Desde Santa Fe

Si Antonio Bonfatti no es candidato a diputado nacional, el Frente Progresista llevará a la cabeza de su lista al ministro de Miguel Lifschitz con el perfil más opositor a la Casa Rosada, Luis Contigiani. Lo confirmó ayer el propio gobernador, quien consideró que el titular del Ministerio de la Producción "sintetiza muy bien la realidad actual" del frentismo, "tiene un origen radical, mucha afinidad con el Partido Socialista y un discurso muy cercano a otros sectores políticos nacionales y populares", lo elogió. El espaldarazo a quien denunció las políticas de ajuste y los operativos del macrismo en la provincia bien podría ser otro mensaje al jefe de la UCR José Corral, a quien Lifschitz le reprochó haber llegado a la intendencia de Santa Fe con el Frente Progresista y hoy es "hombre de Mauricio Macri". "No hay que olvidarse que tanto Corral como yo fuimos elegidos por el Frente, en una elección que enfrentamos al PRO", en 2015. "La gente que nos votó quería un proyecto progresista; yo voy a seguir fiel a ese proyecto", dijo el mandatario al revelar que Corral eligió "otro camino".

El Frente Progresista renueva cuatro bancas, entre ellas las que hoy ocupan Hermes Binner y Alicia Ciciliani. Las otras dos son de Mario Barletta y Ana Copes, que se pasaron a Cambiemos: el radical es difícil que siga porque el PRO le puso bolilla negra y la demoprogresista (que la heredó del jefe de la Coalición Cívica‑ARI Pablo Javin) salió quinta en la lista de Mauricio Macri (ver aparte).

Lifschitz adelantó que si Bonfatti dice que no, la lista será encabezada por Contigiani, a quien podría acompañar la ministra de Educación Claudia Balagué. "Luis es uno de los jóvenes dirigentes que sintetiza el Frente Progresista, tiene un origen radical, mucha afinidad con el socialismo y un discurso muy cercano a otros sectores políticos nacionales y populares y de organizaciones sociales. Y una profunda convicción espiritual y religiosa", dijo el gobernador por Radio Eme. "No tengo dudas de que si Bonfatti declina su candidatura, Contigiani va a ser muy buen representante del Frente en su conjunto".

-‑¿Si no es Bonfatti, Contigiani encabezará la lista? --insistió el colega.

-‑Sí, es muy buen nombre para encabezar la lista -ratificó Lifschitz-. La elección de octubre es buena oportunidad para reforzar el proyecto político provincial y la gestión del gobierno, fortalecer las políticas y las obras del Frente".

Lifschitz renovó sus críticas a Corral. Las directas: "El está en una posición incómoda, tiene que defender a capa y espada las decisiones del gobierno nacional. Es un hombre de Macri". Y las indirectas: "Yo no soy un obsecuente" de Macri, defiendo los intereses santafesinos", tengo "libertad para plantear diferencias" y gobernar Santa Fe.

Cuando le preguntaron si Corral privilegiaba su condición de operador de Macri por encima de la defensa de Santa Fe, Lifschitz contestó: "Sí, claramente, él ha elegido el camino de convertirse en referente de Macri. Es la opción política que tomó. Yo prefiero mantener mi compromiso con los santafesinos, ser fiel y leal" a los votantes del Frente Progresista que lo llevaron a la Casa Gris. "No hay olvidarse de que tanto Corral como yo, fuimos elegidos por el Frente Progresista, en una elección que enfrentamos al PRO. La gente que nos votó quería un proyecto progresista, democrático, de diálogo, desarrollo para Santa Fe. Yo voy a seguir fiel a ese proyecto", volvió a tirar Lifschitz.

-‑¿Corral se cruzó a otra vereda, la de Macri?

-‑No quisiera ponerlo en ese lugar. El tiene contradicciones, lo entiendo. Cuando uno quiere representar al mismo tiempo a Macri y a Santa Fe no es tarea sencilla, cuando reclamamos a la Nación la deuda (de 40 mil millones de pesos) que tiene con la provincia y también con la ciudad de Santa Fe, obviamente hay que estar de un lado o del otro, no podemos estar en los dos lados al mismo tiempo. Yo soy gobernador de Santa Fe y desde el primer día hasta el último voy a defender a la provincia, esa es mi obligación. 

‑-¿Corral alguna vez reclamó los 40 mil millones?

-‑No es un tema de su agenda. Lo entiendo -concluyó Lifschitz.