Salpicado por escándalos de corrupción, el presidente brasileño Michel Temer debe completar una cartera que parece un oxímoron dentro de su gobierno: el Ministerio de Transparencia. El mandatario había nombrado para el cargo al hasta ahora ministro de Justicia, Osmar Serraglio, en un enroque con Torquato Jardim, que dejó Transparencia.
Serraglio aparece citado como jefe político de los funcionarios que recibían sobornos de frigoríficos para reducir los controles sanitarios, un escándalo conocido como Carne Débil. El elegido de Temer rechazó el nuevo cargo y anunció que volverá a su banca en la Cámara de Diputados.
Además de provocarle una nueva baja en el gabinete, la decisión significa otro dolor de cabeza para el golpeado presidente brasileño: si Serraglio vuelve a Diputados, obligará a que deje la Cámara -y los fueros- su suplente, Rodrigo Rocha Loures, el asesor personal de Temer conocido como "El valijero".
Loures devolvió la semana pasada una valija de 500.000 reales que había recibido de sobornos de la empresa JBS. Hoy medios brasileros informaron que se encuentra negociando una delación premiada que podría hundir aún más a Temer. Para proteger a Loures con los fueros de diputado, el mandatario debería nombrar en un cargo ejecutivo a alguno de los legisladores del estado de Paraná.
Mientras tanto, el ministro del Supremo Tribunal Federal Edson Fachin autorizó que la Policía Federal tome la declaración del presidente, quien deberá responder por escrito en un plazo de 24 horas las preguntas que se le presenten, vinculadas a la delación premiada de los directivos de JBS y al audio en el que aparece avalando el pago de coimas.
Temer se presentó hoy en un importante foro de empresarios en Sao Paulo en busca del apoyo del establishment que respaldó el golpe parlamentario a Dilma Rousseff que lo llevó al poder. “Encuentran aquí a una economía que se recupera y que se moderniza, y a un Gobierno decidido a completar reformas", dijo en la apertura del Foro de Inversiones paulista.
En su discurso reiteró que no piensa renunciar: "Llegaremos al final de 2018 con la casa en orden", aseguró. Temer afronta varios pedidos de "impeachment" en el Congreso, pero todavía dispone de apoyos en el Parlamento para evitar esa instancia.