Las puertas de la municipalidad de Tartagal amanecieron convulsionadas este lunes. Esta vez no fueron los empleados municipales, sino miembros de las cooperativas nucleadas en el movimiento Quebracho.
Unas 200 personas pertenecientes a este espacio con presencia en el norte provincial, se movilizaron para pedirle al intendente local, el radical Mario Mimessi, que ceda algunas obras públicas, denunciando que se las están entregando a “empresas fantasmas”, que según ellos las arman algunos miembros del Ejecutivo municipal.
Así lo aseguró a Salta/12 uno de los referentes de Quebracho, Ramón Alfaro, quien se movilizó junto al grupo de trabajadores hasta el municipio reclamando ser atendidos “y para que aclaren lo que está sucediendo”.
“Esta es una manifestación pacífica”, aclaró ante la numerosa presencia de efectivos policiales que generó el acto. Sostuvo que para ellos “el intendente está haciendo mal las cosas”, debido a que como movimiento llevan más de 18 años en Tartagal, “somos responsables inscriptos, tenemos una fundación y cuatro cooperativas, y de repente aparecen fundaciones y empresas de Salta capital trabajando acá en la zona y a nosotros nos dejan afuera”.
Además, denunció que la mayoría de las figuras que utilizan para realizar obra pública municipal, “son empresas fantasmas manejadas por allegados al intendente y otros funcionarios”.
El dirigente defendió sus dichos al aclarar que “Tartagal es chico y nos conocemos todos, y para el pavimento que se hizo en el barrio Villa Güemes, la gente estaba en negro, no tenían ni siquiera elementos como corresponde y cuando uno preguntaba por la empresa, nadie la conocía ni nadie daba la cara”. “No son empresas" en realidad, dijo, "porque ni siquiera tienen una pala y una carretilla; cuando nosotros sabemos, tenemos conocimiento de las obras y elementos suficientes”, añadió.
Señaló que otros servicios que fueron tercerizados a organizaciones desconocidas y que no serían de la zona, como la limpieza del Mercado, “te da a pensar que hacen eso para quedarse con la plata y excluirnos a nosotros”.
“Son cosas que te indignan y por eso pedimos explicaciones”, declaró. Contó que la mayoría de los integrantes de ese espacio estuvieron realizando la construcción de 12 monoambientes del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), que están próximos a finalizar “y de ahí nos quedamos sin trabajo”. “Son todas obras de la Provincia o Nación, no de él (por Mimessi), porque no nos da nada”, afirmó.
También indicó que pedirán ayuda para sus merenderos “no nos llega nada, todo tenemos que esperar que llegue desde Buenos Aires” y, sin embargo, el municipio tiene 80 merenderos y comedores beneficiados por la municipalidad”.
“¿Dónde va la obra pública?, ¿dónde va la coparticipación que llega a los municipios?”, preguntó. Y adelantó que si no obtienen respuestas, seguirán manifestándose todos los días “hasta las últimas consecuencias”.
Alfaro rebatió los argumentos de quienes los sindican como un movimiento que responde a intereses políticos: “No pertenecemos a ninguna agrupación política ni tenemos intereses políticos, lo hacemos porque defendemos los trabajadores y los desocupados”. Y agregó que en una o dos semanas terminarán la obra "y no vamos a tener qué hacer, por eso vinimos hasta acá, porque necesitamos seguir comiendo”. A la vez, detalló que también elevan pedidos constantes a los gobiernos nacional y municipal, “pero nunca te dan más respuesta que no sea la de contención puntual”.
Ayer por la tarde el mismo jefe se comprometió a atenderlos para evacuar sus consultas. “Queremos trabajo, nosotros ya levantamos más de 400 casas, y demostramos que sabemos trabajar, pero necesitamos que nos escuchen y nos tengan en cuenta”, culminó Alfaro.
Niegan sociedades fantasmas
Desde el municipio, su asesora legal, Irene Velázquez, negó que existan sociedades “fantasmas” que realicen obras contratadas por el Ejecutivo y afirmó que las cooperativas que pertenecen a Quebracho “tienen obras al día de hoy”, como la mencionada del IPV, o los playones deportivos otorgados por la Secretaría del Interior de la Nación, “que aún no las han iniciado a pesar de haber recibido los adelantos”. “No es que están sin trabajo”, sostuvo.
La abogada explicó que en ningún momento ese movimiento había realizado pedidos formales con anterioridad, “fue todo mediático”, sostuvo y relativizó los dichos de Alfaro en cuanto que era un pedido pacífico cuando “cortaron la avenida San Martín toda la mañana”.
Con respecto a las obras que desde Quebracho sostienen fueron otorgadas a “empresas fantasmas”, Velázquez detalló que una de las apuntadas hizo obras en una escuela en el Kilómetro 17, “que se adjudicó y se licitó todo en Salta, sin participación del municipio”.
Aunque reconoció que desde el Ejecutivo de Tartagal sí se realizaron contrataciones con empresas de Salta pero con oficinas en aquella localidad, “a través de contrataciones abreviadas de acuerdo a lo que establece la Ley de Contrataciones y con la publicidad correspondiente” y de las que, según la asesora legal, Quebracho no se presentó en la compulsa. “No son ninguna empresa fantasma, sino que son firmas consolidadas y con trayectoria”, manifestó.
Sobre las obras en el Mercado, contó que hasta donde ella conoce, se están realizando las obras de limpieza a través del mismo personal municipal, así como las tareas de pavimentación en Villa Güemes.