Uno de los nombres de peso en el documental argentino es Alejandro Fernández Mouján, un cineasta caracterizado por establecer en cada obra una conexión política con el mundo observacional propio del género. Este viernes, luego de su première mundial en el DocLisboa, se estrena en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (...) el mismo río, un ensayo documental en el que la naturaleza es la protagonista absoluta, y el sonido ambiente de la naturaleza juega un rol fundamental. Y si no fuera porque la película muestra el punto de inicio y de cierre con dos momentos políticos ocurridos en 2016 y 2019, respectivamente, cualquier espectador desprevenido podría pensar que al cineasta le gustó filmar la naturaleza en esta era pandémica para alejarse de las grandes urbes donde el Coronavirus hizo estragos en estos dos años. Pero para esperar con mayor entusiasmo el estreno de (…) el mismo río, la Lugones ofrecerá un ciclo sobre la filmografía de Fernández Mouján que tendrá lugar desde este miércoles hasta el miércoles 30 de marzo y en el que se exhibirán los cinco largometrajes previos del realizador. La programación de esta retrospectiva incluye los films Las Palmas: Chaco (2002), Espejo para cuando me pruebe el smoking (2005), Pulqui, un instante en la patria de la felicidad (2007), Los resistentes (2009) y Damiana Kryygi (2015).

Cuando el río suena

(...) el mismo río fue filmado en Punta Indio, entre 2016 y 2019. Fernández Mouján se pregunta: "¿Qué son tres años en la vida de un río, de su costa, en un rincón de América del Sur?" Las estaciones se suceden, el tiempo habla de un Río de la Plata que es siempre diferente. Así como acaricia juncos y playas, furioso a veces como un mar, se alimenta de árboles y arrastra toneladas de tierra e historias que sedimentan en sus costas. El aire trae voces del pasado y del presente.

"Este film parte de un registro en soledad a lo largo de tres años, arbitrario como puede ser un diario personal, con tachaduras, enmiendas, repeticiones, saltos en el tiempo y citas", dice el documentalista. "Transitábamos una situación política difícil. Reinstalado el neoliberalismo en Argentina, destituida Dilma Roussef en mayo de 2016 en Brasil: la derecha consolidaba su avance en América del Sur. En ese momento, noviembre de 2016, moría Fidel Castro. Una suerte de cuarentena política había comenzado en esos años", agrega. Con una cámara y un grabador, el realizador decidió mirar "hacia donde las urgencias a veces no nos permiten y de alguna manera siempre extrañé”, según explica. “Me propuse recuperar y profundizar, a modo intuitivo, el ser parte de la naturaleza, algo que hoy se manifiesta cada vez más como una postura política, que asumo plenamente. Vivimos a la vera de un río, somos también ese río. ¿Qué registraron de él en otras épocas? ¿Qué puedo registrar hoy? ¿Hay una memoria del paisaje?", se pregunta Fernández Mouján.

(...) el mismo río

La película tiene dos momentos histórico-políticos: el anuncio de la muerte de Fidel Castro y el del golpe en Bolivia a Evo Morales. ¿Cómo dialogan con el silencio de la naturaleza? "Tienen que ver mucho con el tiempo porque por, un lado, sirven como apertura y cierre, un poco de paréntesis que marcan esos tres años: de noviembre de 2016 a noviembre de 2019. Los dos hechos transcurrieron en noviembre con tres años de diferencia. Además, yo estaba en ese lugar, en Punta Indio, donde hice toda la película. Y cuando sucedió la muerte de Fidel yo estaba grabando desde adentro de la casa y mi mujer estaba chequeando eso en el celular. Me avisó y, entonces, le pedí el celular y lo puse delante de la cámara y ahí registré lo de Fidel. Y después pasó lo otro en el 2019 y fue lo mismo. Fue como repetir un poco la misma acción porque lo vi como una posibilidad de cierre de la película ya que uno podría quedar ahí eternamente en ese lugar filmando el río y sin saber si iba a pasar algo que me diera pie o que me pareciera que iba a cerrar algo", dice el cineasta.

También para Fernández Mouján lo mencionado "tiene que ver con una cuestión política nuestra", según dice. "Esos tres años fueron nefastos para nosotros por el tema del macrismo. Y, de alguna manera, en 2019 estábamos tratando de cerrar ese período. Me vino bien", señala. Sus documentales suelen entrecruzar lo observacional y lo político. "Lo político siempre está. Es algo de lo que yo, por lo menos, no me puedo separar. Además, lo político (entendido en un sentido muy amplio), en este momento abarca también cuestiones de la naturaleza", entiende Fernández Mouján.

