Más de 3,5 millones de personas huyeron de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero y alrededor del 90 por ciento son mujeres y niños, según un recuento de la ONU publicado el martes. "Este es verdaderamente otro hito trágico para el pueblo ucraniano" y se produce "en poco menos de un mes", dijo el vocero del alto comisionado de Naciones Unidas para los refugiados (Acnur), Matthew Saltmarsh, a periodistas en Ginebra. Europa no había visto una afluencia tan rápida de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.
Acnur contabiliza exactamente 3.557.245 refugiados ucranianos, 67.601 personas más que el lunes. Según Unicef, más de 1,5 millones de niños se encuentran entre los que huyeron. Esta situación ha llevado a las agencias de la ONU, pero también a Europol, la agencia de la Unión Europea en materia policial, a advertir reiteradas veces sobre los riesgos de explotación de mujeres y menores.
Polonia, el destino preferido
Solo Polonia alberga a más de la mitad de todos los refugiados: en torno a seis de cada diez. En total, desde el inicio de la invasión, 2.113.554 personas se han refugiado en este país, según el recuento de Acnur. De ellos, "alrededor de dos tercios quieren quedarse en Polonia”, dijo a los periodistas en Ginebra la representante de la Organización Mundial de la Salud en Ucrania, Paloma Cuchi. Le sigue Rumania, con 543.308 personas, y Moldavia, pequeño país de 2,6 millones de habitantes y uno de los más pobres de Europa, en el que entraron 367.913 personas.
"El número de niños que huyen de Ucrania aumenta cada hora y se acerca inexorablemente a los dos millones", dijo el portavoz de Unicef en Italia, Andrea Iacomini, en un comunicado. "En estas horas cada vez más dramáticas, nuestras oficinas nos dicen que hay 3,3 millones de niños desplazados internamente", explicó Iacomini, antes de agregar que "lo necesitan todo, están profundamente traumatizados y llevan las cicatrices indelebles de este conflicto y del asedio de muchas ciudades".
Iacomini también insistió en que "cada día que pasa, están más expuestos a los riesgos de la trata y la explotación, el hambre extrema y las enfermedades" por lo que "hay que intensificar los esfuerzos de ayuda y protección o su condición empeorará y pagarán el altísimo precio de una guerra que no querían".