La continuidad de Cristian González se hizo insostenible para los dirigentes. Al retirarse de la cancha, el Kily recibió la peor reprobación de los hinchas, quienes al unísono reclamaron por su salida. Una hora después de terminado el partido, el técnico canaya se fue del club en soledad y sin hacer declaraciones. Hace tiempo ya que el técnico no tiene respuestas para el presente del equipo. Y ya no le alcanzará con el respaldo explícito de Marco Ruben. El goleador, antes de dejar el campo de juego, defendió el trabajo del entrenador: “El Kily (González) viene haciendo un buen trabajo. Hay veces que no se dan las cosas y claramente es responsabilidad de todo el grupo. Yo lo apoyo porque lo quiero, tiene el corazón bien canaya y hace lo mejor para este club”, afirmó Ruben.
Los dirigentes tienen como único argumento para sostener al Kily el bajo costo mensual que tiene su cuerpo técnico y que asegura darle lugar a los juveniles. Pero el equipo no logró nunca una identidad que lo represente. De igual modo, ayer los jugadores canayas le pidieron a los directivos por la continuidad de González en el vestuario, lo que demorará la decisión sobre su futuro.