Durante todo el día de ayer, docentes bonaerenses de los distintos niveles educativos compartieron fotos en las redes sociales para mostrar la precaria situación edilicia en la que se encuentran las escuelas públicas de la provincia. Las imágenes provenientes de distintas localidades como Avellaneda, Ezeiza, La Plata, Florencio Varela y Mar del Plata, entre otras, mostraron techos destruidos por la humedad, aulas con las paredes resquebrajadas, pasillos inundados, instalaciones eléctricas precarias y bibliotecas en estado de abandono. Bajo la consigna #EscuelasEnRuinas, el Frente Único Docente (que integran los gremios FEB, AMET, UDA, Sadop, Suteba y Udocba) continuó ayer la campaña #AlertaEducación, que busca “visibilizar la situación en la que está la educación pública en la provincia”, según dijo en diálogo con PáginaI12 la secretaria de Educación y Cultura de Suteba, Silvia Almazán. “Se están generando situaciones en las que se suspenden las clases por el estado de los edificios, por el riesgo que implica para los alumnos”, agregó Almazán.
“En Florencio Varela perdimos muchos más días de clase por problemas de infraestructura que en los que se hicieron paro”, advirtió en conversación con este diario Fabiana Guerrero, docente de las escuelas primarias Nro 41, 27 y 29 de esa localidad del conurbano sur. Guerrero compartió fotos que mostraban techos agujereados por humedad y falta de mantenimiento, estufas destartaladas, sillas desvencijadas, bancos a los que les falta la tapa de madera y puertas arrancadas. “Muchos problemas vienen desde antes, pero este gobierno generó una parálisis de financiamiento y de acción que hizo que las escuelas estén mucho peor de lo que estaban. Se ve un deterioro muy grande en el día a día; estamos retrocediendo en todo lo que habíamos avanzado en los últimos años”, denunció la docente.
Guerrero recordó que en 2017 el presupuesto de educación de la provincia se redujo en un 3 por ciento con respecto al de 2016, lo que significa un descenso de 16 mil millones de pesos. “El correlato de esto es el impacto sobre las escuelas públicas que vemos todos los días. La provincia no da plata a las escuelas para obras medianas y grandes, y además este año cortó el Fondo Escolar, que era una especie de caja chica para resolver los problemas puntuales más chicos. Por ejemplo, habíamos logrado que se terminaran las aulas a oscuras gracias a esa plata, que muchas veces usábamos para comprar lamparitas. Ahora no tenemos ni para eso. Volvimos a tener la escuela en penumbras”, añadió. La llegada de los días fríos ponen de relieve aún más la falta de recursos. El fondo Fudie-Gas, destinado específicamente para la calefacción de las escuelas, según Guerrero todavía no fue transferido a las instituciones educativas. La docente explicó que en la situación en la que se encuentran, “si se rompe un vidrio no podemos arreglarlo, y sin el fondo no podemos prender las estufas. Así, los problemas se van acumulando y cada vez es peor”.
Almazán señaló que la discusión sobre la paritaria docente no es ajena a la problemática edilicia. “En las paritarias se debaten condiciones técnicas de la situación laboral, de infraestructura, de los recursos que se van a destinar a las escuelas. Estas cuestiones muchas veces quedan invisibilizadas, cuando nos dicen que lo único que nos importa es nuestro salario”, aseguró. Según detalló la secretaria de Educación y Cultura de Suteba, el sindicato hace periodicamente relevamientos sobre las escuelas, en dónde “vemos cuáles son las que tienen necesidades más urgentes, aunque cuesta priorizar porque hay muchísimas en pésimo estado”.
Entre las localidades con mayores carencias edilicias se encuentra Mar del Plata. Gustavo Santibañes dicta clases en la Escuela Técnica Nro 3 y en la Secundaria Municipal 205. En conversación con este diario, el docente contó que “a pesar de que el municipio de General Pueyrredón –encabezado por Carlos Arroyo, de Cambiemos – recibió este año 180 millones de pesos para educación, a las escuelas no les llegó nada”. Como ejemplo mencionó que en la escuela técnica en la que trabaja “se están usando sólo dos baterías de baños, y por una filtración en el techo del gimnasio, que provocó que se levantara el piso, se decidió dejar a los chicos sin educación física. Desde el municipio nos dijeron que no había plata para arreglarlo”. Pero además recordó la situación crítica que atravisea la escuela especial 502, en la que “cuando llueve fuerte se hacen cataratas y hay que suspender las clases por el riesgo que implica el contacto del agua con la instalación eléctrica”.
Al igual que en los otros distritos de la provincia, Santibañes advirtió que la falta de calefacción es una de las mayores preocupaciones. El docente indicó que “el Secundario Nro 6, por ejemplo, tiene 15 aulas, de las cuales en ninguna funcionan las estufas. El año pasado en algunos colegios no hubo calefacción en todo el año, y al Consejo Escolar, que es el que administra los recursos, le sobraron 40 mil pesos del Fudie-Gas, que devolvió a la administración de la provincia”.
Informe: Juan Funes.