El Fondo de Población de la ONU, la agencia encargada de la salud sexual y reproductiva, advirtió que casi la mitad de los embarazos que se dan cada año en el mundo son accidentales o involuntarios, por lo que llamó a reforzar la inversión en educación sexual y métodos anticonceptivos.
Se estima que parte de esta “crisis invisible”, como la llamó el organismo, hay 121 millones de embarazos involuntarios a nivel global. De esos embarazos no buscados, más de un 60 por ciento terminan en abortos, que en muchos casos no se llevan a cabo de forma segura. Entre el 5 y el 13 por ciento de las mujeres que se someten a abortos inseguros muere, según el informe.
Aunque el número de embarazos accidentales se redujo en las últimas dos décadas, el organismo advirtió que la tasa sigue siendo muy alta y que el porcentaje abortos aumentó. Según la agencia, las principales causas de este problema son la falta de educación y atención sexual y reproductiva, opciones anticonceptivas que no se adaptan bien a las necesidades de muchas mujeres, estigmas presentes en muchas sociedades, violencia sexual y pobreza, entre otros.
El papel de la desigualdad de género
La directora ejecutiva del organismo, Natalia Kanem, advirtió también que la desigualdad de género es causa y a la vez consecuencia de los embarazos no deseados. Un embarazo no deseado, explicó, tiene importantes efectos en la educación y las oportunidades de progreso para millones de mujeres.
"Para las mujeres afectadas, la decisión reproductiva más importante, el quedarse o no quedarse embarazada, no es una elección", dijo Kanem.
Según las estimaciones de la ONU, unos 257 millones de mujeres de todo el mundo que no quieren quedar embarazadas no están usando métodos anticonceptivos modernos y hasta un 25 por ciento de todas las mujeres no tienen capacidad para negarse a mantener relaciones sexuales.
Kanem sostuvo que estos problemas son especialmente graves en el caso de las adolescentes, que muy a menudo se ven forzadas o presionadas para mantener relaciones, quedando en muchos casos condenadas a una vida de pobreza al tener que dejar sus estudios.
El organismo destacó además cómo los embarazos no buscados se disparan en situaciones de conflicto, en las que las mujeres pierden acceso a métodos anticonceptivos y aumentan los casos de violencia sexual. Por eso llamó la atención sobre el riesgo para las mujeres ucranianas, desplazadas en masa por la guerra.
Frente a estas cifras, desde esta agencia de la ONU llamaron a reforzar los recursos en el ámbito de la educación sexual y reproductiva y en el acceso a anticonceptivos y remarcaron que el problema es un asunto social que no puede reducirse nunca "a una cuestión de responsabilidad o irresponsabilidad individual" de las mujeres.