En medio del intenso internismo que atraviesa el Frente de Todos, las masivas movilizaciones por el Día de la Memoria no tardaron en ser leídas en clave de la disputa que hay entre Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner desde la aprobación del acuerdo con el FMI. La marcha de La Cámpora desde la exEsma, que contó con algo más de 50 mil asistentes, fue una potente demostración de fuerza en un contexto en el que les funcionaries oficialistas están más pendientes del fuego amigo que del opositor. Las declaraciones de algunos voceros del camporismo durante la convocatoria, como las del Andrés "Cuervo" Larroque --que se refirió al presidente como "el jefe de campaña de un espacio que sacó cuatro puntos en la Provincia"-- cayeron mal en el albertismo. "Fue Cristina Kirchner quien eligió a Alberto Fernández", les recordó el líder del Movimiento Evita, Fernando "Chino" Navarro, quien terminó declarando en público lo que muchos dirigentes deslizaban en privado: que fue CFK la que nombró a dedo Alberto sabiendo muy bien cómo pensaba. De todos modos, si bien hay un sector del albertismo que advierte que la crisis "se agravó", cada vez son más les referentes y funcionarios del FdT que se muestran hastiados por esta "guerra fría" y exigen una tregua.
Finalmente, luego de días de especulaciones sobre qué haría CFK para expresar su disconformidad con las políticas de Alberto Fernández, no hubo carta o renuncias en masa. Bien se podría decir que la masiva participación de La Cámpora fue una especie respuesta que incluyó la presencia no solo de dirigentes más cercanos a la vicepresidenta, sino también un sinnúmero de intendentes, sindicalistas, diputades, dirigentes nacionales y provinciales. "Estamos en una profunda crisis y con esto se agravó. Mostraron las cartas que tenían y eran todas para pelear", aseguró a este diario un funcionario nacional muy cercano a Alberto Fernández. "Si lo que querían mostrar era unidad no se entendió, porque en el otro lado lo vieron como un desafío. Generaron más enojo del que ya había", agregó unos de los principales referentes del oficialismo que tiene un vínculo tanto con el kirchnerismo como con el albertismo.
Entre algunos funcionarios más cercanos al Presidente lo que incomodó fue el tenor de las declaraciones de referentes del kirchnerismo. "No podemos irnos de algo que empezamos. Es claro que las decisiones las toma el presidente, pero él llegó a ese lugar a través de una coalición", había dicho Larroque, ministro bonaerense que suele hacer de vocero de muchas de las críticas de la vicepresidenta. Esta frase despertó las alarmas de quienes acompañaron la decisión de acordar con el FMI, ya fueran del albertismo o no: "Si pensaban que Alberto iba a querer ir a un default cuando fuera presidente es porque no lo conocían. Hay que bancársela, ¿qué esperaban? ¿Que fuera Camilo Cienfuegos?", ironizó un referente con terminales políticas en ambos bandos. "Fue Cristina la que lo puso porque sabía que podía juntar los votos que ella no. Asustarse ahora porque terminó teniendo una mirada distinta no tiene sentido", añadió un ministro cercano al Presidente pero con vínculos con el kirchnerismo que, sin embargo, intentó calmar los ánimos: "Tampoco es que dijeron que todos los que firmaron el acuerdo con el Fondo son traidores a la patria. Hay que recordar que cuando quisieron hacer una medida de fuerza hicieron renunciar a todos los miembros del gabinete".
"Hay que dejar de enojarse con la interna, ya está. Hay que dejar de mirarse por encima del hombro y empezar a mirar a la gente", zanjó, hastiado, un referente del oficialismo. En esa misma línea se fueron expresando varios dirigentes del FdT en público a lo largo de la jornada. "El frente cruje pero no se tiene por qué romper", sostuvo la presidenta de la bancada oficialista en el Senado bonaerense, Teresa García, quien aseguró que las discusiones internas no serían "una grieta en el peronismo". "Todavía estamos en un momento de expresar las perspectivas diferenciadas, pero en un momento la catarsis de los dirigentes se tiene que terminar e intentar hacer un esfuerzo más para darle un rumbo plenamente popular al gobierno", sostuvo también el dirigente social Juan Grabois. "Estamos todos convencidos que tenemos que colaborar, cuidar, contribuir y construir para fortalecer el FdT, porque la unidad es clave para retomar el rumbo", añadió el intendente de San Vicente, Nicolás Mantegazza, que participó de la marcha de La Cámpora.
Cerca de la vicepresidenta, mientras tanto, sostienen que los reclamos al Presidente siguen siendo los mismos --mayor participación en la toma de decisiones, principalmente--, pero se muestran confiados en que el nivel de tensión bajó en los últimos días: "La espuma bajó. Pero ojalá las decisiones se empiecen a tomar de manera más abierta para la solución de los problemas de la gente", advirtió una fuente cercana a CFK.