdo que se avaló con amplia mayoría en el Congreso, y de allí en más, ese mismo día, entrarán a las arcas del Banco Central (BCRA) los dólares del primer desembolso para pagar el crédito que tomó Mauricio Macri. Son 9800 millones que servirán para saldar el vencimiento del 22 de marzo (2800 millones), y el resto irá a reforzar reservas. En ese escenario, en el Gobierno esperan que se desinfle fuerte la brecha entre el dólar oficial, los financieros y, sobre todo, el blue. Ese gesto le restaría al fenómeno inflacionario el componente de tensión cambiaria, que es un factor que muchos de los sectores empresarios venían utilizando como justificación para remarcar precios

Naturalmente, el equipo económico le avisó al presidente Fernández, en las negociaciones previas a las medidas, que la dinámica de los precios también dependerá mucho de la duración que tenga el conflicto bélico en Ucrania, algo que hoy es un enigma. En este sentido, la mayor preocupación y que ya se trabaja para prevenir, es el precio de los energéticos y, sobre todo, cómo hacer para abastecer de gas a industrias en el invierno y que no se pare el crecimiento económico.