El secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines Cafayate (SOEVA), Nelson López, denunció a un capataz y a la Bodega El Esteco tras haber sido agredido por el primero y por malos tratos y precariedad laboral con los empleados a bodega.

López contó a Salta/12 cómo fue agredido físicamente por el capataz de la firma Peñaflor, Daniel Guaymás, cuando por intermedio de los empleados se presentó a exigir que se respeten los protocolos covid, ya que los 90 cosecheros estaban descargando sobre el mismo camión a la vez y utilizando la misma escalera, cuando el reglamento especifica que no pueden ser más de 30, “lo estaban haciendo para ahorrarse cuadrillas, entonces metían tres en una”, explicó.

“Yo me sumé a la asamblea de los empleados para acompañarlos al lado del camión donde estaban descargando, y como ellos habían corrido las escaleras de metal y las bancas en señal de protesta, Guaymás apareció insultándonos a todos”, contó y agregó que fue directamente contra él para empujarlo y amenazarlo.

En su declaración ante la Fiscalía Penal de Cafayate, López expuso que el capataz de la bodega le dijo, “¿qué tal si yo te voy a romper la camioneta y te la tiro? ¿O si voy a tu casa y empiezo a romper todas las cosas?”, para luego agregar, “te voy a agarrar a donde sea para golpearte”. El denunciante dijo que Guaymás también amenazó a los trabajadores con no volver a contratarlos para las próximas cosechas.

“Él se enojó porque habían corrido las bancas y las vallas que había para descargar las gamelas”, sostuvo. Añadió que lo que a la empresa le disgusta es la intervención del Sindicato y que se pelee para que se respeten los derechos de los trabajadores. “La gente estaba disconforme porque estaban trabajando 90 personas en una misma cuadrilla, cuando por protocolo tienen que ser 30”, explicó, y contó que él ya había sufrido una situación de violencia por parte del mismo grupo en la localidad catamarqueña de Santa María, ubicada a 89 kilómetros de Cafayate.

“Como sindicato pedimos que se termine la violencia laboral en esa bodega”, expresó el gremialista, quien sostuvo que los malos tratos y la precariedad “son permanentes”, y que por eso, entre otras cosas, “la gente se niega a trabajar ahí”.

La fiscala interviniente, Sandra Rojas, dictó una prohibición de acercamiento de Guaymás a los empleados de la bodega y al representante gremial por el temor que manifestaron al considerarlo “una persona agresiva”. Además, aseguraron que no es la primera vez que el acusado los sometía a amenazas y maltratos, y que habían denunciado este accionar ante la Secretaría de Trabajo de la provincia.

“Desde el 2015 venimos denunciando las dificultades que presentan diferentes trabajadores a la hora de realizar sus tareas con esta empresa y particularmente con este señor”, expuso López.

En la primera quincena de marzo esta bodega hizo pública una solicitud afirmando que no conseguía la cantidad de cosecheros necesarios para realizar la vendimia de este año. Entre otras cosas adujeron que muchos temían perder los programas nacionales como la Asignación Universal, algo que desde el año pasado y a través de un decreto presidencial, ya no sucede para los trabajadores rurales temporarios como los de la uva. A pesar de estar registrados algunos meses, no pierden el beneficio por considerar que durante todo el año les cuesta mucho conseguir otros empleos.

El secretario general del SOEVA negó que ese sea el motivo por el que la gente no se suma a prestar labores en esa firma, sino que en primer lugar es porque saben que allí “se maltrata a los trabajadores”. Pero además, porque el precio acordado por tacho de uva es muy bajo para las tareas a realizar y no alcanza para completar un jornal.

Para esta temporada se acordó un precio de $72,50 por gamela cosechada, cuando desde el sector que representa a los obreros pedían un piso de $84.