La camioneta Fiat Fiorino LGY 025, que aparece en imagen en dos de las casi 50 multas que registra, es uno de los vehículos usados para la pegatina de carteles injuriosos contra Cristina Fernández de Kirchner.
El auto con el que llevaron los afiches contra Cristina Kirchner
La Fiorino entró a CABA por la Autopista del Oeste, ya con los carteles cargados, y las cámaras la ubicaron luego en el centro porteño. En esa zona pegaron entre 300 y 500 afiches, bien confeccionados y, muy posiblemente, impresos también en zona Oeste.
La pegatina se hizo en carteleras propiedad de las tres empresas que tienen la concesión y todo indica que los mismos que concretaron la operación luego llamaron a los medios para que tomen imágenes y le den repercusión en los canales de televisión.
Los investigadores sostienen que en pocas horas van a poder establecer el lugar de impresión, porque no hay muchas imprentas que puedan hacerlo.
Por ahora, todo indica que "mano de obra barata", al estilo de barras bravas de fútbol, fueron los contratados para hacer el trabajo sucio. Habrá que ver si la justicia logra dar con quién puso en marcha la operación que claramente tuvo el objetivo de incentivar rupturas y violencias dentro del Frente de Todos. Según creen en la alianza oficialista se trata de alguien ajeno al FdT.
La investigación judicial
El caso de los carteles ya se investiga en tres causas judiciales. El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, se presentó en Comodoro Py porque considera que hubo una agresión a los tres poderes del estado, es decir que se trata de un hecho de implicancias federales. El expediente recayó en el juez Daniel Rafecas quien seguramente le dará vista al fiscal antes de pronunciarse. Por ahora, la calificación es averiguación de delito.
El ministerio público porteño, que encabeza Juan Mahiques, actuó de oficio y la causa -impulsada por el ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo Dalessandro- recayó en el fiscal Mauro Tereszko. En este expediente es que se detectaron, a través de las cámaras de seguridad, los movimientos de las dos camionetas.
El tercer expediente surge de la denuncia realizada por José Pepe Albistur, titular de Grupo Al Sur, que tiene la concesión de carteleras en la Ciudad de Buenos Aires. El empresario, muy amigo del presidente Alberto Fernández, alegará que una parte de los carteles se pegaron por encima de los afiches de sus carteleras, pero a lo que se apunta es a delitos que de alguna manera incentivan la violencia contra la democracia.