Desde Santiago
Una de las figuras emergentes del nuevo ciclo político chileno es la alcaldesa de Santiago, la capital de Chile, Irací Hassler (30). Aunque en rigor esta economista y militante del PC que asumió en junio del año pasado, inició su carrera en la esfera pública ya desde las grandes protestas estudiantiles de 2011 junto al presidente Gabriel Boric y muchos de sus ministros como Camila Vallejo y Giorgio Jackson. Un movimiento que estableció como prioridades la educación, la salud y la desigualdad económica al mismo tiempo que el feminismo, medio ambiente y la urgencia por un Estado más protector de los ciudadanos que de las empresas.
Y todo esto nos lleva a la Constitución de 1980 que, aunque modificada por los gobiernos de la Concertación que tuvo el poder desde el retorno a la democracia en 1990 seguía con esta pesada carga simbólica —y de privilegios a la elite chilena— que su generación vino a poner en cuestión.
“Soy una persona optimista”, dice respecto de la asunción de su nuevo “vecino” Gabriel Boric que acaba de instalarse en una casa a unos 20 minutos de acá y la Convención Constituyente que sesiona apenas a un par de cuadras de la Municipalidad de Santiago y cuyo texto debería ser plebiscitado a comienzos del segundo semestre de este año. “Los chilenos estamos viviendo un momento clave donde estamos pensando cómo queremos vivir. Y para eso es normal estar discutiéndolo todo”, sonríe.
La alcaldesa no pierde la sonrisa. Ni siquiera cuando reconoce que la gestión anterior (del alcalde oficialista Felipe Alessandri) dejó deudas impagas con proveedores y déficit varios o se le recuerdan posteos en redes sociales donde se exhiben videos de la capital de Chile repleta de vendedores ambulantes o carpas donde viven inmigrantes. La verdad es que la mañana de la entrevista las cuadras que rodean al edificio municipal, frente a la Plaza de Armas se ve tranquila, con cuadrillas de trabajadores limpiando las veredas y sin basura. Ella reconoce que el tema es complejo y que se está trabajando en soluciones de largo plazo, pero le interesa muchísimo saber qué se está conversando. “A mí me gustan las redes sociales. Me sirve para saber qué piensan las personas. Estoy atenta a la diversidad de puntos de vista y una sabe cómo tomar las críticas”. Y luego reconoce: “Asumimos en el segundo año de la pandemia y tenemos diversos temas que enfrentar como la falta de empleo y recuperar los espacios públicos. Esta es una comuna con muchos contrastes: tenemos espacios culturales y grandes parques, pero al mismo tiempo hay casas sin baño, donde las personas deben hacer sus necesidades en bolsa. Yo les digo a las vecinas: ´esto no lo puede hacer la alcaldesa sola´. Tenemos que reactivar nuestro entramado social y que valoremos el concepto de buen vivir que involucra todo un cambio cultural. Es avanzar más allá de esa frase tan famosa de la transición: “en la medida de lo posible”. Esta frase, dicha por Patricio Aylwin, primer presidente tras la vuelta a la democracia, no le parece suficiente para los tiempos actuales en Chile.
"Honradez y transparencia"
Ya desde su labor como concejala por Santiago en 2016, Hassler entiende que la gestión municipal es algo bastante más profundo que reparar alcantarillas, mantener las áreas verdes o gestionar la seguridad en los barrios, aspectos a los que muchos chilenos asocian la labor de los municipios. Según una encuesta de la Universidad de Valparaíso, publicada ese mismo año, las expectativas ahora están puestas en la “honradez” y “transparencia”. Algo que justamente se puso en cuestión con sonados casos como lo sucedido en la municipalidad de Victacura, la comuna más rica del país, donde su alcalde, según denunció una empleada, recibía dineros en efectivo.
“Lo que queremos es un modelo de co-gestión ciudadana, no solamente en los procesos municipales sino también en cabildos e instancias de este tipo. Donde las personas se sientan empoderadas y participen de las decisiones. Se debe promover la horizontalidad. Por otra parte, se debe generar un modelo de gestión de residuos, educación ambiental y reciclaje. También es importante el tema de las identidades e igualdad de género con una educación no sexista. Y generar las condiciones para que se pueda recuperar las relaciones entre los que habitan la ciudad, potenciar el entramado social. Esos son los principales indicadores de nuestro trabajo”, dice.
Aunque muchas personas del mundo conservador o de derecha estaban asustados ante la irrupción de una alcaldesa feminista y comunista —la propaganda anticomunista de la derecha y la dictadura ha impregnado parte de la sociedad chilena hasta hoy— la administración de Hassler ha demostrado reaccionar rápido ante las crisis como por ejemplo un mural elaborado por un colectivo de Artistas Eróticos Ojo Porno para conmemorar los diez años del asesinato de Daniel Zamudio, que motivó una ley que penaliza la discriminación y violencia hacia la diversidad sexual. La obra, que incluía varias escenas de sexo explícit,o estaba emplazada en un parque —donde ocurrieron los hechos— pero donde a diario transitan o juegan niños. Ella emitió una declaración desde su cuenta personal donde aclaraba que fue hecho sin autorización y que se puso en contacto con la organización para que fuera retirado. Más tarde se explicaría que, a diferencia de una película o una obra en un museo, donde podía existir la mediación de un adulto, acá las obra estaba expuesta directo a los niños.
Queen Irací
Sucedió en directo, en uno de los populares “matinales” de la TV chilena, inesperados espacios de debate político desde el Estallido Social de 2019 donde se volvió un éxito los contactos con ciudadanos sumamente críticos al gobierno de Piñera, pero también de actores políticos que recogieran estas demandas. La alcaldesa, sin embargo, cortó en seco al entrevistador que la trató de “mamita” , caricaturizando sus cuestionamientos municipales a que una línea de subte pase por debajo de un parque de la capital chilena. “No soy tu hija, no soy tu mami. Soy Irací, me puede llamar por mi nombre o alcaldesa de Santiago, que es mi cargo”, le respondió en una frase que ya pasaría directo a la cultura pop nacional. De hecho en redes sociales algunos la llamaron “Queen Irací”, algo que considerando su nombre (“Reina de las Abejas”, en la lengua tupí-guaraní, herencia de su madre brasileña), tiene mucho sentido.
La alcaldesa se ríe, pero de inmediato reflexiona. “Es importante dar esas señales en ese tipo de espacios tan machistas. No sólo por mí, sino por muchas otras mujeres que se han enfrentados a situaciones así, en la vida diaria. ¡Ustedes los hombres pueden ayudar mucho! Porque aún se tiende a mirar de esa manera devaluadora tanto a las mujeres como a las diversidades sexuales”.
Irací Hassler se entusiasma al hablar de estos temas que se expresa en gestos significativos como instalar permanentemente una bandera LGBT+ en el edificio municipal —que su derecha tiene a la Catedral de Santiago— pero también una activa política inclusiva y de escucha que abarca desde los barrios hasta los locatarios de tiendas recuperándose de los efectos de la pandemia, desde las madres trabajadoras que necesitan un espacio cuidar a sus niños hasta renovar la cara de la capital de Chile. “Debemos exigirle más responsabilidad al Estado, que sea cuidador, un concepto que no estábamos acostumbrados. Tal como pasaba con el feminismo”.