En Bernal, un hombre escapó esposado cuando familiares y vecinos atacaron a golpes y amenazaron con armas a integrantes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) que había ido a buscarlo a su casa para trasladarlo a un penal porque había violado las condiciones del arresto domiciliario.
El hombre, que desde marzo de 2021 accedió al beneficio de la prisión domiciliaria bajo monitoreo electrónico, por disposición del juzgado de Garantías de Quilmes.
Para acceder al beneficio de domiciliaria, que contemplaba el acceso a salidas laborales, el juez le había impuesto la obligación de presentarse a trabajar en una cooperativa del asentamiento donde vive. Sin embargo, el detenido no cumplió con ese requisito.
Por ello, el Tribunal Oral Criminal 5 de Quilmes, que iba a empezar a juzgarlo el próximo 30 de marzo, ordenó -debido al riesgo de fuga- que se le revoque la domiciliaria al acusado y ordenó su traslado a un penal provincial. El 20 de marzo, dos móviles de Traslado de Detenidos del SPB, apoyados por la policía de la zona, fueron a casa del detenido, quien los recibió con actitud "desafiante", y terminó esposado.
En ese momento, primero familiares y después vecinos se aproximaron a los gritos, y atacaron con palos a los siete agentes penitenciarios, a algunos de los cuales incluso bajaron a golpes y bajo amenazas con un arma de fuego de los móviles para evitar que se llevaran al detenido.
La situación fue aprovechada por el propio detenido que, esposado, escapó del SPB en medio del ataque. Los penitenciarios tardaron varios minutos para lograr salir del barrio de emergencia, y fueron directamente a la comisaría de la zona para asentar la denuncia y dar la alerta a la fiscalía de turno de Quilmes sobre la fuga del detenido. Los agentes del SPB fueron revisados por médicos legistas, que constataron que presentaban hematomas por golpes de puños, palazos y rasguños en distintas partes del cuerpo. La Justicia dispuso ahora la captura del prófugo y la identificación de los agresores.