La conmemoración por el Día de la Memoria en Catamarca inició con una vigilia. En el lugar, y como cada año, estuvieron presentes familiares de desaparecidos durante el terrorismo de Estado y asociaciones de Derechos Humanos.
Por la mañana, se realizó un acto organizado por la Casa de la Memoria, la Dirección de Derechos Humanos y la Municipalidad de Fray Mamerto Esquiú, al que asistió el gobernador Raúl Jalil. Por la tarde, organizaciones políticas y sociales, dirigentes y referentes convocaron a una marcha.
Esta vez, la vigilia que organiza cada año la Casa de la Memoria, se realizó en plaza de Santa Rosa, del departamento Valle Viejo. En el lugar, se compartió una noche de mucha emoción, en donde la música, el arte y los amigos de la Casa dijeron presente.
Por la mañana en el paseo Las Moras de la Villa Las Pirquitas, lugar donde el 22 de octubre de 1976 fue secuestrado Roberto Bugatti Osvald, uno de los 58 catamarqueños desaparecidos, se realizó un acto al que asistieron funcionarios de todos los niveles y el Gobernador.
Inició con un recordatorio hacia Silvio Mario Valderrama, escritor y músico desaparecido el 28 de febrero de 1976, muerto tiempo más tarde por torturas en un centro clandestino de detención, y a Mara Silva, integrante de la Asamblea Permanente “La Obra”, quien recibió un reconocimiento de manos del gobernador Jalil y el intendente Guillermo Ferreyra.
Por su parte, el director de Derechos Humanos de la Provincia, Hernán Velardez Vaca, destacó el trabajo llevado adelante por el Grupo La Obra, para mantener viva la memoria y pidió luchar contra el “negacionismo” de esta triste faceta del país.
Se refirió al ingeniero Roberto Bugatti Osvald, quien fue capturado cuando regresaba a su vivienda en Las Pirquitas, y anheló que pronto se pueda colocar una placa recordatoria en su hogar, tal como se viene realizando en la provincia mediante la ley que promueve la señalización de los sitios de memoria. También recordó a otro desaparecido en el departamento, Antonio Sosa, quien vivía en la localidad de Piedra Blanca.
“Queremos que las nuevas generaciones sepan y tomen conciencia de lo que pasó. Necesitamos que la memoria sea activa”, reflexionó Velardez Vaca.
Luego, Noemí Toledo, presidenta de la Casa de la Memoria, reflexionó sobre la fecha y recordó a sus familiares desaparecidos: Francisco Gregorio Ponce, Julio Burgos y Griselda Ponce y la larga lucha para que la justicia llegue a cada una de las víctimas.
Marcha
La concentración de los marchantes fue en la Plaza 25 de Agosto y desde allí caminaron hasta Plaza 25 de Mayo, donde se concretó un acto en repudio del golpe del 24 de marzo de 1976.
Los organizadores emitieron un documento: “Nuestra historia, la historia de los que luchan por un mundo donde quepan todos los mundos, de los que soñamos una sociedad con todos adentro, es milenaria. Siempre que hubo opresión hubo resistencia, y el 24 de marzo de 1976 los poderes económicos en conjunto con el ejército como brazo armado y bajo la venia de la dirigencia eclesiástica, llevaron adelante el más sangriento intento por apagar esa llama. No pudieron, no podrán”, indica el escrito.
Participaron organizaciones políticas y sociales.