Campesinos de Rivadavia Banda Sur, en el departamento Rivadavia, en el norte provincial, reclamaron por la falta de asistencia y de proyectos que les permitan vislumbrar soluciones a futuro en una zona inundada por las recurrentes crecidas estivales, y atacada por sequías. El gobierno provincial afirmó que las primeras obras serán destinadas a proteger a las comunidades de las inundaciones, mientras se piensa en un sistema para reservar y preservar las aguas que llegan hasta el lugar.

Eloy Saravia, del paraje La Medialuna, ubicado a unos 80 kilómetros de Rivadavia Banda Sur (RBS), fue esta vez el vocero de casi 100 familias de pequeños productores que se ubican en la zona afectada por la última crecida del río Bermejo, ocurrida hace una semana. Al igual que las comunidades originarias que quedaron incomunicadas con el pueblo cabecera, Saravia contó sobre las peripecias que tuvo que atravesar para conseguir que su esposa, con un embarazo de tres meses, pudiera acceder a un examen médico.

Fueron cuatro horas en una moto en la que iban ambos con su pequeña hija de 3 años. Pasaron por caminos cortados por las aguas, invadidos por raíces secas, y con puentes inestables que hicieron los mismos campesinos con postes.

El camino por el que se hace gran parte del trayecto es la ruta provincial 13, que se encuentra sin pavimentar, por lo que en épocas de lluvias y desbordes la accesibilidad se hace difícil. Aunque en el paraje hay una escuela primaria, “solo están yendo seis chicos” de la zona, que viven cerca y pueden llegar. Los demás están impedidos por el mal estado de los caminos.

Por otro lado, las aguas también invadieron los lugares de pastaje de los animales, que “se ponen feos, flacos, no hay quien controle la peste y no tienen forraje”, lo que provoca pérdidas. Frente a ello, lo poco que se logra salvar en la producción se vuelca al autoconsumo. Por ahora, ya tienen los formularios para acceder a beneficios por emergencia agropecuaria. La coyuntura de la necesidad es respondida con algo de alfa, maíz, un kit veterinario y semillas para plantar pasto. Las gestiones se realizan mediante el Frente Nacional Campesino (FNC) al que se encuentran adheridos quienes viven en estas zonas.

Saravia se quejó por la falta de gestiones de la Municipalidad a cargo de Lepoldo Cuenca para ayudar a los pobladores, al menos con caminos o puentes que les permitan llegar a los lugares que precisan en caso de emergencia. “Si tenemos alguna enfermedad tenemos que hacer como podemos. Las ambulancias tampoco pueden llegar”, afirmó. Ante ello, terminan solicitando la atención en Fortín Belgrano, ya en el límite con la provincia del Chaco, o en algunos parajes formoseños.

El agua que toman es muchas veces de la cisterna de la escuela, que tiene el insumo cuando la Municipalidad llega. Si no, sacan de las tinajas que lograron captar el agua de las lluvias que este año fueron escasas.

“Creo que si tenemos las herramientas se pueden hacer terraplenes, o algún alcantarillado para poder retener el agua”, deseó Saravia. Y es que a mitad de año se inicia la época de sequía y esta vez los animales, en mal estado por las crecidas que les impidieron ganar peso, es probable que mueran.

De emergencia en emergencia

“Pasamos de emergencia en emergencia”, dijo por su parte Mauricio Romero Leal, secretario de Recursos Hídricos de la provincia. Afirmó que se realiza un estudio tanto de esta cuenca como de otras en la provincia con el fin de avanzar modularmente y buscar, entre otras soluciones, un sistema de escurrimiento. 

“Estamos buscando tener una mirada integral”, dijo el funcionario a Salta/12 al indicar que la prioridad es trabajar en la protección de las comunidades, para luego avanzar sobre la reserva y uso del agua. Puso de ejemplo que el año pasado, antes de que las lluvias lleguen de manera adelantada, se lograron realizar trabajos en la comunidad de La Esperanza (paraje de RBS), haciendo un terraplén que la proteja de la inundación. Si bien el terraplén funcionó porque atajó a las aguas para que no lleguen a las viviendas, el paraje que quedó aislado.

“La idea es luego liberar algunos puntos de escurrimiento para poder limpiar los reservorios naturales” en la región, añdió Romero Leal. Pero afirmó que el proyecto es trabajar también en una captura de agua de mayor magnitud como lo son las represas.

Reconoció que esta “es una zona que precisa de mucha infraestructura”, pero en el avance es necesario ir conversando con quienes viven allí para contar con obras que puedan ser aprovechadas de la mejor manera posible.