La crisis de 2001, el arte y la política

Las Palmas: Chaco

El realizador estrenó en 2002 Las Palmas: Chaco, un film que da cuenta de los efectos que tuvo sobre miles de chaqueños el fin de la producción azucarera. "La filmé justo en los meses de junio y julio de 2001 que después desembocaría en lo que fue el 19 y 20 de diciembre. Ahí un poco se ve eso porque yo filmé en Las Palmas, un pueblo en el cual ya había filmado varios años antes, en 1987 y 1988, cuando existía un Ingenio azucarero que daba trabajo, pero con sus problemas. Y en 2001 ya eso estaba cerrado, rematadas las tierras y conflictos de trabajo más desocupación. Eso es un poco lo que muestra la película. Y tiene mucho que ver con lo que finalmente pasó ese año", explica el director.

Si Las Palmas: Chaco refería a lo que se llevó el menemismo, la idea de Espejo para cuando me pruebe el smoking es la respuesta de un artista frente a la crisis de 2001. Cuando sucedió el estallido en Plaza de Mayo, el artista plástico Ricardo Longhini salió a poner en práctica un viejo principio suyo: la combinación del arte con la política. Después de la conmoción generalizada, recogió de la Plaza de Mayo restos de baldosas que se arrojaron a la policía, cápsulas de gas lacrimógeno, cartuchos de escopeta y balas de goma, entre otros materiales. Y se puso manos a la obra. Este es el punto de partida de Espejo para cuando me pruebe el smoking.

"La intención ahí fue clarísima en el 2002. Tengo como amigo a Ricardo Longhini, que es escultor y yo quería hacer algo con lo que había pasado en diciembre pero no quería hacer una película directamente sobre los hechos sino que quería buscar alguna reflexión desde otro lado sobre ese tema. Y ahí fue cuando Ricardo me mostró que estaba haciendo esa bandera con lo que había juntado en la Plaza de Mayo. Y empecé a registrar un poco solo como en esta última película. Registré con la cámara lo que iba pasando en el taller y fueron dos o tres años siguiéndolo a él. La película se estrenó en 2005", relata el realizador.

Años más tarde, Fernández Mouján dirigió otro documental con otro artista plástico: Daniel Santoro, en Pulqui, un instante en la patria de la felicidad. Vale recordar que el esplendor del peronismo se vio reflejado no sólo en el plano social durante las dos primeras presidencias de Juan Domingo Perón sino también en el aspecto tecnológico que caracterizó a los gobiernos del general: el avance de la modernidad impuso también su propia lógica durante aquella época en territorio argentino y así como hubo proyectos truncos que fueron un verdadero fiasco (como el Proyecto Huemul, del enigmático científico austríaco Ronald Ritcher, que convenció a Perón de que era capaz de desarrollar la reacción de fusión nuclear controlada) hubo otros que hicieron historia. A mitad de camino entre ambos polos se ubica el Pulqui, el primer avión a reacción diseñado y construido íntegramente en Argentina, desde 1951. El Pulqui encarnaba el sueño peronista del progreso materializado. Pero el golpe del ‘55, autoproclamado “Revolución Libertadora”, acabó con el gobierno constitucional y con el proceso de fabricación del “objeto volador justicialista”, como lo definió una vez Daniel Santoro. Precisamente Santoro construyó un Pulqui en cinco meses. Claro que no se trató de un producto de ingeniería sino de una obra artística en tamaño reducido a escala 1:2. Y el documental de Fernández Mouján sigue los pasos de ese proceso.

La idea de Pulqui fue reflejar la mirada de otro artista plástico que rescata aquel avión que encarnó el sueño peronista del progreso tecnológico. "Ahí me convocó Marcelo Céspedes que quería hacer una película de la obra de Daniel o sobre Daniel. Y justo Santoro empezaba con el proyecto de Pulqui. Y lo que hice fue seguir ese proyecto como eje de una historia para contar un poco la obra de Daniel y lo que él hacía. Después aparecen otros personajes. Daniel soñaba al Pulqui como metáfora de esa época del peronismo", sostiene Fernández Mouján. En su momento, Santoro explicó que hacer un Pulqui como obra plástica era como una metáfora que, según el artista plástico, expresaba el afán de que la Argentina “levante vuelo definitivamente”.

La resistencia

Los resistentes

Y hablando de peronismo, Los resistentes aborda la historia de la resistencia del ’55, que no es tan conocida como las de otras etapas históricas. El año 1955 quedó marcado en la historia argentina como uno de los más nefastos: el 16 de junio, aviones de la Marina bombardearon la Casa Rosada y la Plaza de Mayo con el objetivo de asesinar al presidente constitucional Juan Domingo Perón. El golpe de Estado tardó solamente tres meses en llegar, ya que se produjo el 16 de septiembre. Desde entonces, se instaló la “Revolución Libertadora”, dando inicio a una nueva dictadura. Como se sabe, el peronismo quedó proscripto y nombrar a Perón y Evita era suficiente motivo para ir a la cárcel. Por aquella época también se gestó la resistencia. Si bien eran grupos aislados –conformados en su mayoría por trabajadores– que se movían en la clandestinidad, tenían la suficiente fortaleza para resistir como pudieran por lo que creían que era un deber: recuperar a su líder y las conquistas sociales que Perón había implementado y que la dictadura borró de un plumazo. A través de un verdadero trabajo de hormiga, Fernández Mouján recorrió algunas provincias del país para encontrarse con los protagonistas de aquella resistencia, que no es tan conocida como la de los ’70. Fernández Mouján decidió trabajar con los recuerdos y anécdotas de cada uno de los protagonistas, antes que establecer una mirada histórica o sociológica de analistas. Esto convirtió a Los resistentes en la película más discursiva del documentalista.

