Una jueza provincial priorizó el deseo y el parecer de un niño, en lugar de la ley, ante una situación que derivó en el primer fallo judicial en Santa Fe que reconoce la pluriparentalidad ante una demanda de filiación. "El amor familiar, el amor que cimenta y construye los vínculos y lazos más allá del parentesco sanguíneo, no puede ser encasillado, encorsetado, en la letra fría y textual de una norma", argumentó Marisa Malvestiti, jueza de Familia en la ciudad de San Cristóbal, para fallar en disenso con el artículo 558 del Código Civil, que solo admite la posibilidad de dos vínculos parentales para una persona. En este caso, el fallo judicial reconoce legalmente que el niño tiene, además de su madre, dos padres: el esposo de su mamá con el que nació y se crió, y su padre biológico, que lo concibió en una relación extramarital con la mujer, y que pidió que se reconozca su paternidad.

La magistrada emitió el fallo el 14 de marzo, pero trascendió ayer. Dispuso no aplicar el mandato del Código Civil de que solo se admiten dos vínculos filiales. Asimismo, aceptó la demanda de filiación extramatrimonial que entabló un hombre (sus iniciales, R.P.), y declaró entonces que él es padre del niño A.C.I., tanto como el "padre reconociente", A.C.. En consecuencia, Malvestiti ordenó al Registro Civil el bloqueo del acta de nacimiento original del niño, hoy de 9 años, y emita una nueva en la que los padres sean estos dos, además de la mamá, N.I. También el fallo dispone que se emita un nuevo DNI para el niño, y que consigne la pluriparentalidad reconocida.

Los nombres se consignan por sus iniciales y sin mayores detalles para preservar la identidad de sus protagonistas, sobre todo la del niño. 

El niño A.C.I. nació en 2012, fruto de una relación extramatrimonial. En 2018, N.I. comunicó a R.P. la posibilidad de que fuera él y no su esposo el padre biológico. Lo confirmaron con un estudio privado de ADN. A partir de allí, R.P. interpuso una demanda de filiación y solicitó anular el vínculo filial del niño con su padre de crianza. Hace un par de años que tiene trato frecuente y amoroso con su hijo.

"Para que esta persona pueda reconocerlo como hijo –explicó la jueza en diálogo con Rosario/12–, el Código dice que hay que dejar sin efecto el vínculo que ya estaba, el de paternidad presumida; según el artículo 558 ninguna persona puede tener más de dos vínculos filiales. Para incorporar al papá biológico, había que dejar sin efecto el otro", resumió.

Enterado A.C. de la situación planteada, exigió un ADN oficial a través de la Corte, que confirmó el análisis privado. Su abogada planteó entonces que "se tenga en cuenta la figura de la pluriparentalidad y el vínculo afectivo creado". De esto ya había antecedentes en otras provincias. 

"Ninguna de las partes objetó eso. Preferí escuchar al niño, el principal protagonista e interesado. Lo escuchamos junto al defensor general. Hacía dos años que había empezado a tener contacto con su papa biológico, pero el otro seguía siendo su papá, lo mismo la abuela paterna. A.A. manifestó que estaba cómodo. Entendía que se incorporaba P. a su vida familiar pero no quería cambiar de apellido", reveló la jueza.

De acuerdo con eso, Malvestiti optó por no declarar la inconstitucionalidad de la norma, pero sí atender a la jurisprudencia que argumenta que "cuando la norma se torna injusta se puede abstener de aplicarla". Para ello se valió una doctrina llamada "trialismo", que manda a observar tres planos de la ley: la norma misma, pero también la realidad social, y los valores en juego. Así se decidió a fallar como lo hizo.

El niño –que convive con su madre, porque el matrimonio se divorció– aceptó sumar a su padre biológico y a esa tercera familia ampliada, pero no sumar otro apellido mas que con los que se identifica desde siempre. "Quiero seguir llamándome A.A.C.I.. Voy a la escuela (...) Ahí todos me conocen así, con ese nombre, y mis amigos también. No quiero que eso cambie”, declaró el niño en la entrevista con la jueza.

"Es elogiable que los adultos dejaron de lado sus posiciones personales, sin egoísmos, y acordaron respetar lo que fuera mejor para el nene. Los tres lo acompañan en el proceso", destacó Malvestiti. 

La magistrada, además, escribió una carta para A.A., en la que eligió al héroe favorito del niño, Naruto, un personaje de animé japonés. "Tiene la misma valentía de Naruto, y protege a los que quiere como él, pero a diferencia de que él dice que se eligen los amigos pero no los padres, él sí pudo hacerlo", concluyó.