Continúa el ballet del peronismo bonaerense. A medida que se acerca el cierre de lista, la danza se acelera y se hace más intensa. Florencio Randazzo presentó ayer los avales que respaldan su precandidatura en un acto en el que sus voceros juraron que no hay lugar para propuestas unificadas, mientras por abajo otros hombres de su equipo mantienen abiertas las negociaciones y ya se animan a especular sobre los términos de un eventual acuerdo. Esta tarde, un grupo de dirigentes que forman parte de ese armado asistirá al cónclave del PJ de la provincia convocado por Fernando Espinoza. Cerca del ex ministro aseguran que esa delegación no implica un acercamiento de posiciones. “Vamos a ir para explicar por qué estamos convencidos de que lo mejor que puede pasarle al peronismo son las PASO”, dijeron a PáginaI12.
“La lista de unidad, tal como está planteada, no es posible”, dijo ayer a la mañana Alberto Fernández, jefe de la campaña de Randazzo, en el acto en el que presentó los 30 mil avales que recogió el precandidato para inscribirse en la contienda electoral. Ese acto administrativo, en general despojado de glamour, fue utilizado por el equipo que impulsa al ex ministro de Trabajo como excusa para ratificar la intención de presentarse a las primarias y enfrentar al sector que se referencia en la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El acto estuvo encabezado por el ex jefe de Gabinete y los legisladores provinciales Norberto García y Eduardo Di Rocco, apoderados del espacio, sentados a una mesa adornada con un cartel con el hashtag #Randazzo2017.
“Estamos convencidos de que vamos en la senda correcta, y cuando pedimos revisar el pasado también pedimos revisar las estrategias electorales que en el pasado se ejercieron. En el pasado se decidió que no existieran PASO y perdimos”, sostuvo Fernández, que encabezó el acto que se llevó a cabo en el auditorio del gremio de Sanidad que conduce Héctor Daer, triunviro de la CGT y flamante incorporación al equipo. Exhibiendo las cajas con las treinta mil firmas recolectadas en todos los distritos bonaerenses y una pantalla gigante que mostraba en vivo cómo los avales se cargaban al sistema, el jefe de campaña confirmó que Randazzo buscará la candidatura a senador nacional.
“No podemos ser funcionales al Gobierno dividiendo la oposición, pero la oposición no se crea por acuerdos dirigenciales”, agregó Fernández, que descartó la posibilidad de que las primarias del peronismo terminen generando conflictos internos: “Somos en esencia democráticos, y para nosotros lo más importante es la voz de los ciudadanos, la voz de los bonaerenses y la voz de la gente. Queremos que la gente se exprese –concluyó–. Las PASO no son una lucha contra nadie sino la reafirmación de lo que creemos: la necesidad de la unidad del espacio opositor”.
Randazzo, en tanto, todavía no sale al ruedo. Mientras coordina la compleja maquinaria que se precisa para presentar listas de concejales en los 135 municipios, más diputados y senadores provinciales y nacionales, el precandidato aún decide mantenerse en un segundo plano, hablando solamente a través de sus aliados. Eso no cambiará esta tarde, en la reunión del peronismo bonaerense convocada por Espinoza y a la que fue invitado. “Va a ir una delegación a representarlo, para explicar amablemente y con firmeza nuestra posición y por qué las PASO son la mejor salida”, decían ayer en el entorno del ex ministro.
“Personalmente llamé a Florencio Randazzo para que acuda al encuentro, pero no lo encontré. Hablé con su secretario y con Julián Domínguez, quien me dijo que viene mañana”, había asegurado más temprano el titular del PJ bonaerense, que daba así el paso para sacar a la superficie los canales de diálogo, por ahora subterráneos, entre los dos sectores. “Por ahora falta bastante para que haya un acuerdo, pero en estos días dejamos de hablar de intenciones y empezamos a hablar de condiciones”, graficó uno de los hombres que trabaja en aceitar ese vínculo. El encuentro de esta tarde en la sede del PJ en Matheu pude ser otro paso en ese sentido.
Mientras tanto, el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, uno de los referentes entre los jefes comunales, ayer jugó fuerte para una candidatura de CFK: “Me gustaría ver a Cristina en el Congreso, la veo con muchas ganas de aportar”, dijo en una entrevista radial, donde destacó “la experiencia” y “la visión de futuro” de la ex presidenta. El jefe comunal sostuvo que “es el momento de que el peronismo muestre madurez y solidaridad para construir una alternativa que represente a la enorme mayoría que hoy se siente golpeada y desilusionada por las políticas del gobierno”, por lo que llamó a “dejar de lado las diferencias y garantizar la unidad del peronismo para ponerle un límite al ajuste de Cambiemos”.