"La película cuenta un poco el período entre el 55 y el 65, que está definido como el de la 'resistencia peronista'. Y algunos de los personajes que aparecen en Los resistentes dan a entender que los que vinieron después sabían escribir. Escribieron la historia a partir de los 60 a los 70. Esa historia se escribió y muy bien porque sabían escribir. Y la resistencia peronista, que fue una resistencia de trabajadores fundamentalmente, obreros, fue más espontánea, había organizaciones menos rígidas que las que vinieron después y ‘muy de que había que salir a la calle’. En ese momento había que salir a la calle y se salía con lo que había. No eran intelectuales, aunque después surgieron algunos intelectuales como John William Cooke, pero había sectores de la resistencia que no estaban tan relacionados con esa parte del peronismo y reaccionaban con lo que podían", afirma Fernández Mouján.

La política discriminatoria

Damiana Kryygi

El film que completa la retrospectiva de la Lugones es Damiana Kryygi, un documental que sale de la esfera política más conocida, pero no tanto porque enfoca en la humillación de los pueblos originarios y el poder de la conquista a través del caso de Damiana. En 1896 unos colonos blancos de la región de Sandoa (Paraguay) realizaron una expedición porque, alegaban, los indios aché les habían robado un caballo. Cuando vieron a un grupo de indígenas que estaban comiendo, sin mediar palabras, los balearon para vengarse. Una niña de tres años sobrevivió a la masacre y los colonos se la llevaron y la llamaron Damiana, porque justo ese día era el aniversario de San Damián. Un grupo de antropólogos del Museo de Ciencias Naturales de La Plata de Argentina decidió estudiarla, como si se tratara de un objeto y no de una persona. Hasta que en 1907, cuando Damiana tenía catorce años, fue internada sin causa en el neuropsiquiátrico Melchor Romero, dirigido por Alejandro Korn en aquel entonces. Y fue fotografiada desnuda supuestamente para estudios antropológicos. Damiana murió dos meses después de tuberculosis. Pero su cuerpo siguió siendo investigado. Hasta que cien años después, un antropólogo identificó parte de sus restos en el museo. Y su cabeza fue encontrada en el Hospital Charité de Berlín. En 2010 sus restos fueron restituidos al pueblo originario aché, del Paraguay. Esta historia, que muestra cómo en pos del expansionismo colonial los indígenas fueron sometidos a todo tipo de humillaciones, es la que retrata el documentalista en Damiana Kryygi.

"Por más que se pueda decir que es una película más etnográfica o antropológica, para mí tiene un gran contenido político. Toda esa humillación, ese avance sobre los pueblos originarios que estaban marcados por la apropiación de sus tierras, de su forma de vida. Y los convertían en mano de obra barata o esclava, y en otros casos en objetos de estudio de la antropología especialmente, como fue el caso de Damiana Kryygi, que fue convertida en una objeto de estudio y así fue tratada hasta después de su muerte", comenta Fernández Mouján. Una historia que demuestra que en pos de “criterios” raciales se justificaba la expansión colonial. "El racismo está muy basado en la expansión colonial y en la ocupación de los territorios. Tanto en Africa, Asia como en América latina, la ambición es la generación de riqueza y para eso había que convertir al otro en un salvaje, en un ser insignificante, sin historia, sin pensamiento, sin cultura. O sea, como veían un poco a la naturaleza. Ellos veían a la naturaleza como inútil o desperdiciada si no había algún tipo de explotación", concluye Fernández Mouján.

El estreno y la retrospectiva

  • (...) el mismo río tendrá seis únicas funciones en la Sala Leopoldo Lugones los días viernes 25, sábado 26 y domingo 27 a las 21, y martes 29, miércoles 30 y jueves 31 a las 18.

  • La retrospectiva se llevará a cabo del miércoles 23 al miércoles 30 de marzo:
  • Miércoles 23: Las Palmas: Chaco (a las 15 y 21); Espejo para cuando me pruebe el smoking (a las 18).
  • Viernes 25: Espejo para cuando me pruebe el smoking (a las 15 y 18).
  • Sábado 26: Pulqui, un instante en la patria de la felicidad (a las 15 y 18).
  • Domingo 27: Pulqui, un instante en la patria de la felicidad (a las 14.30); Los resistentes (a las 17).
  • Martes 29: Damiana Kryygi (a las 15 y 21).
  • Miércoles 30: Los resistentes (a las 14); Damiana Kryygi (a las 21).
  • Las localidades pueden comprarse a través de https://complejoteatral.gob.ar/cine