Desde Santa Fe
“Estoy muy emocionada”, dijo la secretaria de Derechos Humanos de la provincia Lucila Puyol. El sentimiento y la emoción atravesaron ayer el acto del 24 de marzo en el único Espacio de la Memoria de la ciudad de Santa Fe: la ex comisaría 4ª. Un emblema del genocidio que operó como centro de torturas, asesinatos y desapariciones por el que pasaron más de 700 personas. La inauguración de tres pilares -en el frente del edificio- que representan memoria, verdad y justicia entrelazó el pasado y el presente. La ministra de Gobierno Celia Arena ratificó el compromiso del gobernador Omar Perotti con esa política de estado. Puyol advirtió sobre los discursos negacionistas. “Nunca más al terrorismo de estado”, dijo. Y la ministra de Infraestructura Silvina Frana habló de las amenazas al campo popular ante el avance de la derecha. “Yo también creo que el amor vence al odio”, dijo Frana. “Pero creo que este tiempo nos interpela a entender que de nuestra desunión gana el enemigo. Estamos en un momento muy particular, no hacen falta explicaciones, pero si no aportamos todos y todas a sostenernos unidos va a ser muy difícil que el enemigo no venza. Creo que esa es la razonabilidad que le debemos a la memoria, la verdad y la justicia. Ojalá que lo entendamos, todos y todas”, alertó.
El ejemplo de Evita, que “el amor vence al odio y a la mentira” lo planteó el segundo orador del acto, Francisco “Pancho” Klaric, sobreviviente del circuito represivo. Klaric ubicó a la Cuarta entre los aparatos criminales que "ofenden a la humanidad, como Auschwitz, la Escuela de Mecánica de la Armada, el bombardeo a Plaza de Mayo, la cárcel de Coronda y la Perla”. “Ojalá que a esos crímenes no tuviéramos que pasarlos por el corazón para rememorarlos, que el idioma nos permitiera eso”.
“Los que no vivieron el terrorismo de estado pueden creer que era una dictadura militar. Pero los verdaderos detentadores del poder no eran los militares. Eran los grupos económicos, que hoy nos siguen atacando”, señaló Klaric. “Esta historia, ellos la repiten siempre (en 1955 y en 1976). Y siempre con violencia. Nosotros tenemos que enfrentarla con entereza y amor”. Klaric dijo que en la cárcel de Coronda, los ejecutores les decían que sólo iban a salir “muertos o locos”. “Ni muertos ni locos. Somos militantes que seguimos luchando por la vida. El amor vence al odio”.
Antes de Klaric, la secretaria de Derechos Humanos Lucila Puyol advirtió sobre los discursos negacionistas. “La Cuarta fue un centro clandestino de detención por el que pasaron más de 700 compañeros y compañeras. Muchos fueron presos políticos y otros asesinados y desaparecidos”, como se probó en dos juicios de lesa humanidad en Santa Fe, que juzgaron los homicidios de la docente y militante de Ligas Agrarias, Alicia López, en 1976 y de Rubén Carignano, dirigente de la Juventud Peronista de Rafaela, en 1977.
“Cada 24 de marzo, renovamos nuestro compromiso como pueblo para decirle nunca más al terrorismo de estado. Nunca más a los desaparecidos y desaparecidas, a los asesinatos, a la apropiación de niños y niñas. Nuestra patria tiene 30.000 desaparecidos que nos duelen. Nuestros hermanos y hermanas apropiadas, esos niños y niñas, nos siguen doliendo. Nunca más a los golpes de estado”, enfatizó Puyol. “La democracia que tenemos, con aciertos y errores, avances y retrocesos, es el único lugar que resguarda los derechos”.
La ministra Frana coincidió con Klaric, en el ejemplo de Evita. “Yo también creo que el amor vence al odio”. “Tener memoria es no olvidar por qué sucedieron las cosas. Es entender que ese genocidio fue a una generación que soñaba con otro país, una generación que soñaba con la igualdad y el amor. Y poner a la luz una verdad que se ocultó durante tantos años”.
Frana dijo que hace muy poco se animó a visitar la Esma, “Uno vibra con esas paredes donde se percibe el dolor, la angustia, la desesperación”, como también le ocurrió en la Cuarta. “La justicia avanzó, no sé si todo lo que hace falta, pero avanzó”.
“Yo también creo, como dijo Pancho, que el amor vence al odio”, afirmó Frana. “Pero no podemos quedarnos acá”. Hoy, el avance de la derecha y la realidad del campo popular, “nos interpela a entender que de nuestra desunión gana el enemigo. Estamos en un momento muy particular, no hace falta dar explicaciones, pero si no aportamos todos y todas a sostenernos unidos va a ser muy difícil que el enemigo no venza. Y creo que eso sí, es la razonabilidad que le debemos a la memoria, la verdad y la justicia. Ojalá lo entendamos todos y todas”.
Un momento muy difícil
La ministra de Gobierno coincidió con Frana y Puyol que “este momento es muy difícil” de la Argentina. “La fuerza de las palabras de Pancho Klaric nos atraviesan, nos mueven. ¡Que impresionante que lo que nos quede de este mensaje es el amor y la fuerza indestructible de las convicciones y el compromiso! Eso es enorme”, dijo.
“Como cada 24 de marzo, conmemoramos a las víctimas y condenamos los crímenes y ese golpe tan fuerte a nuestra sociedad en su conjunto que dejó marcas que nos comprometen con las políticas de memoria, verdad y justicia. Nuestro gobernador les manda un fuerte abrazo y ratifica el compromiso de nuestro gobierno con esas políticas”, reveló.
“Hace 46 años, necesitaron el golpe y la dictadura para imponer un modelo político, social, económico, tremendo, duro, lleno de muertes, desapariciones, destrucciones”, recordó la ministra Arena. Y reivindicó “la lucha de las madres, las abuelas, de los organismos de derechos humanos, de cada una de las personas de nuestra Argentina que levanta todos los días esas banderas de memoria, verdad y justicia”.
“La memoria es una construcción colectiva de igualdad permanente, acceso a los derechos y trabajar por todo lo que soñamos y todo lo que soñaron”. “Lo contrario al olvido, además de la memoria es la justicia. Por eso, nuestro compromiso es no poner en jaque nunca más a la democracia. Es defender la soberanía. Por eso decimos, nunca más y después de dos años (de pandemia), volvimos a llenar las plazas y las calles de memoria, verdad y justicia”, concluyó.
En el acto participaron la ministra de Igualdad, Florencia Marinaro, la subsecretaria de Derechos Humanos Anatilde Bugna y la directora de Memoria Valeria Silva, entre otras.