El 10 de este mes comenzó el ciclo lectivo 2022 de la Diplomatura en Interpretación y Traducción Intercultural Wichi Castellano para el Acceso a la Justicia de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Salta (UNSa).
La Diplomatura comenzó su dictado en noviembre del año pasado, de manera virtual, y este año combinará virtualidad y presencialidad. Las de la primera quincena de marzo fueron las primeras actividades de dictado de clases y evaluaciones desarrolladas de manera presencial, en la sede de la Asociación Civil Tepeyac, ubicada la localidad de Morillo (o Coronel Juan Solá, en el Chaco salteño).
Según describieron los organizadores de la Diplomatura, "brinda formación lingüística, cultural y jurídica con miras a que sus estudiantes puedan desempeñarse como traductores e intérpretes wichí-castellano en instancias vinculadas con procesos judiciales". Se trata, indicaron, de un proyecto que "Materializa una demanda" y que surgió del Consejo Wichi Lämthes para facilitar el acceso a la justicia de los integrantes de las comunidades wichí de la provincia.
Osvaldo Segovia, miembro de la Comisión Wichí Lamthes, que integra a todas las personas hablantes del wichí, al tiempo que es docente de la Diplomatura, contó a Salta/12 que venían planteando la necesidad de la interpretación y traducción para facilitar el acceso a la justicia en las tres provincias que tienen habitantes hablantes del wichí: Chaco, Salta y Formosa. La Diplomatura tiene un cupo de 40 estudiantes, distribuidos en todas las regiones donde hay habitantes wichí.
La cursada se inició con un módulo sobre Introducción wichí. El 11 y 12 de marzo se comenzó a dictar Cosmovisión wichí, a cargo de Segovia precisamente. Habrá también un módulo sobre Lenguas y concluiría en mayo.
Segovia habló del profundo proceso de comprensión que implica esta Diplomatura. Dijo que van viendo la forma de interpretar las cosmovisiones de las culturas que interactúan en un proceso judicial cuando están involucradas personas de pueblos originarios. Por ejemplo, el concepto del bien y del mal. "Los futuros traductores tienen que tener un conocimiento sobre derecho universal", y deben velar para que se haga justicia reconociendo la cosmovisión indígena desde una perspectiva intercultural.
Ocurre, dijo Segovia, que muchas personas indígenas judicializadas no pueden defenderse debido a la barrera del idioma. Y por eso la Diplomatura tiene como objetivo que los operadores de la administración de justicia, jueces, fiscales y todos los demás que participan en un proceso judicial, puedan entender la cultura wichí. "No hay comunicación fluida, sobre todo de conceptos", observó.
También hay palabras de la técnica judicial para las que no existe traducción en wichí. Por eso, una de las tareas es ir creándolas, dado que "La lengua, por ser viva, tiene la posibilidad de seguir creando". Los consejeros se reúnen y discuten nuevas palabras que designen cosas u otros significados que en la vida ancestral de los pueblos originarios no existían.
Una de esas reflexiones es sobre el verbo robar, quitar a una persona algo que le pertenece. Es que en las comunidades no hay propiedad privada, los bienes son comunitarios, y "lo que es de la comunidad todos podemos usar", por lo tanto, no existe el robo. Pero el contacto con el "mundo blanco" exige que haya una palabra wichí que dé cuenta de este acto.
La otra gran cuestión central en la Diplomatura es la tierra. En el mundo occidental la propiedad de la tierra se demuestra con un papel, el título de propiedad. La dificultad para comprender esa abstracción viene provocando equívocos, cuando no ha sido aprovechada por gobernantes malintencionados, desde que se comenzó a hablar del debido reconocimiento de la propiedad ancestral, comunitaria, indígena.
En la vida de los pueblos indígenas antes de la colonización, el territorio, los límites del territorio que ocupaba cada grupo poblacional se respetaban en la acción, sin necesidad de palabras contenidas en un papel que lo dispusiera. "Tenemos límites simbólicos, geográficos". Por ejemplo, "los ribereños saben que hay un lugar que no pueden pasar porque pertenece a los montaraces", explicó Segovia.
Lengua oficial
Segovia, que reside en El Potrillo, Formosa, destacó un avance importante que se logró en Salta el año pasado: "Hace poquito la lengua wichí es lengua oficial en Salta". Dijo que la Diplomatura nació a raíz de esta aprobación, porque al ser una lengua oficial la puede dictar la Universidad pública.
Y destacó que esta cursada se hace no solo porque piensan en la capacitación a sí mismos, sino también "para los agentes u otros operadores, que tienen que tener un manejo mínimo del wichí para poder entablar un diálogo".
Añadió que una vez que termine esta Diplomatura, "la idea es evaluar" y ver si es conveniente continuar con su dictado.
El centro de la diplomatura es Morillo, porque ahí está la sede Tepeyac y porque el pueblo es equidistante de los domicilios de sus participantes, distribuidos en las tres provincias.
Por otro lado, Segovia consideró que los organismos del Estado argentino aún no llevan a cabo acciones tendientes a reconocer que en el país no se habla un único idioma. Por ejemplo, "la Anses debería tener información en lenguas originarias". Y en Salta, al ser el wichí una lengua oficial, debería enseñarse en las escuelas. Sin embargo, "Hay lugares donde no se enseña la lengua wichí, cuando debería ser como el castellano".
Más conectividad
En el acto del 10 de marzo autoridades de la Facultad de Humanidades gestionaron y entregaron becas de conectividad de la Facultad y 32 tablets a estudiantes wichís.
Según informó Humanidades, la gestión para obtener estos dispositivos móviles fue realizada por esta Facultad a través del “Programa de Acceso a Tecnologías para Adultos y Mujeres Rurales” del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) con la idea de facilitar el acceso a la formación de las y los estudiantes wichís que participan de la Diplomatura.
Las autoridades universitarias subrayaron que es la primera vez que en la Facultad de Humanidades, y en una universidad nacional, se dicta una diplomatura de esta envergadura.
En la inauguración del ciclo lectivo 2022 hablaron Demóstenes Toribio García, integrante del Consejo Wichí Lhämtes (CWLh); Catalina Buliubasich, decana de la Facultad de Humanidades; David Laxi Wierna, secretario de Extensión de la UNSa. También intervinieron Silvia Molina de Bertea, de Tepeyac, y Cristóbal Wallis, de la Fundación Asociana, dos organizaciones apoyan y acompañan la Diplomatura. Algunos estudiantes se refirieron a la relevancia de esta formación y cerró el acto la abogada Cecilia Jezieniecki, coordinadora de la Diplomatura.