El presidente estadounidense Joe Biden arribó a Bruselas, donde este jueves participará en la cumbre extraordinaria de líderes de la OTAN y también en las posteriores de la Unión Europea y el G7 para reforzar la respuesta aliada a la invasión rusa de Ucrania. En coordinación con sus socios europeos, Biden anunciará sanciones a oligarcas y políticos rusos y tiene previsto prometer más ayuda humanitaria a Ucrania antes de volar el viernes hacia Polonia.
La OTAN adelantó que prepara el despliegue de fuerzas adicionales de combate en cuatro países de su flanco oriental y formuló una advertencia a China por su apoyo a Rusia en Ucrania. El canciller ruso Serguei Lavrov advirtió que esa decisión de la alianza atlántica es una provocación que implicaría enfrentamientos militares, algo que "todos declaramos que no debe producirse por principio". Por su parte Polonia anunció la expulsión de 45 diplomáticos rusos, argumentando que en realidad son oficiales de inteligencia que aprovechan su estatus para permanecer en el país.
"Un nuevo orden mundial"
"Voy camino a Europa para reforzar el apoyo de la comunidad internacional a Ucrania y asegurar que Putin paga un precio económico grave por la guerra que ha elegido", tuiteó Biden poco después de despegar en el Air Force One que lo depositó en Bruselas. "Va a haber un nuevo orden mundial, y tenemos que poder liderarlo. Y tenemos que hacerlo uniendo al resto del mundo libre", agregó el mandatario en referencia a la invasión rusa de Ucrania.
Biden mantiene su apuesta por las sanciones, y este jueves planea anunciar restricciones contra más de 300 miembros de la Duma, la Cámara Baja del Parlamento ruso, de acuerdo con el diario The Wall Street Journal. Se espera que esas y otras posibles sanciones se anuncien en conjunto con sus aliados europeos, con los que coincidirá en la cumbre extraordinaria de la OTAN y las posteriores de la Unión Europea y el G7.
OTAN desplegará fuerzas adicionales
En su cumbre extraordinaria en Bruselas, los líderes de la OTAN apoyarán el emplazamiento de cuatro nuevos batallones multinacionales en Eslovaquia, Hungría, Rumania y Bulgaria. Los jefes de Estado y de gobierno de los 30 países de la alianza atlántica se reunirán en la capital belga para evaluar la respuesta a la crisis en Ucrania, cuyo presidente Volodimir Zelenski intervendrá por videoconferencia en la sesión de trabajo.
Los líderes prevén "reforzar la postura de la OTAN en todos los dominios, tierra, mar y aire con grandes aumentos de nuestras fuerzas en la parte oriental de la alianza", anunció el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa. "El primer paso es el despliegue de cuatro nuevos batallones", lo que significa que la alianza tendrá en total ocho batallones multinacionales en el flanco oriental, "del mar Báltico al mar Negro", explicó Stoltenberg, contando con los batallones que ya situó en los tres países bálticos y Polonia tras la anexión rusa de Crimea en 2014.
En respuesta el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, advirtió que el despliegue de fuerzas de pacificación de la OTAN en Ucrania provocaría enfrentamientos militares entre tropas de Rusia y de la alianza atlántica. Lavrov denunció también las declaraciones sobre la necesidad de desplegar en Ucrania misiles antiaéreos Stinger, lo que, alertó, supondría "una amenaza colosal".
El papel de China
Los líderes de la OTAN también hablarán el jueves de la posición de China en el conflicto ucraniano y Stoltenberg formuló una dura advertencia a Beijing, a la que acusó de contribuir a divulgar "mentiras" preparadas por Rusia. "China ha brindado apoyo político a Rusia, incluso mediante la difusión de mentiras descaradas y desinformación, y a los aliados les preocupa que China proporcione apoyo material a la invasión rusa", dijo el secretario general de la alianza atlántica.
Por ese motivo, Stoltenberg advirtió que los líderes de la OTAN debe hacer "un llamado a China para que cumpla con sus responsabilidades como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU y se abstenga de apoyar esfuerzo bélico" ruso en Ucrania. China se pronunció este miércoles en contra de una exclusión de Rusia de la próxima cumbre del G20, una idea sugerida por Estados Unidos a raíz de la invasión de Ucrania.
"Rusia es un importante país miembro (del G20) y ningún miembro tiene derecho a expulsar a otro país", dijo a la prensa el vocero de la diplomacia china, Wang Wenbin. El gobierno chino se abstiene de condenar la invasión de Ucrania. El martes Jake Sullivan, asesor del presidente Joe Biden para cuestiones de seguridad, mencionó la posibilidad de que Rusia fuera excluido del G20, cuya próxima reunión está prevista en Indonesia a fines de este año.
Polonia expulsa a 45 diplomáticos rusos
Por su parte Polonia, que exige mayores sanciones contra Rusia en el marco del conflicto militar en Ucrania, anunció la expulsión de 45 diplomáticos rusos argumentando que en realidad se trata de espías. El embajador ruso en Polonia, Serguei Andreev, respondió que las expulsiones "no tienen fundamento" y anticipó que Rusia se reserva el derecho de tomar medidas recíprocas.
En la misma línea el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, lamentó la decisión que "supone un paso más en el empeoramiento de las relaciones entre los dos países y advirtió que "por supuesto, no quedará sin respuesta". Andreev aclaró que las personas expulsadas saldrán del país en un plazo máximo de cinco días y agregó que las relaciones entre los dos países se mantienen.
Las expulsiones fueron anunciadas por el director del Departamento de Seguridad Nacional de Polonia, Stanislaw Zaryn, quien explicó ante la prensa en Varsovia, la capital polaca, que la lista de espías había sido elaborada por la Agencia de Seguridad Interior, institución que reclamó la expulsión urgente de las 45 personas.