Al menos cinco personas murieron este martes luego de un tiroteo en una ciudad cercana a Tel Aviv, en el segundo ataque en Israel en dos días y el tercero en sólo una semana. Hasta el momento ninguna organización asumió la autoridad del ataque en el que el tirador, identificado como un joven palestino, fue abatido por la policía. Poco después de conocerse la noticia, el primer ministro israelí Naftali Bennett convocó una reunión de los principales responsables de seguridad del país, mientras que el presidente palestino Mahmud Abbas emitió un comunicado condenando los hechos.

"Hemos registrado que desgraciadamente cinco personas murieron", anunciaron las autoridades de salud de Israel. Los ataques fueron cometidos en dos lugares de la ciudad de Bnei Brak según precisó Elie Bin, director del Magen David Adom, equivalente israelí de la Cruz Roja. Médicos y testigos reportaron otro ataque en una ciudad cercana, Ramat Gan, sin que hasta el momento se reportaran víctimas.

El atacante, un palestino de Cisjordania, murió por disparos de la policía en el lugar de los hechos. Según un vocero policial, el atacante "abrió fuego" contra un grupo de transeúntes en una calle de Bnei Brak, "disparó fatalmente a varios" de ellos y desde ahí se trasladó a otra vía, desde donde siguió disparando hasta "ser neutralizado".

El primer ministro israelí, Naftali Bennett, se reunió por la noche con altos cargos de seguridad, militares y de inteligencia para evaluar la situación, informó su oficina. "Israel se enfrenta a una ola de terrorismo árabe asesino", dijo Bennett, quien expresó sus condolencias a las familias de las victimas. El mandatario remarcó que las fuerzas de seguridad trabajan para "combatir el terrorismo con persistencia, diligencia y puño de hierro". 

El ministro de Defensa, Benny Gantz, también repudió el ataque y aseguró en su cuenta de Twitter: "Hemos pasado por momentos difíciles como nación y como país contra las olas del terror, y siempre hemos ganado con determinación y fuerza, y así será también esta vez".

Según el diario Haaretz, el atacante era un palestino de 26 años originario del norte de Cisjordania ocupada que en el pasado cumplió una condena de seis meses en Israel por delitos de seguridad. En Gaza, el grupo islamista Hamás celebró el ataque aunque no reivindicó su autoría. Según aseguró el movimiento, este fue "una respuesta natural a los crímenes de la ocupación cometidos contra el pueblo palestino".

Condena del presidente palestino

El presidente palestino, Mahmud Abbas, condenó el ataque y llamó a la calma para evitar un mayor repunte de tensión en la región. El mandatario lamentó el tiroteo en la localidad israelí de Bnei Brak, en la periferia de Tel Aviv, que acabó con la muerte de cuatro civiles y un policía que se enfrentó al atacante.

Ataques como el del martes "solo conducen a un mayor deterioro de la situación", dijo Abbas, quien alertó que la región está ahora "al borde del deterioro de la situación" cuando quedan pocos días para el inicio del mes sagrado musulmán de Ramadán. Según declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias Wafa, el presidente advirtió de "la instrumentalización" que se podría hacer del ataque y ante posibles "reacciones" contra palestinos por parte de colonos israelíes y otros grupos.

"El ciclo de violencia confirma que una paz permanente, global y justa es la forma de asegurar la seguridad y la estabilidad para los pueblos palestino e israelí y los pueblos en la región entera", afirmó Abbas el martes por la noche. El líder palestino se entrevistó en los últimos días con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el rey jordano, Abdallah II, quienes fueron a Ramala, sede de la Autoridad Nacional Palestina en Cisjordania.

Antecedentes de ataques en Israel

El ataque del martes es el tercero en una sola semana en Israel. El domingo, dos ciudadanos árabe-israelíes mataron a dos policías en otro tiroteo en la ciudad norteña de Hadera. A su vez, el martes pasado murieron cuatro civiles en la urbe meridional de Beersheva, en otro ataque cometido esta vez por un beduino del área. 

El atacante fue identificado como un profesor condenado en 2016 a cuatro años de cárcel por planear viajar a Siria para luchar junto al Estado Islámico (ISIS) y hacer apología de esa organización. El ISIS reivindicó posteriormente ambas agresiones.

Frente a la situación actual, la policía israelí decretó el estado de alerta máxima y ordenó el refuerzo con miles de agentes para la vigilancia de centros educativos, estaciones o lugares concurridos. A su vez, el Ejército decidió desplegar un mayor número de tropas en Cisjordania ocupada.

Un total de once personas murieron a causa de los ataques esta última semana, una cifra no registrada desde 2006. Esto ha llevado también a críticas contra el gobierno, en parte de grupos de extrema derecha que protestaron en las calles de Israel luego del ataque del martes, según informaron medios locales. 

Estos atentados se producen en un momento de numerosas reuniones para tratar de apaciguar las tensiones antes del Ramadán, el mes de ayuno musulmán que se iniciará este fin de semana. Durante el Ramadán de 2021, los enfrentamientos entre fuerzas israelíes y manifestantes palestinos en Jerusalén, sobre todo en la Explanada de las Mezquitas, desencadenaron una guerra sangrienta de once días entre el Hamas y el Ejército israelí.