En la semana que pasó, el secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, anunció que el rubro de los hidrocarburos es otro de los sectores productivos que viene creciendo y recuperándose luego de la crisis que desató la pandemia de coronavirus.
El funcionario informó que en febrero se superó la producción del mes anterior, “que había sido la más alta desde el 2011”, y aseguró que seguirán trabajando “para que continúe creciendo”.
La producción de petróleo no solo recuperó la caída que provocó la pandemia a través de las restricciones a la circulación, sino que ya superó los números obtenidos en toda la década. En febrero marcó un crecimiento interanual del 14%, empujado por el segmento no convencional que creció un 55% comparando con el mismo mes del año pasado.
Darío Martínez afirmó que esos niveles “son muy importantes para el país”, sobre todo en un contexto de crisis global energética a consecuencia de la guerra “que va a afectar a todos, inclusive a la Argentina". Ayer el barril Brent (de referencia para Argentina y Europa) se ubicó por encima de los 120 dólares impulsado justamente por las sanciones contra Rusia, lo que significó una suba del 4,7%. Mientras el WTI estadounidense subió un 4,52%, hasta llegar a los u$s114,25.
En enero la producción de petróleo total de Argentina alcanzó los 570 mil barriles diarios, convirtiéndose en la más alta desde diciembre del 2011. Mientras que un mes más tarde fueron 571.000.
En cuanto al gas, el último mes se mantuvo prácticamente estable en relación a enero, que también fue un mes con récord histórico de producción no convencional. Pero se produjo un 11% más de gas total y un 38% de no convencional en comparación con febrero del año pasado. “La actividad hidrocarburífera es central para el crecimiento del país, genera trabajo, más pymes que se suman y más desarrollo de las economías regionales”, concluyó el secretario de Energía.
Sin embargo, esa no parece ser la realidad de Salta. Según los datos que compartió la Secretaría de Energía y Minería de la provincia con este medio, la obtención de petróleo y gas viene cayendo desde 2010 sin parar, debido a la falta de inversión, la retirada de YPF en los años 90 con las privatizaciones que realizó Carlos Menem, y por la aparición de otros yacimientos más productivos en el sur del país , como Vaca Muerta, que se llevó la atención y las inversiones de la empresa estatal y de las multinacionales.
Mientras en 2010 (el último año con buena producción) se produjeron 573.000 metros cúbicos de petróleo y 5.363.000 de gas, el año pasado solo se alcanzaron 223.000 y 1.526.000, respectivamente. Esto equivale a poco más de 600 metros cúbicos de petróleo, y unos 4.000 de gas por día.
El director de Hidrocarburos de la provincia, Pablo Guantay, contó que el problema radica en que el Estado abandonó las cuencas maduras del norte del país que empezaron a decrecer a un ritmo anual de un 7 y 8% anual tanto para gas como para petróleo: “Falta una política federal, con una mirada integral para las cuencas maduras, caso contrario a lo que sucede en otras provincias como Neuquén o Chubut, con una presencia más fuerte del Estado nacional”.
Reconoció que en esas latitudes el contexto “es más que interesante para la actividad”, pero aclaró que no se debe descuidar ninguna cuenca “porque hoy el país necesita todo metro cubo de gas o petróleo”, debido a la escasez reinante en el mundo, que hace que las grandes potencias “compren cualquier excedente que ande dando vuelta”, a lo que se suma la crisis por el contexto de guerra que elevó sus precios, “y a que se viene el invierno y no estamos para salir a gastar divisas en el mercado internacional”.
Guantay recordó que aún no tiene tratamiento en el Congreso un proyecto de Ley de Hidrocarburos que beneficiaría a cuencas como la de Salta, y en ese sentido destacó que la provincia está intentando incluir un capítulo en donde se diferencien las cuencas del Noroeste y las maduras, para incentivar la producción, la explotación y la exploración de nuevos yacimientos.
Por eso desde la Secretaría de Energía y Minería se está buscando otorgar incentivos y ventajas competitivas “que permitan ser a estas cuencas un poco más alentadoras por lo menos desde el retorno de la inversión”. Entre las medidas mencionó la posibilidad de conseguir algunos cupos de exportación, ya que todo lo que se produce en Salta es para consumo interno.
Contó que en estos días la firma President terminó con una campaña de perforación de dos pozos para estudiar sus resultados, “si esto va bien, se puede tener otra perspectiva de inversión y estirar nuestro horizonte de reservas”. Sumó también el área de explotación a cargo de High Luck en Los Blancos, en el departamento Rivadavia, donde se descubrió hace unos cinco años un área de producción con unos 100 metros cúbicos: “con un nuevo pozo se pueden sumar otros 100 metros más, que en total alcanzaría los 600 por día en toda esa área”.
“Nuestro objetivo es tratar de frenar el declive natural de estas cuencas maduras a través de inversiones y de la utilización de nuevas prácticas de desarrollo, mientras buscamos nuevos incentivos que nos permitan tener alguna perspectiva mejor con respecto a las reservas y así seguir trabajando y sostener los puestos de trabajo y la producción”, detalló el director del área.
Por último, subrayó que Salta ofrece muchos beneficios a la hora de distribuir gas y petróleo a todo el país y la región “por su posición geopolítica”. Contó que hoy se podría terminar de cerrar el anillo “que viene del gasoducto del NEA” pasando por Formosa, Campo Durán y llega a Bolivia. A la vez, haciendo algunas obras se “podría captar gas de Vaca Muerta”, siendo este parte del gasoducto que va hacia el puerto de Mejillones, en Chile, y el interconectado Juana Azurduy con Bolivia.