La intimidad de la barra

Un edificio imponente, patrimonio histórico porteño construido en 1899 por pedido del por entonces presidente Julio Argentino Roca para albergar las caballerizas de la Casa de Gobierno. Es ahí donde, desde enero de este año, funciona el Mercado de los Carruajes, patio de comidas que suma espacios al aire libre, bares y pequeños almacenes, entre más de 40 propuestas gastronómicas. Hay mucho para elegir, con esas lógicas propias de este tipo de lugares, especializados en una cocina rápida y efectiva. Entre las opciones destaca Nozomi, una pequeña e íntima barra de sushi comandada por la familia Matsuoka, con el propio Juan a cargo del diseño de la carta (Juan Matsuoka, chef actual de Osaka, es reconocido por sus pares como uno de los mejores sushimen del país).

Ubicado en el bajo porteño, en un Microcentro destratado por la pandemia, el Mercado de los Carruajes cambia de clientes según horarios y días. De mediodía van oficinistas, las noches de semana está por ahora muy tranquilo, los fines de semana suma muchos turistas y paseantes. Lejos de cerrarse en la exclusividad, Nozomi intenta abre la oferta: hay bandejitas de sushi a buen precio para el almuerzo diario (donde no faltan el salmón o el queso crema) y también arman piezas a gusto del comensal, incluso con pescado cocido para aquellos que eviten lo crudo. Lo mejor es dejarles libertad de acción y entregarse a las manos de sus experimentados sushimen: el menú de cinco pasos (que suma casi 20 piezas, $4800) suele arrancar con un tiradito y seguir con niguiris, sashimis y rolls. Además de salmón suele haber trucha y pescados blancos del día, desde besugo a lenguado, además de langostinos, vieiras y más habitantes del Mar Atlántico. Para beber hay té, sakes, gaseosas, agua: aún no ofrecen vino, pero se puede pedir por copa en el wine bar a un par de puestos de distancia.

Nozomi está empezando su recorrido en este mercado, conociendo recién su escenario y a sus clientes; todavía tiene para crecer. Una buena idea en el centro porteño.

Nozomi queda en el Mercado de los Carruajes, Av. Alem 850. Horario de atención: domingos a miércoles, de 12 a 22; jueves a sábados de 10 a 24. Instagram: @nozomi.ryori.

Desafío palermitano

La gastronomía peruana en Buenos Aires suele dividirse en dos estilos bien diferenciados: los lugares pensados para la propia colectividad peruana, como los que se ubican en los alrededores del Abasto, con precios amigables y estética popular; y los más sofisticados, muchos por el barrio de Palermo, de alto precio y presentaciones delicadas. Por eso sorprende -para bien- lo de Asu Mare: una barra cevichera nacida durante la pandemia en Balvanera, que ahora suma una segunda casa en Palermo, uniendo así dos miradas a primera vista antagónicas. “El desafío fue doble: en el primer local quisimos mostrar a la colectividad que se puede ofrecer calidad con platos mejor presentados; y en Palermo llegamos con precios mucho más bajos que los habituales para la zona, con la misma carta que en Once”, cuenta Dangelo De La Cruz, quien tras un largo paso por La Causa Nikkei decidió independizarse junto a su pareja Luisana.

Con un menú breve especializado en pescados y mariscos, una cena en Asu Mare podría empezar por alguno de sus ceviches, desde el clásico con leche de tigre ($1200) hasta el mixto de pescados y mariscos en crema de rocoto ($1220), pasando por una cevicausa (causa de papa y palta coronada con ceviche, $1230). Del lado caliente, se suman platos como la sabrosa chaufa de mariscos (arroz salteado con huevo, verdeo, morrón, salsa de ostras y de soja, aceite de sésamo, calamares y langostinos, $1210), el apto todo público chicharrón (hay de pescado, de mariscos, de calamar, desde $1200) o algunos guisos/sopas como la bienvenida parihuela a $1300. Una buena opción es pedir el dúo ($2000) o trío ($2920) marinos, que permite elegir dos o tres platos en tamaño reducido.

El local de Palermo es amplio, juvenil, con patio interno y ciertos aires de bar playero. A tono con esto suma bartender y tragos (pisco sour, chilcano, mojito peruano y más, desde $650) además de cervezas para bajar los picantes. Una apuesta desafiante que merece ser visitada.

Asu Mare Palermo queda en Thames 1514. Horario de atención: martes a sábados de 13 a 24; domingos de 13 a 22. WhatsApp: 11-7898-2700. Instagram: @asumare_barracevichera.

Brasas de mar y tierra

Hace años que Fervor marca el ritmo culinario en esa calle Posadas rodeada de hoteles cinco estrellas y un barrio tradicional. Lo hace con una fórmula ganadora, especializándose en las consabidas carnes del campo nacional, pero también en los sabores del mar, una combinación poco usual y bienvenida. El local es amplio, una cantina elegante con preciosa cristalería, mesas vestidas de blanco, piso en damero, la araña central hecha con cubiertos, cuadros de pescados en las paredes, marquesinas de madera, espejos, camareros profesionales vestidos de uniforme y un segundo piso que balconea sobre el salón principal. Fervor tiene algo del clásico restaurante porteño, esos que uno imagina anclados en la historia, con detalles de modernidad contemporáneos. Como novedad: el deck en la vereda, buena incorporación acorde a tiempos actuales.

La carta evidencia sus dos caras: del lado cárnico brillan los cortes madurados en seco y con hueso, que generan piezas de carne de sabor intenso, tierno y sabroso. El ojo de bife de 300 gramos ($1805) logra salir bien caramelizado por fuera y muy jugoso por dentro, una delicia. La especialidad es el asado de campo para dos personas a $5530, pero también hay vacío del fino ($2990), entraña, picaña, lomo y más. Del lado de los pescados, siempre están el salmón rosado y la trucha asalmonada (ambos de criadero), pero también los pescados del Atlántico según lo que se consigue cada día: entre $1600/$2000 puede ser besugo, corvina, anchoa, mero, abadejo, lenguado, pejerrey y otros. Todos salen en filetes con piel y sin espinas, húmedos en el centro, como debe ser. Se les puede sumar alguna salsa, como la vasca con verdadero pimentón de la Vera.

Hay entradas como tortilla de papa ($1345), buñuelos de acelga ($1040), empanadas santiagueñas, revuelto gramajo. Hay achuras y embutidos, como morcilla, riñón, mollejas, chunchulín de cordero. Hay un par de pastas y algunos etcéteras. Todo lo necesario para que pasen los años y Fervor se mantenga como lo que quiere ser: un clásico moderno.

Fervor queda en Posadas 1519. Teléfono: 4804-4944. Horario de atención: todos los días de 12 a 15:30 y de 19:30 a 24. Instagram: @fervorbrasas.