En un contexto de volatilidad global por la guerra en Ucrania, la industria argentina se prepara para crecer por segundo año consecutivo, pero ante dos dudas importantes: cómo será el escenario de acceso a las divisas con Reservas aún alicaídas; y cuál será el nivel de abastecimiento de gas para producir que habrá en el invierno, ante valores de importación que son de pánico. Según conversaciones que mantuvo Página I12 con diferentes referentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), la expectativa es que 2022 tenga un crecimiento "moderado", de en torno al 3 o 5 por ciento, al que califican estará "en línea con la evolución de la economía". De acuerdo a la expectativa del Gobierno Nacional, el PBI se moverá entre 4 y 6 puntos este año.
Los ceos industriales afirman que, de este modo, y aún ante las dificultades antes plasmadas, las chimeneas crecerán en 2022, por segunda vez consecutiva, por primera vez desde el periodo 2010/2011. No casualmente, ese bienio fue el último que mostró dos años seguidos de mejoras en el PBI. Los números de este año bajan de un nivel muy elevado en 2021: un alza de 16 puntos en la industria, con la economía creciendo al 10 por ciento. Ese 16 de las fábricas no sólo había borrado la pandemia, sino que ya estaba por encima de las cifras de los últimos años del gobierno de Mauricio Macri.
Si bien hay arrastre estadístico de un año fuerte de rebote, también el 2022 arranca con atenuantes que no se pueden manejar. En las últimas horas, la UIA dio a conocer las cifras del enero, que reflejaron una caída mensual de -7,6 por ciento con respecto a diciembre, revirtiendo la suba registrada en los meses anteriores. Mientras que la comparación interanual marcó una suba de +0,2 por ciento, y desaceleró el incremento respecto de los meses anteriores. "Ese desempeño estuvo vinculado con la tercera ola de covid-19, que elevó los niveles de ausentismo desde fines de 2021 e impactó plenamente en enero de 2022 (en promedio del 10 por ciento/15; con casos de hasta 20 por ciento del mes de enero de acuerdo a los últimos relevamientos de UIA)".
Agrega además el informe de enero que "los meses de verano, además, pueden verse afectados por vacaciones y paradas de planta, por lo que los datos no deben tomarse como punto de referencia para el desempeño del año". En el primer mes del año, a nivel sectorial, 7 de los 12 sectores registraron subas interanuales, mientras que 5 registraron caídas.
Hace unos días, la UIA recibió al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, en un almuerzo que giró en torno a este tipo de diagnósticos. Allí, el funcionario marcó la complejidad del escenario internacional y ambos bandos se comprometieron a armar una mesa bonaerense para trabajar la cuestión del abastecimiento energético en el invierno. Ése es uno de los problemas que pueden impactar en un crecimiento menor. De hecho, en su gira por Europa para patear hacia adelante la deuda con el Club de París, el ministro de Eonomía, Martín Guzmán, tendrá reuniones para avanzar en acuerdo de provisión de gas. La pelea, allí, será conseguir suministro para que el ajuste no venga vía cortes de energía a grandes usuarios, lo que sí impactaría en los volúmenes de producción.
El otro frente que enciende luces amarillas es el de los dólares. "Hay mucha demanda, pero si no hay dólares, es un problema", explicó a este diario un dirigente fabril. Las charlas de los industriales con el Gobierno Nacional giran casi en exclusiva sobre ese eje: la duda es ver cómo reaccionará el Ejecutivo en materia de administración del comercio, si el corset de divisas seguirá ajustado o se hará más laxo ante posibles refuerzos a la caja. Aquí, se esperan dos cosas: el primer desembolso de 9800 millones de dólares del FMI, de los cuales 6200 millones quedarán en reservas del Banco Central (BCRA); y el ingreso de los dólares de exportaciones de la agroindustria, que se espera sean 35 mil millones este año. "Si estas dos situaciones, las divisas y la guerra, no siguen constantes, el crecimiento de este año puede ser mayor", se sinceran.
Naturalmente, el escenario de los primeros meses es complejo, dado que existe otro factor que complica. Hasta tanto no se definan las paritarias, no se verá un efecto tan fuerte en el consumo, que es dinamizador de otros rubros. Así y todo, en las fábricas hay rubros con niveles históricos. Sobre todo dos, el agro y Petróleo y Gas. En el primer caso, se toman como muestra las ventas de maquinarias en Expo Agro, que superaron los 500 millones de dólares y seguirán a buen ritmo. El segundo rubro, la energía, que arrancó tarde, está dando pautas de un año de peso. Allí, los industriales esperan además el efecto de las grandes obras de infrastructura, como el Gasoducto Néstor Kirchner, que generarán más movimiento y empleo.
Por último, hay una preocupación muy relativa sobre la política de tasas de interés que viene llevando el BCRA. "Mientras se mantenga la línea de Inversión Pyme, estamos bien", afirman algunos. Esa línea tiene una tasa bastante por debajo de la inflación y es la financiación que más se usa en las fábricas. En la otra esquina, están los que son más cautos: "Si siguen estos niveles de inflación altos y se corrige con tasa constante, en algún momento nos va a dificultar más el escenario", aseverán.