Después de que se conociera que Jorge Telerman asumiría como nuevo director del Teatro Colón, quién gestionaría el Complejo Teatral de Buenos Aires (CTBA) -el puesto que dejaba vacante- se convirtió en el interrogante inmediato. La respuesta tardó unos días en llegar, pero finalmente, desde el ministerio de Cultura de la Ciudad confirmaron que el cargo lo ocupará Gabriela Ricardes, una controvertida gestora cultural con experiencia en la conducción de instituciones culturales públicas y privadas. Ricardes se formó en sociología, gestión cultural y artes escénicas en Argentina, Francia y Estados Unidos. También se desempeñó como consultora internacional en el desarrollo de políticas culturales y fue galardonada con l'Ordre de Arts et Lettres de la République Française, según informaron desde el Ministerio de Cultura de la Ciudad en un comunicado.

“Gabriela aportará a uno de los espacios centrales de la cultura de Buenos Aires su extensa experiencia en la gestión cultural con su propia impronta. Fue su trayectoria la que nos alentó a su incorporación al equipo para continuar con la excelente labor llevada adelante por Jorge Telerman todos estos años y que lo llevó a desarrollar una programación excepcional que estamos disfrutando actualmente”, sostuvo Enrique Avogadro, ministro de Cultura de la Ciudad.

Desde el año 2015, Telerman dirigía el complejo que actualmente nuclea a seis teatros públicos de la Ciudad: Teatro San Martín, Teatro Presidente Alvear, Teatro Regio, Teatro de la Ribera, Teatro Sarmiento y el recientemente recuperado Cine Teatro El Plata. Por aquel entonces, uno de los desafíos que Telerman debió afrontar al asumir era el de lidiar con los cuestionamientos surgidos de la comunidad artística a la gestión macrista del CTBA. Similares discusiones deberá atravesar Ricardes, quien además en el pasado recibió diversos cuestionamientos por su labor como gestora cultural: fue directora de Buenos Aires Polo Circo y del Festival Internacional de Circo de Buenos Aires. En 2013, durante su gestión, fue repudiada por la comunidad circense por “mercantilizar la cultura” cuando la denunciaron por el manejo privado de un predio financiado con fondos públicos. Además, dirigió el Centro Cultural San Martín y ocupó el cargo de secretaria de Contenidos Públicos de la Nación durante la gestión macrista que decidió no renovarle los contratos a cientos de trabajadores, entre otras polémicas políticas.

Considerando los antecedentes, las dudas que se plantean ahora para el sector cultural son más que las certezas. Qué pasará con el Alvear (que desde hace ya 7 años está cerrado), de qué manera los teatros aportarán en la promoción, acogida y cuidado de las obras y trabajadores que las realizan, serán algunos de los tantos desafíos que tendrá la nueva gestora. Asimismo, rever el rol y funcionamiento (que muchas veces puede ser abusivo) por parte de las instituciones públicas.