El Gobierno porteño no salió a contestar públicamente al planteo que le hicieron 19 gobernadores a la Corte Suprema por la disputa por la coparticipación porteña, que Mauricio Macri aumentó unilateralmente durante su gobierno. En privado, repitieron los mismos argumentos y confiaron en que la Corte será la que ordene qué monto le corresponde a la Ciudad por la transferencia de la policía. Se mostraron comprensivos con la posición de las otras provincias y prefirieron no opinar. En tanto, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, no se sumó al reclamo, pese a que no coincide cien por ciento con la posición de la Ciudad. Fue un gesto político hacia Horacio Rodríguez Larreta, a quien también invitó esta semana a un homenaje a Raúl Alfonsín. Morales dijo que no intervendrá hasta que la Nación y la Ciudad se pongan de acuerdo.
Desde que Alberto Fernández retrotrajo el aumento dispuesto por Macri y el Congreso sancionó una ley específica para la transferencia de los fondos de la policía, Larreta viene litigando en la Corte Suprema para recuperar lo que le había dado Macri, que subió la coparticipación porteña de 1,4 a 3,75 por ciento. Argumentó que el dinero que le había transferido el entonces presidente era el que precisaba para la Policía de la Ciudad, pese a que el Gobierno nacional presentó cálculos en los que indica que le transfirió muchos más fondos y sin un destino específico. De hecho, desde 2021, Larreta inició una larga serie de recortes presupuestarios que impactaron -por ejemplo- en la construcción de escuelas y por los que culpó al Gobierno nacional.
Las audiencias no vienen llegando a buen puerto, si bien desde el Gobierno porteño sostienen que están "intentando acercar posiciones". Lo cierto es que hay una brecha un tanto insalvable entre lo que pretende la Ciudad y lo que están dispuesto a aceptar desde el Gobierno nacional y las otras provincias. Esto se volvió a plasmar en un encuentro esta semana al que, por la Ciudad, fueron el jefe de Gabinete, Felipe Miguel, el Ministro de Hacienda, Martín Mura, y el procurador Gabriel Astarloa. "Estamos intentando negociar para llegar a un punto de consenso", insistieron. "Después queda todo en manos de la Corte", advirtieron cerca de Larreta.
"Respecto de la posición de los gobernadores, es lógica por como funciona el sistema de coparticipación en el país", fue todo lo que acotaron sobre la carta que los gobernadores enviaron a la Corte Suprema. Larreta buscará no antagonizar con las otras provincias y presentar la disputa como una bilateral entre el Gobierno porteño y el nacional.
No obstante, por una vez, consiguió sumar un aliado. Larreta ya se había quedado solo cuando intentó que los gobernantes de Juntos por el Cambio no asistieran a conversaciones con el ministro de Economía, Martín Guzman, sobre la negociación con el FMI y también cuando firmaron el pacto fiscal (en ambos casos, él no participó, pero los tres gobernadores radicales sí lo hicieron, de distintas maneras). En este caso, consiguió que lo acompañe el gobernador de Jujuy y titular de la UCR Nacional. Según cuentan en la Ciudad, Larreta y Morales conversaron sobre el tema y el jefe de Gobierno le dijo: "Sos libre de hacer lo que quieras". Lo llamativo es que, por una vez, Morales no eligió diferenciarse, como sí hizo otras veces cuando Larreta buscó posicionar a la Ciudad y reclamar fondos.
Si bien en su entorno advierten que Morales no coincide con la posición que está sosteniendo Larreta de pedir más dinero para el distrito más rico, el gobernador de Jujuy optó por no firmar la carta a la Corte Suprema. Fue un gesto político. "Ya le dije al Gobierno que voy a hablar con Horacio si está en el marco de los acuerdos a los que están arribando con la Ciudad. Si es así, voy. Si no, no voy a ir", planteó Morales en una entrevista televisiva. Es decir: eligió correrse a un costado mientras siga la disputa. "Gerardo no está de acuerdo con la plata de más que le dio Macri a Larreta, pero considera que ahora ambos gobiernos tienen que llegar a un acuerdo justo", advirtieron en su entorno.