Desde el Ministerio de Seguridad de Catamarca, se emitió ayer una información de manera oficial y a todos los medios de comunicación de la provincia bajo el título “Dejó el dispositivo dual para encontrarse con su agresor”. Los detalles íntimos revelados y la culpabilización de la mujer por lo sucedido, en clara vulneración de distintos derechos, generaron respuestas desde diferentes instituciones y organizaciones de mujeres que repudiaron el contenido de la nota.
La información que el Ministerio emitió a la prensa culpó a la mujer por dejar el dispositivo de rastreo en su domicilio y encontrarse con el agresor. Además sumó detalles íntimos de la relación, como el lugar de encuentro. La mujer fue aprehendida "por desobediencia" junto a su agresor.
El hecho de violencia padecido por la mujer había sido juzgado durante los primeros días de marzo. El juez Correccional Javier Herrera le otorgó una pena de un año y ocho meses de prisión efectiva al agresor por lesiones leves calificadas por el vínculo. Además, estableció como prevención la colocación de un dispositivo dual de rastreo hasta que la sentencia quede firme y él vaya a la cárcel.
En los argumentos de la sentencia, Herrera detalló: “la denunciante es una mujer atravesada por una situación de vulnerabilidad. Fue clara y concisa cuando recordó cada oportunidad en la que fue a testificar negando los hechos denunciados, y dijo que lo hizo porque el agresor se lo pedía; estando detenido la llamaba y le decía que piense en el hijo de ambos”.
Además, destacó “No puedo pasar por alto que la violencia física y psicológica que sufrió fueron desarrolladas en un contexto de violencia de género, en donde ella aparece manipulada y denigrada como mujer, en una clara situación de inferioridad derivada de su vulnerabilidad, historia de vida, escasa instrucción y necesidades económicas, que eran aprovechadas por el imputado para generar ese círculo de violencia interminable”.
Voces
Desde la Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de Violencia de Género (CONSAVIG), Perla Prigoshin, consultada por Catamarca/12, opinó que lo vertido desde el Ministerio “no es noticia, es meterse con la máxima intimidad de un ser humano, es un error. Es una liviandad. No repararon que la vida de una mujer y sus acciones no son noticiables”, señaló.
“Quiero pensar que este Ministerio no analizó y que no está manejado por personas a quienes no les importe la violencia contra la mujer. Pero se entiende que se desconoce lo básico de la perspectiva de género”, resaltó Prigoshin.
En este contexto, agregó que “en forma urgente debería capacitar a su personal fundamentalmente a quienes tienen a cargo la difusión de esta información. Desde la Consavig ponemos nuestros materiales a disposición para capacitar en los aspectos que necesiten. Además aclaramos que hay asociaciones que se dedican a la temática de género que se dedican a la comunicación y que también pueden ayudar”.
Por su parte, y también consultada por este diario, la psicóloga Clarisa Robert, codirectora de la consultora de género “Generar”, destacó la gravedad de culpabilizar a la víctima. “Es lamentable. La redacción del texto pone desde el comienzo el peso en la conducta de una víctima, desconociendo lo que implica la multicausalidad de la violencia de género en la pareja”, señaló.
“Es como si el texto dijera que el Estado no puede cuidarla porque dejó el dispositivo en algún lugar. Todo demuestra el mal manejo y la mala comprensión de lo que son las situaciones de violencia de género”, detalló.
“La revictimizan claramente al volverla a poner en el lugar de culpable o responsable de lo que podría haberle ocurrido. Quitaron la responsabilidad del agresor, inclusive la del Estado de cuidarla más allá de que se saque el dispositivo. En hora buena que se pudo evitar un suceso más grave. Pero ésta no es una manera de comunicar es más bien una manera de desinformar o de seguir reproduciendo patrones socioculturales que no hacen más que confundir a la población respecto de lo que son las problemáticas complejas como la violencia de género. Es un desconocimiento total de lo que es un proceso de quedar entramado en una relación violenta en un círculo dentro de una pareja”, dijo.
La especialista agregó: "Es desconocer todo lo que estamos tratando de poner en evidencia cada vez que capacitamos en Ley Micaela, o cada vez que las colectivas feministas se levantan en lucha. Hace poco tuvimos una marcha y parece que no se están entendiendo las cosas”, concluyó.
Periodistas
En tanto, Las Eulalias, Comunicadoras Feministas Catamarqueñas, emitieron un comunicado, repudiando lo sucedido: “Como Comunicadoras Sociales feministas, que luchamos cada día para que exista perspectiva de género en los medios de comunicación, repudiamos la información vertida desde el Ministerio de Seguridad de la Provincia en un parte para la prensa que fue enviado a todos los medios de comunicación de la provincia”.
“Decimos que tal información ES VIOLENCIA INSTITUCIONAL, SIMBÓLICA Y MEDIÁTICA, y que la vida íntima de una mujer NO ES CARNE DE NOTICIA”, señalan.
“Azoradas leímos información OFICIAL que vulneró la intimidad de una sobreviviente de violencia y de la que entendemos que el resultado de este obrar irresponsable fue culpar, injuriar, difamar, discriminar, deshonrar y humillar a la mujer. Legitimando la desigualdad de trato y los patrones socioculturales reproductores de la violencia contra las mujeres, como puede leerse en los diversos comentarios de odio que la publicación fomentó”, explican y agregan que también "se criminalizó a la sobreviviente”
“No es la primera vez que desde ese organismo se emite información similar. Ejercer violencia mediática o simbólica hacia las mujeres de esta manera no puede ser tolerado viniendo desde un organismo Estatal más aún sabiendo que existe un área de Género dentro del mismo. ¿Debemos pensar que este tipo de espacios creados son sólo una cáscara?”, manifestaron.
Las comunidadoras exigieron reparar el daño causado y pedir que los periodistas, comunicadores y comunicadoras que trabajan en los organismos del Estado sean capacitados en periodismo con perspectiva de género.