El avance de las aguas de la laguna La Picasa volvió a la agenda público privada, porque con las últimas lluvias la cuenca volvió a ser materia de preocupación en el ámbito productivo del sur santafesino. Al punto que motivó una reunión en la Bolsa de Comercio entre los ministros de Infraestructura, Silvina Frana, de Producción, Daniel Costamagna, con referentes del Consejo Empresario de Santa Fe y el fiscal de Estado, Rubén Weder.
En este marco, Weder les anticipó que la semana próxima Santa Fe presentará un recurso judicial ante la Cámara Federal de Casación para reclamar la invalidez de una medida cautelar dictada por un juez federal de Junín, que impide avanzar con obras de desagüe del canal denominado Alternativa Sur. La obra es solventada por Nación, pero el magistrado bonaerense exige un estudio de impacto ambiental para autorizar la continuidad del proyecto.
Las lluvias registradas en los últimos 70 días en la región reactivó el problema y lo agravó porque la superficie de la laguna, que es el destino del drenaje de la cuenca, amplió y avanzó sobre los campos. Y volvió a tornarse una amenaza para el sur santafesino como lo es desde 1973, incluso con trastornos para el desenvolvimiento de poblaciones cercanas.
La laguna, se sabe, recoge el desagüe de una vasta zona del sur cordobés, el norte bonaerense y el sur provincial, al ser una cuenca cerrada, sin conexión con el mar. Además, el suelo tiene baja capacidad de escurrimiento e infiltración. Y cuando el verano afloja, la evaporación disminuye y con la temporada de lluvias el problema recrudece.
Desde la comisión de Asuntos Hídricos del Consejo empresario precisaron que en las últimas semanas hubo precipitaciones algo por encima de lo habitual. Señalaron lluvias intensas y en breve lapso en la línea de la localidad cordobesa de Villa Rossi, Cañada Seca y Villa Saboya, ya en territorio bonaerense. Esto dejó en evidencia que a pesar de las obras ejecutadas en los últimos veinte años, como el canal Federal de La Picasa, el proyecto global está inconcluso. Refirieron que hay obras que nunca se ejecutaron, y ante un panorama de aportes hídricos excesivos o intempestivos, los canales regulares y los clandestinos, las cunetas y caminos vecinales entre Córdoba y Buenos Aires desbordan. Cada cauce no encuentra salida y todo el caudal acaba por elevar de manera notable la cota de la laguna.
La economía rural de la zona afectada exige obras. Es que la acumulación de agua en tiempos de lluvias exceden los 5 metros cúbicos por segundo que la provincia de Buenos Aires aceptó como tope de flujo en los canales norte y sur. "Hay desproporción entre lo que ingresa y lo que se evacúa. Si no se equilibra rápido, habrá graves consecuencias sobre localidades y campos inundados, además de los cortes de la ruta nacional N°7 que une Capital Federal con Mendoza y Chile, y del Ferrocarril San Martín", advirtieron.
El aporte hídrico impactó enseguida sobre los reservorios ubicados en Santa Fe y en la propia laguna, con ingresos de agua que por caudal y velocidad de traslado resultaron sorprendentes y causaron la inundación de miles de hectáreas en cuestión de horas, explicaron los miembros de la comisión empresaria ante los ministros del Ejecutivo provincial.