Egipto descubrió cinco tumbas en buen estado y erigidas para altos funcionarios en la necrópolis de Menfis, en Saqqara, la capital del Antiguo Reino de los faraones.

Este lugar, situado a poco más de quince kilómetros al sur de las famosas pirámides de la meseta de Giza, es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El monumento, construido alrededor del año 2700  (a.C.), es considerado uno de los más antiguos sobre la superficie del planeta.

En la bóveda de uno de ellos, llamado Iry, las excavaciones sacaron a la luz un sarcófago en piedra caliza y coloridos adornos representan escenas funerarias, entre ellas mesas de ofrendas, los siete óleos y la fachada de un palacio.

De las otras tres tumbas, dos de seis metros de profundidad, pertenecían a dos mujeres, una de las cuales era "la única responsable a cargo del embellecimiento del rey", y al sacerdote Pepi Nefhany. Y la última, dedicada a "Henu, mayordomo de la casa real", se hunde siete metros de profundidad, según la misma fuente.