Luego de trajinar durante los noventa minutos para vulnerar a su adversario, Colón debió conformarse y apenas igualó con el marcador en blanco con Unión en el clásico santafesino, al cabo de un discreto encuentro disputado este sábado en el estadio "Brigadier General Estanislao López", en el marco de la jornada interzonal correspondiente a la séptima fecha de la Copa de la Liga.
El multitudinario marco que mostró el renovado estadio sabalero no fue más que un privilegiado testigo presencial de un desarrollo anodino y carente de relieve, muy alejado de las expectativas.
Una ligera superioridad del cuadro de Falcioni no logró convertirlo en merecedor de un triunfo parcial, ante un Tatengue demasiado defensivo y con tendencia a atacar sólo mediante contragolpes.
Si bien la visita se defendió correctamente, no tuvo un plan B como para intentar llegar a Burián con mayor asiduidad. Con jugadores técnicamente mejor dotados, el dueño de casa siempre buscó la valla oponente, aunque recién a partir del inicio del complemento consiguió dar cierta profundidad a sus maniobras ofensivas.
El árbitro Néstor Pitana omitió dos clarísimos penales, uno por bando. En la primera acción no advirtió una clarísima sujeción de Garcés a Calderón, y en la segunda pasó por alto un evidente manotazo de Polenta tras un desborde del"Pulga" Rodríguez por la derecha.
La última media hora dejó en clarísima exposición el afán sabalero por ganar el cotejo ante el conjunto del uruguayo Munúa, que se dedicó a reforzar la custodia de su guardavallas sin otra aspiración que mantener el arco en cero.
El final sorprendió a ambos conjuntos con la misma tesitura de siempre, por lo que el anfitrión se mostró como el único que pretendió ganar el cotejo. Pero su propia impericia para definir y la excelente actuación del arquero uruguayo Santiago Mele lo privaron de los tres puntos en disputa.