La guerra en Ucrania podría detenerse "mañana mismo" si se produjeran interrupciones en Gazprom, dijo el fundador de la rama ucraniana del movimiento Extinction Rebellion (XR), quien hizo un llamado a los ambientalistas de todo el mundo para que se manifiesten en las oficinas del gigante energético ruso.
El activista climático, que solo quiso dar su nombre de pila, Grisha, declaró a The Independent que era un "problema" expresar solidaridad con Ucrania y al mismo tiempo inyectar dinero al país invasor a través de las importaciones de petróleo y gas, y dijo además que los combustibles fósiles rusos deberían ser "bloqueados".
Grisha es uno de los diez millones de ucranianos que han sido desplazados por la invasión rusa que comenzó hace poco más de tres semanas. La guerra ha diezmado varias ciudades y se informa que ha matado a miles de civiles.
En declaraciones a The Independent desde Ucrania, Grisha sostuvo que todo su país se está movilizando para resistir el ataque. Su contribución no es unirse a la lucha en el frente, sino intensificar la batalla contra los combustibles fósiles.
"No soy un hombre del ejército. No sé luchar ni disparar con un arma", señaló Grisha y agregó: "Buscamos centrarnos en diferentes cosas que otras personas pueden hacer".
El activista climático dijo que quería ver más desobediencia civil en toda Europa contra los combustibles fósiles rusos, lo que podría incluir grupos del colectivo XR y otros manifestantes que se concentraran frente a las oficinas de Gazprom e impidieran que la gente fuera a trabajar. "Creemos que si Gazprom se detiene hoy, mañana termina la guerra", dijo este hombre de 38 años.
Gazprom, la compañía de gas natural más grande del mundo por producción, ejerce una influencia considerable tanto en Rusia como fuera de ella, ya que suministra alrededor del 40 por ciento del gas de Europa. Sus subsidiarias tienen oficinas en todo el continente, incluidas varias en el Reino Unido.
Otras compañías se han distanciado de la empresa energética estatal rusa desde que comenzó la guerra en Ucrania, incluida Shell, que cortó los lazos con Gazprom a principios de este mes.
En Reino Unido, el secretario de salud habría dicho a los hospitales que dejaran de utilizar el gas del gigante energético. Y Alemania bloqueó un nuevo gasoducto de Gazprom en respuesta a la agresión rusa días antes de que empezara la guerra.
Hasta ahora, Europa no ha llegado a prohibir las importaciones de gas ruso. Pero la guerra en Ucrania despertó aún más la alarma sobre la dependencia mundial de los combustibles fósiles.
Además de su impacto en la crisis climática, los líderes mundiales han expresado su preocupación sobre cómo ese dinero termina siendo gastado en el contexto del conflicto entre Rusia y Ucrania. La semana pasada, un jefe de medio ambiente de la Unión Europea (UE) dijo que la dependencia del bloque de los combustibles fósiles rusos estaba financiando un "cofre de guerra".
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prohibió las importaciones de petróleo y gas ruso por la guerra en Ucrania, diciendo que ayudaría a golpear la "maquinaria de guerra" de su par Vladimir Putin. En Reino Unido, donde se está eliminando el petróleo ruso, también ha surgido la preocupación de que los ciudadanos puedan estar financiando la guerra inadvertidamente al llenar el tanque de sus autos o pagar las facturas de energía.
Grisha, según la traducción de un compañero activista ucraniano de XR, Nastya, dijo que su grupo quería alentar a la comunidad mundial a protestar contra los combustibles fósiles a medida que avanza la guerra y habían creado eslóganes y carteles para ello, aunque era difícil trabajar en el activismo con las sirenas de ataque aéreo sonando con frecuencia y los ataques ocurriendo en el fondo.
El fundador de XR Ucrania dijo que era importante ver grupos de todo el mundo ayudando a los refugiados ucranianos, pero que esto era solo un parche. "Muchas personas en Ucrania quieren quedarse en el país, no quieren irse. Por lo tanto, también es muy importante detener el origen del problema, no el resultado", dijo.
Svitlana Krakovska, una científica ucraniana involucrada en el informe más reciente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, le dijo a The Guardian que los combustibles fósiles estaban impulsando tanto la crisis climática como la guerra en Ucrania.
"La quema de petróleo, gas y carbón está provocando el calentamiento y los impactos a los que tenemos que adaptarnos. Y Rusia vende estos recursos y utiliza el dinero para comprar armas. Otros países dependen de estos combustibles fósiles, no se libran de ellos", aseguro Krakovska y agregó: "Esta es una guerra de los combustibles fósiles. Está claro que así no podemos seguir viviendo, destruirá nuestra civilización".
El gobierno británico dijo la semana pasada que ya no importaría petróleo ruso para fin de año y estaba explorando opciones para reducir las importaciones de gas. Mientras tanto, la UE dijo que planeaba eliminar gradualmente su dependencia de los combustibles fósiles rusos para 2027.
Grisha dijo que pensaba que era "muy extraño" ver a la UE imponer sanciones a Rusia y, sin embargo, seguir pagando lo que, según él, eran miles de millones por el gas y el petróleo rusos desde que comenzó la guerra. Según un estudio dirigido por el colectivo Europe Beyond Coal, el bloque ha pagado a Rusia más de 17 mil millones de euros por combustibles fósiles desde que se lanzó la invasión el 24 de febrero.
Un funcionario de la UE señaló que lanzó una respuesta de sanciones sin precedentes por la guerra en Ucrania y que acababa de adoptar un cuarto paquete, que incluía una prohibición de "gran alcance" en nuevas inversiones en energía rusa.
"Está funcionando, ya vemos el efecto en la economía rusa: el mercado de valores está cerrado, el rublo ha perdido la mitad de su valor y las empresas están huyendo del país", dijeron desde la UE. Sin embargo, advirtieron que "todavía se necesitan algunas transacciones para garantizar el suministro de ciertos productos energéticos a la UE".
Gazprom y el Departamento de Negocios, Energía y Estrategia Industrial del Reino Unido han sido contactados para que comenten la situación. El jefe de Gazprom le pidió a sus 500 mil empleados que se unan a Putin para preservar a Rusia como una gran potencia frente a los intentos extranjeros de quebrantarla, según una carta publicada el jueves pasado.
De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12
Traducción: Celita Doyhambéhère