Las tensiones internas en el oficialismo no dan tregua y en un nuevo capítulo de las discusiones públicas entre las distintas tribus del Frente de Todos, el Presidente realizó declaraciones tras la publicación de la carta de intelectuales ligados al kirchnerismo en la que cuestionaron su gestión. Fernández aseguró que "es evidente que no tenemos miradas parecidas en algunas cosas. También es evidente que cuando me dijeron que me haga cargo de esto sabía que iba a tener que tomar decisiones, pero esperaba que en esas decisiones me acompañen y no me acompañaron. Respeto eso, lo que no podemos hacer es darnos el lujo, por narcisismo, egoísmo o política, de desunirnos".
El Presidente agregó que su intención es fomentar en 2023 una "gran PASO" para dirimir en las urnas los problemas internos y pidió que aquel que pierda, luego acompañe. Cosa que, según comentaron a este diario, comparten desde varios sectores del kirchnerismo. "Escucho a todos, pero el Presidente soy yo y eso hay que entenderlo. Valoro a Máximo y a Cristina, lo que digo es cómo funciona un gobierno. No existe la presidencia colegiada", indicó.
Las respuestas kirchneristas
Desde sectores que responden a la vicepresidenta opinaron en diálogo con Página/12 que "el propio Alberto, cuando dice que no esperen de él ningún gesto que rompa la unidad, le está hablando, también y principalmente, a sus cercanías políticas. Nuestro espacio no quiere romper y el mensaje es el mismo: apoyamos al gobierno, no nos vamos, no rompemos, pero decimos lo que pensamos de los temas más importantes con honestidad política y buscando sostener al gobierno".
Desde otros sectores del kirchnerismo agregaron que "el Presidente dijo lo mismo que decimos nosotros. Estamos viviendo un momento raro porque la parte más importante de la alianza somos nosotros, pero la fórmula la encabezó él y eso genera tensiones, pero es cierto que la presidencia es unipersonal y la responsabilidad de resolver las tensiones es en gran parte de él".
¿Se rompe el Frente de Todos?
"Tenemos que sacarle dramatismo. Muchos compañeros viven de modo muy angustiante todo esto y piensan que va a haber una ruptura terminal. Yo no voy a hacer nada para que esto se rompa", aclaró Fernández en diálogo con el Destape y recordó que antes de que CFK lo eligiera como candidato a Presidente, él trabajó mucho para conseguir la unidad.
"En su momento dije que tenemos que entender que con CFK no alcanza y sin CFK no se puede, eso no le gustó mucho a nadie, pero todos lo entendieron y yo sigo creyendo lo mismo. Aquí nadie sobra", puntualizó el mandatario. Desde el kirchnerismo expresaron en diálogo con este diario sobre ese punto que "nosotros también hemos hecho mucho trabajo por la unidad, pero las instancias de diálogo no se piden por los medios porque eso atenta la posibilidad de diálogo". "Esta novela mediática no sirve para nada", opinaron y comentaron que, en esa línea, no cayeron bien las declaraciones que el canciller Santiago Cafiero hizo durante el fin de semana.
Desde los sectores más ligados a la vicepresidenta opinaron que, más allá de todo, también hay que tener en cuenta el contexto actual: "sin la deuda gigantesca que dejó el macrismo esta tensión sería otra cosa. El contexto hace que la experiencia de la coalición sea más traumática. Nosotros les dijimos las cosas, tenerlas en cuenta o no es decisión de él porque él es el que preside, pero no va a haber ruptura, hay que resolver este tema políticamente". Además, agregaron que "si hacemos lo que él dice, ir a una paso en 2023, ya sabemos qué dirá cada candidato". Es decir, el albertismo dirá que evitó el default, y el kirchnerismo que no acompañó el acuerdo con el Fondo.
Una cuestión de buenos modales
Otro de los fragmentos de las declaraciones del mandatario que generó ruido fue cuando expresó que "no soy moderado, soy un tipo que tiene estos modos, que es otra cosa. A veces me pregunto, ¿cuál es la revolución? ¿la épica de las derrotas? ¿Qué hubiera pasado si caíamos en default? son distintas miradas. La cosa más severa se puede decir con una sonrisa y eso no te pone el mote de blando ni te quita autoridad".
Sobre este punto, la senadora Juliana Di Tullio, muy cercana a la vicepresidenta, expresó que "el poder no pelea con buenos modales. Y por más que el Presidente sea fiel a su estilo, en la historia de la Argentina, cada vez que hubo buenos modales, siempre te contestan con el bolsillo". Luego subrayó que "sé que no es fácil gobernar en estas circunstancias, pero hay que tener la voluntad transformadora del peronismo".
El lugar de Kristalina
Este martes Fernández estuvo reunido de manera virtual con la titular del FMI, Kristalina Georgieva. Luego de ese encuentro, desde el entorno del mandatario comentaron a este diario que lo más factible es que el viernes esté la aprobación final del board del organismo y que el lunes se concrete el primer desembolso.
Desde el oficialismo confían que ese primer pago servirá al país para poder tener políticas más duras contra la inflación, por ejemplo. Sobre este tema, el Presidente indicó que "el acuerdo con el Fondo ha generado una sensación difícil en algunos y estamos viviendo esto por ese problema, pero ya está, ahora tenemos que seguir adelante. Terminé con el Fondo, espero que se liquide todo el viernes. Es lo que me tocó, un tiempo difícil, y trato de arreglar este problema. Estoy seguro que lo peor que le podría pasar a la Argentina es volver a las viejas recetas".
La vicepresidenta, mientras tanto, este martes visitó a la referenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. La organización marchará este jueves a Plaza de Mayo, a 46 años del golpe cívico- militar, bajo la consigna "con el F.M.I. en el país, morirán más niñxs de hambre".
Otro de los funcionarios que opinó durante la jornada fue el Secretario de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete, Fernando "Chino" Navarro. "Tenemos que ser un poco más empáticos. La pelea no es mala porque la crítica es un motor de la política y de la historia; el tema de la pelea es que te enojes, no hables con nadie y te encierres”, señaló cuestionando el accionar del kirchnerismo. Sobre cómo vive el momento de tensión que existe entre el Presidente y la Vicepresidenta, Navarro resaltó que “con un poquito de vergüenza ajena". "Si entre nosotros los políticos no somos capaces de dialogar, qué le podemos pedir a nuestro pueblo”, enfatizó.