Los representantes diplomáticos del Kremlin en Irlanda, Bélgica, Países Bajos y República Checa fueron expulsados luego de ser acusados de ser agentes de inteligencia o representar una amenaza para la seguridad de los países en el contexto actual de la invasión de Rusia a Ucrania. Moscú dijo que respondería a cada una de las expulsiones, más temprano había hecho lo mismo con la diplomacia de Letonia, Estonia y Lituania en respuesta a sanciones similares aplicadas por los tres países bálticos.
Bélgica decidió expulsar a 21 personas que trabajan para la embajada y el consulado rusos, sospechosas de estar implicadas en "operaciones de espionaje e influencia que amenazan la seguridad nacional", anunció este martes la ministra de Exteriores belga, Sophie Wilmès. Los acusados tendrán que abandonar el territorio belga en un plazo de 15 días. En la misma línea, Irlanda anunció la expulsión de cuatro diplomáticos rusos por considerar que sus actividades "no cumplen las normas internacionales de comportamiento diplomático". El embajador ruso, Yury Filatov, calificó la decisión del gobierno irlandés de abitraria e infundada.
Países Bajos anunció por su parte que expulsará a 17 diplomáticos rusos que actuaban como oficiales de inteligencia, afirmó el martes el Ministerio de Exteriores neerlandés. "Hoy fue convocado el embajador de Rusia en el Ministerio de Relaciones Exteriores" y se le informó de la expulsión, dijo el ministerio con sede en La Haya. Por último, el ministerio de Relaciones Exteriores de la República Checa dijo que a un diplomático de la embajada rusa en Praga se le dieron 72 horas para salir del país. "Juntos con nuestros aliados, estamos reduciendo la presencia de la inteligencia rusa en la Unión Europea", señalaron.
En tanto, Moscú confirmó que responderá a la expulsión de diplomáticos rusos por parte de Bélgica, Irlanda, Países Bajos y República Checa, anunció hoy la portavoz del ministerio de Exteriores de Rusia, Maria Zajarova. "Responderemos a todos", sentenció citada por la agencia TASS.