El domingo pasado el baterista de Foo Fighters, Taylor Hawkins, se presentó con su banda en el punto máximo del festival Lollapalooza Argentina 2022. Fue tan deslumbrante su trabajo que Página/12 resaltó que "en el cover que hicieron de 'Somebody to Love', hitazo de Queen, demostró también ser un cantante increíble". Pero anoche, poco antes del comienzo del recital que Foo Fighters tenía planificado este viernes en Bogotá, se conoció la terrible noticia: Taylor Hawkins había sido hallado muerto en la habitación de su hotel.
"La familia Foo Fighters está devastada por la trágica y prematura pérdida de nuestro querido Taylor Hawkins. Su espíritu musical y su risa contagiosa vivirán con todos nosotros para siempre", escribió la banda en su cuenta de Twitter.
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Los Fighters agregaron en su mensaje: "Nuestros corazones están con su esposa, hijos y familia, y pedimos que su privacidad sea tratada con el máximo respeto en este momento inimaginablemente difícil".
La noticia de la muerte de Hawkins (Fort Worth, Texas), que había cumplido 50 años el pasado 17 de febrero, se difundió apenas una hora antes de que subieran al escenario.
Taylor Hawkins: una figura carismática
Hawkins era una de las figuras visibles de la banda junto al ex Nirvana Dave Grohl. En los conciertos solía dejar la batería para cantar clásicos del rock como Under Pressure, de Queen y David Bowie, o Rock n' roll, de Led Zeppelin.
Creció en Laguna Beach (California), donde comenzó a estudiar música de conservatorio y aunque su especialidad era la batería también tocaba piano y guitarra.
Entre los artistas que inspiraron su carrera estaban Stewart Copeland de The Police, y Roger Taylor de Queen.
Hawkins aportó la percusión en algunos de los mayores éxitos del grupo, como "Learn to fly" y "Best of you". Anteriormente tocó la batería para la cantante de indie canadiense Alanis Morissette.
Los Foo Fighters celebraron el año pasado su 25º aniversario, y produjeron más recientemente "Studio 666", una película de terror y rock and roll.