Desde París
La historia argentina también se escribe en París. Historia y memoria de todos los años que van desde el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 hasta este 24 de marzo de 2022 en el cual todas esas memorias acumuladas de viajeros y de exilios confluyen en la Galerie Argentina París en una extraordinaria exposición que sirve además de zócalo para un libro sobre "Exilios. Voces argentinas que cuentan su historia". El libro y la exposición se inscriben en el Programa Nacional de la Memoria por la Verdad y La Justicia. Ambos amplifican nuestra historia y nos llevan a una forma sutil y profunda de acercamiento a esos años que marcaron para siempre a la sociedad argentina. La exposición se lleva a cabo en ese espacio de difusión de la cultura visual argentina que es la Galería Argentina, cuyo curador, Eduardo Carballido, lleva desde hace muchos años una tarea exquisita de selección y presentación de grandes artistas junto a la agregada Cultural de la Argentina en Francia Carolina Ghiggino. Imágenes y voces del libro publicado por el editor Carlos Schmerkin sobre una idea de Alicia Bonet-Krueger del Colectivo Argentino por la Memoria se responden en un dialogo fluido. En total exponen 33 artistas y en el libro "hablan" 56 voces argentinas que narran esa experiencia tan universal como secreta que es el exilio.
Elena Pietrarelli cuenta en el libro que, cuando la escuchan hablar en Francia le preguntan "de dónde viene ese lindo acento". Mientras que en la Argentina, cuando la escuchan hablar con esos reflejos que se pegan de otro idioma como el "desolé" o el "pardon", le preguntan "Señora, usted de dónde viene ?". Todos venimos del mismo lugar y por ese exilio muchos hicieron su nido en Francia sin olvidar jamás el espacio geográfico fundacional. Las obras expuestas y el libro respaldan una propuesta fundamentalmente honesta e integral que es muy especial.
En la introducción de "Exilios. Voces argentinas que cuentan su historia" Alicia Bonet-Krueger escribe que "interrogarse sobre el sentido de la vida en Francia, si fue resentida como un alivio, una liberación, una ruptura dolorosa o un fracaso es el hilo conductor de este libro". Los testimonies, en un doble movimiento, no solo evocan la experiencia viajera y el desplazo obligado a Francia y la vida en este país europeo, sino que, sobre todo, detrás, como un meta relato, va esbozando la historia argentina, las esperanzas argentinas, las interrogaciones argentinas, las tragedias del país.
Con el correr de las páginas aparece así otra dimension escondida, que es precisamente la de la argentinidad. Para los sociólogos o filósofos que se decidan a rastrear el contenido de esa expresión, este libro publicado en París ofrece una respuesta, un camino polifónico para llegar a entendernos mejor en esa confusa identidad que mezcla nostalgia, alegría, orgullo, patriotismo y critica.
El editor y humanista François Gèze, incansable militante de la causa por los derechos de la Argentina, escribe precisamente en el libro que "la argentinidad no se pierde nunca". Gèze, que visitó la Argentina por primera vez en entre 1973 y 1975, anota que "la argentinidad no se pierde nunca" es un lema que hizo suyo porque "la Argentina se convirtió como en una segunda patria al incorporar en mi esa argentinidad que jamás perdí".En este sentido, las obras expuestas en la Galería Argentina son la otra puerta o ventana para mirar más allá de lo plausible. En el texto de presentación, el embajador argentino en Francia, Leonardo Constantino, recuerda que en este tema del exilio y en "todas estas situaciones, la noción de tiempo se ve alterada y nuevas lineas paralelas comienzan a dibujarse: el lado de acá y el lado de allá, como decía Cortazar en Rayuela". Ese lado de acá y de allá está muy bien atrapado en las obras expuestas cuyas representaciones e insinuaciones evocan también una constante del libro Exilios: la asombrosa, riquísima y frondosa originalidad de una Argentina que supo hacer con muchísimos orígenes uno solo.
Mirando los cuadros, las obras, leyendo los conmovedores testimonios del libro, el cuadro de Antonio Seguí que ilustra la tapa y la invitación a la exposición lo dice todo: somos una identidad de caminantes que van del obelisco a otro mundo y de otros mundos al obelisco.
La exposición de obras representa un amplísimo abanico de artistas argentinos, a la vez conocidos o emergentes: hay obras de Julio Le Parc, Antonio Seguí, Maria Amaral, Félix Aberasturi, Ricardo Mosner o Viviana Pomerman entre tantos otros artistas presentes. Creada en 1994 con una idea de Eduardo Carballido cuando Archibaldo Lanús era Embajador argentino en Francia, la Galería Argentina es un espacio que, con el tiempo, ha tejido una presencia solida.
En este 24 de Marzo de 2022 ofrece un recorrido inédito por el arte y las palabras que dejan los exilios por el camino. Durante los años de la dictadura, en la Embajada funcionó el "Centro Piloto" , ese antro para monitorear en Francia y en Europa a los argentinos, exiliados o no. Ahora funciona una dependencia diplomática plena que respalda a las asociaciones como el Colectivo Argentino para la Memoria que jamás dejará en el olvido lo que fuimos por la fuerza y que luego superamos con la democracia.