Según los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares que publicó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) para el cuarto trimestre del 2021, la tasa empleo en los 31 grandes aglomerados del país, que contienen a más de 29 millones de pobladores que mide el organismo, alcanzó el 43,6%, marcando una tendencia a la alza en la ocupación de un 3,5% respecto al año anterior. En tanto la desocupación bajó cuatro puntos en el interanual, pasando del 11 al 7%.
La tasa de subocupación resultó del 12,1% de la Población Económicamente Activa (PEA), 3 puntos por debajo del mismo trimestre del año anterior (15,1%); mientras que los otros ocupados demandantes y los otros ocupados no demandantes disponibles alcanzaron, en conjunto, el 11,4% de la PEA. Por lo que la presión sobre el mercado laboral, conformada por el universo de desocupados, subocupados, ocupados demandantes y ocupados no demandantes disponibles, alcanzó el 30,5% de la PEA, casi un punto por debajo del trimestre anterior (31,3) y 6,8 con respecto al año pasado (37,3%).
Entre la población ocupada, el 73,0% son asalariados, de quienes el 33,3% no cuenta con descuento jubilatorio. Por otra parte, el 23% trabajan por cuenta propia, 3,5% son patrones y 0,4% son trabajadores familiares sin remuneración. La participación de los trabajadores del sector privado fue de 80,2%, superior a la del trimestre anterior (79,0%); y 0,4% por debajo del mismo trimestre del año anterior.
Para Salta los números fueron muy parecidos a los nacionales, en un año el desempleo bajó casi tres puntos y se ubicó en 6,2% en el cuarto trimestre de 2021. Mientras que la tasa de empleo se ubicó en los 43,6 puntos, la de los que teniendo empleo buscan otro representó el 16,6%, y la de subocupados el 13,5%, que se divide entre los que demandan trabajo (7,1%), y los que no (6,4%).
En personas, para el Gran Salta, representan casi unas 70.000 personas que buscan algún tipo de empleo, entre los 18 mil desocupados y los más de 50.000 subocupados que declararon que necesitan otro trabajo para vivir. Aunque allí también descendió un 6,4% la cantidad de salteños que teniendo una salida laboral buscan otra (en el 2020 fue del 23%).
En definitiva, el 2021 terminó con 22 mil salteños ocupados más respecto al 2020, fueron 282 mil contra 260 mil a fines del 2020. Y a nivel regional, se ubica por debajo de la desocupación de Tucumán (8,2%) y de Catamarca (6,3%), pero por arriba de Jujuy, La Rioja y Santiago del estero.
Sin embargo, el director del Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (IELDE) y de la Maestría en Economía del Desarrollo, ambos pertenecientes a la Facultad de Ciencias Económicas de la UNSa, Jorge Paz, alertó sobre los números, que si bien son halagüeños, siguen escondiendo las altas tasas de informalidad existente en Salta. Alrededor del 74% de los que dijo tener trabajo, cobra por debajo de un salario mínimo vital y móvil.
Para Paz, el último informe del INDEC refleja a las claras el efecto rebote postpandemia, con una actividad económica creciente que arrastra los niveles de empleo. Además, detalló que la Población Económicamente Activa creció un 5% “y el aumento del empleo fue del 8%, o sea que el rebote absorbió también mucha fuerza de trabajo que de lo contrario hubiese quedado desempleada”.
“Ahora lo que tenemos que mirar es cómo se incorporó esa masa de trabajadores en el mundo de los ocupados”, indicó el especialista. Allí, sostuvo que los datos arrojan que la mayoría de los que se sumaron a ese mundo laboral, lo está haciendo con empleos informales o muy precarios, con ingresos muy bajos.
Según un cálculo realizado por el IELDE en la población adulta (entre 25 y 60 años), los denominados por él “trabajadores pobres” con tiempo completo, que son aquellos que realizando una jornada de más de 35 horas semanales, cobran por debajo del salario mínimo vital y móvil, representaban para el tercer trimestre del 2021 un 74% de los que efectivamente tienen trabajo. Y aclaró que esos datos varían muy poco de trimestre a trimestre, por lo que si bajó en la última parte del año, no debe haber representado una variación sustancial. “Están trabajando, pero por dos pesos”, manifestó.
A nivel nacional, ese número asciende al 60%, “son 14 puntos porcentuales más que con respecto a la media nacional”, subrayó con respecto a Salta, “es una de las provincias con mayor cantidad de trabajadores pobres, solo por debajo de Santiago del Estero, con el 77% y Tucumán con el 75%”.
Para que eso suceda, recordó que los trabajos deben ser necesariamente “no registrados”, debido a que al incluirlos en el sistema laboral “necesariamente se les debe pagar el salario mínimo”. Por lo que concluyó que en definitiva, el 74% o más de los que figuran como trabajadores en la provincia, lo hacen en el sector informal de la economía, “y ahí es probable que en la misma familia salgan más integrantes, como los niños o adolescentes, a buscar trabajo para cubrir la falta de dinero”.
Paz destacó además como otro punto crítico en el estado de informalidad en el que se encuentra la mayoría de la población trabajadora de Salta, que es un segmento que “tampoco tiene actualizaciones salariales como las tienen los formales”, por lo que en ellos impactan aún más las subas de precios, “no tienen representación, no tienen voz, y siempre sus ingresos son superados por la inflación”.
En conclusión, de los 282 mil trabajadores ocupados en la ciudad de Salta y alrededores, 208.680 lo hacen en condiciones precarias y sus salarios no alcanzan al salario mínimo establecido a nivel nacional, que hoy es de $33.000 y que terminará el año en $47.850 según el último acuerdo del Consejo del Salario.