Ayer empezó el juicio por jurados por el femicidio de Claudia Schaefer, quien en 2015 fue degollada y apuñalada 74 veces por su ex esposo, Fernando Farre, cuando se habían reunido en la casa del country Martindale, en Pilar, para discutir sobre su divorcio. El jurado decidirá si a Farré le corresponde la pena de prisión perpetua, en caso de que se confirme la postura de las fiscales, Carolina Carballido Calatayud y Laura Zyseskind, y del abogado de la familia de Schaefer, quienes sostienen que se trata de un “homicidio doblemente agravado por vínculo y por haber mediado violencia de género”, porque al momento del hecho Farré estaba en plena conciencia de sus actos y el femicidio fue planificado. La defensa, por su parte, postula que el acusado es inimputable porque actuó bajo un estado de emoción violenta, figura penal que en lugar de prisión perpetua establece una pena de entre 10 y 25 años en un caso como éste. “Tengo íntima confianza en nuestra postura y en las pruebas, pero de todas formas dependerá de lo que 12 ciudadanos decidan sobre el caso”, dijo en diálogo con Páginai12 el abogado querellante, Jorge Alberto Sandro. En la audiencia de hoy se presentarán los testigos y las pruebas de ambas partes.
La jornada de ayer en los tribunales de San Isidro se dividió en dos: durante la mañana se eligieron a los miembros del Jurado entre las 48 personas convocadas (ver aparte) y a partir de las 14 se realizó la apertura de alegatos, en donde las partes presentaron sus posturas. “Se hizo un proceso de selección entre los más de 40 ciudadanos que se presentaron. Se los interrogó para evaluar la existencia de impedimentos generales para ser jurado, como pueden ser la edad, si saben leer y escribir o si son funcionarios públicos. Después se eligió a un grupo del total, y mediante un sorteo se determinaron los 6 hombres y las 6 mujeres que forman parte del jurado”, detalló Sandro. La causa la lleva adelante el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de San Isidro, a cargo de Esteban Andrejin, y tiene como fiscales a Carballido Calatayud, quien realizó la investigación, y a Zyseskind, ambas titulares de las fiscalías especializadas en género de Pilar y San Isidro.
Sobre los alegatos, el abogado de la familia Schaefer aseguró que “tanto la fiscalía como nosotros mantuvimos la acusación de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género”, y explicó que los abogados de Farré, Adrián Tenca y María Inés Bergamini Urquiza, plantearon “la inimputabilidad del acusado por encontrarse en un estado de emoción violenta al momento del crimen”. “Farré es responsable de sus actos y tenemos pruebas, como pericias psiquiátricas y audios de conversaciones entre él y la víctima que prueban la violencia permanente del agresor”, afirmó Sandro. El ex gerente de la empresa de cosméticos Coty está detenido con prisión preventiva en la Unidad 46 de San Martín del Servicio Penitenciario Bonaerense.
El femicidio ocurrió el 21 de agosto de 2015 en la casa del country de Pilar, cuando Schaefer y Farré se reunieron para discutir detalles del divorcio. Farré primero encerró a la víctima en el vestidor del cuarto, y luego la degolló y le provocó 74 heridas con dos cuchillos que había tomado de la cocina. En el requerimiento de elevación a juicio oral, la fiscal Carballido Calatayud advirtió que se trató de un femicidio “de manual”, y que Farré “planeó el ataque”.
El escrito presentado por la fiscal cita peritajes psicológicos y psiquiátricos practicados por expertos de la Asesoría Pericial de San Isidro que concluyen que “al momento del hecho, el imputado no padecía insuficiencia de sus facultades o alteración morbosa de las mismas, o estado de inconsciencia que le impidiera comprender la criminalidad de sus actos y/o dirigir sus acciones”. “La conducta homicida –continúa el informe– respondió a una etapa reflexiva por parte del victimario y reconoce un ánimo preexistente de malestar, ira, celos o resentimiento que actuó de manera persistente sobre su personalidad y que culminó en la descarga motora delictiva”. Carballido Calatayud planteó además que “la violencia ejercida hacia Claudia había empezado mucho antes, muchos años antes y luego de una intensa escalada como si fuera de manual, terminó en el femicidio”.
En la jornada de hoy se presentarán las pruebas de ambas partes y declararán once testigos.