Las paradas de taxis de los aeropuertos de Madrid y Barcelona estuvieron desiertas hoy durante toda la jornada debido a la protesta de los taxistas contra las dos empresas que disputan con ellos el traslado de pasajeros, Uber y Cabify, a las que acusan de competencia desleal.
El paro fue secundado de forma mayoritaria en todo el país, especialmente en las grandes ciudades. Los taxistas piden al Gobierno soluciones ante lo que consideran una concesión indiscriminada de licencias para vehículos de alquiler con conductor.
En la capital española, miles de taxistas se manifestaron por el céntrico Paseo del Prado al grito de "el taxi unido, jamás será vencido". En la mayor demostración de fuerza del sector en España, los taxistas, que ya anunciaron nuevas movilizaciones y un paro indefinido si las autoridades no atienden sus reivindicaciones, portaron bengalas, silbatos y bocinas e hicieron explotar petardos.
"No nos van a echar de la calle", advirtió Julio Sanz, presidente de la Confederación de Taxistas Autónomos de España. Mientras Uber reclamó "abordar un proceso de transición justa con la administración pública y el sector del taxi que promueva un nuevo modelo de movilidad", Cabify subrayó que el taxi "no es su competidor" ya que sus servicios no pretenden sustituirlo.
Según la Ley de Ordenación del Transporte Terrestre, cuya reforma de 2013 permitió la entrada en el mercado de Cabify y Uber, solo están habilitados un vehículo particular cada treinta taxis convencionales, proporción ya superada holgadamente.
Cabe recordar que el desembarco de ambas compañías en la Argentina provocó el mismo rechazo que en España y, en su momento, movilizó a los taxistas porteños en contra de la aplicación, que ofreció diversas promociones a sus clientes, mientras el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ofreció un servicio similar al de las compañías privadas.