Desde Santa Fe
El basquetbolista Carlos Delfino y su padre zafaron ayer de un juicio oral y público por lavado de activos de origen ilícito -que prevé una pena de 3 a 10 años de prisión-, a cambio de donar al hospital de Santo Tomé un equipo de Rayos X y un utilitario cero kilómetro con un costo estimado en 40.000 dólares y el pago de una multa de 2.400.000 pesos, es decir 1.200.000 cada uno. El Tribunal Oral de Santa Fe suspendió el proceso a ambos imputados por dos años –hasta que cumplan el acuerdo- en una resolución que firmó el juez subrogante Germán Sutter Schneider, quien consideró “razonable y adecuado” aceptar la propuesta de los Delfino pese a la “gravedad y especiales características de los hechos”. El ex embajador deportivo de Santa Fe debía responder por una operación inmobiliaria en la que su casa en el country “El Paso”, en las afueras de Santo Tomé, que estaba a nombre de la sociedad off shore Parmery Trading SA, radicada en Uruguay, terminó en poder de un condenado por narcotráfico, Vicente Pignata, que está prófugo desde 2019. El fiscal Walter Rodríguez que investigó el caso y lo elevó a juicio dijo que era “razonable” afirmar que los Delfino, “si bien no tenían una vinculación con la maniobra previa de narcotráfico, tendrían conciencia de que el dinero utilizado por Pignata en la adquisición del inmueble sería de origen ilegal” y “les habrían facilitado un andamiaje jurídico diseñado con anterioridad y provecho propio para ocultar a sus verdaderos titulares”.
La defensa de los Delfino propuso la “suspensión del juicio a prueba” al entender que la “figura penal que les atribuyen” y la falta de "antecedentes condenatorios” de ambos habilitan el beneficio. Y para eso ofreció “abonar el mínimo de la multa correspondiente al delito”, que estimó en 1.200.000 pesos y donar a la Fundación Conin, con sede en Recreo, 10 kilos de alimentos no perecederos por mes, durante un año. Según la defensa, el “mínimo” de la multa, surgía del “valor total del contrato de locación” de la casa de Delfino, en el country El Paso, firmado el 2 de noviembre de 2017 entre su padre (como apoderado de Parmery Trading SA) y la esposa de Pignata, que también está imputada en la investigación. “El monto total del alquiler era 600.000 pesos, lo que lleva el mínimo de la multa a 1.200.000 pesos”.
Ante el rechazo del fiscal Martín Suárez Faisal, la defensa de los Delfino readecuó su “propuesta”: ofreció pagar 1.200.000 por cada imputado, 2.400.000 en total. Y ya no sería la entrega de 10 kilos de alimentos por mes para niños desnutridos sino dos donaciones al hospital de Santo Tomé: un ecógrafo y un utilitario cero kilómetro.
En la audiencia ante el fiscal, la defensa informó que el hospital de Santo Tomé ya tenía ecógrafo, por lo que Delfino se comprometía a donar “un equipo médico digitalizador para destinarlo a Rayos X, mamografías y otros estudios, cuyo valor de mercado es similar al ecógrafo: 20.000 dólares.
El juez Sutter Schneider recordó que los Delfino están procesados como “autores del delito de lavado de activos que prevé una pena de 3 a 10 años de prisión y multa de dos a diez veces el monto de las operaciones”. Y en la imputación al padre pesaba un “agravante”, que elevaría la pena.
En el caso del basquetbolista, es “procedente concederle el beneficio” –explicó Sutter Schneider- porque tiene “la expresa y fundada conformidad” del fiscal Suárez Faisal, “la pena en expectativa del delito que se le atribuye podría ser dejada en suspenso”, ofreció “pagar el mínimo de la multa” y “carece de antecedentes penales”.
Pero en el caso del padre de Delfino, el “requerimiento de elevación a juicio revela de modo elocuente una gravedad tal" que según la denuncia del fiscal que investigó el caso, Walter Rodríguez, "tornaría improcedente la suspensión del juicio a prueba”. “No obstante, en el curso de la audiencia, el fiscal general Suárez Faisal se pronunció a favor del pedido de la defensa en orden a un cambio de calificación". “Lo cual constituye un factor relevante” –dijo el juez- para suspenderle también el juicio al otro imputado, que fue el operador inmobiliario de su hijo.
Por lo tanto, entendió Sutter Schneider que a pesar de la “gravedad y especiales características de los hechos imputados”, era “razonable y adecuado suspender el proceso por dos años”. Y así lo resolvió. En ese lapso, los Delfino deberán cumplir las “reglas de conducta”, que le impuso el juez. “Fijar residencia y no modificarla sin previa autorización", donar al hospital de Santo Tomé un “Digitalizador para Rayos X, mamografías y otros estudios” u otro aparato similar por una suma de 20.000 dólares y un utilitario cero kilómetro valuado también en 20.000 dólares, al cambio oficial. Y pagar la multa de 1.200.000 pesos cada uno, 2.400.000 en total. El tribunal remitió copia de la sentencia de Sutter Schneider al hospital de Santo Tomé, que es un Servicio de Atención Médica a la Comunidad (Samco).