Las historias de estafas, robos y hackeos en el mundo de las criptomonedas siguen generando noticias impactantes. En los últimos días se sumó a la lista el ataque cibernético contra uno de los juegos más populares del mundo cripto llamado Axie Infinity. Los ejecutivos de la firma que desarrolló esta plataforma reconocieron que se esfumaron 625 millones de dólares en unas pocas horas.
Los fondos robados pasaron a depositarse en la cuenta criptográfica del hacker, la cual es anónima y no puede vincularse con su identidad. Entre las características de la tecnología descentralizada -con la que operan las criptomonedas- figura justamente que cualquiera puede conocer los montos y las transacciones que hacen las cuentas pero nadie conoce la identidad real del usuario.
A pesar de esta noticia la cotización de la criptomoneda vinculada al juego de Axie Infinity no tuvo grandes caídas. Se mantuvo en torno de los 65 dólares. Es decir un precio que sigue debajo de los picos alcanzados en noviembre del año pasado, cuando llegó a transarse a 160 dólares, pero que es extraordinariamente más alto que los 15 centavos de dólar que costaba en noviembre de 2020.
Una forma de explicarlo es que muchos de los inversores consideran que el dinero todavía puede ser recuperado. Las autoridades se encuentran investigando el caso y están a la espera que la cuenta criptográfica del hacker realice algún movimiento. En otras palabras: que intente cambiar las monedas digitales robadas por dólares u otro tipo de activo que pueda ser usado en el mundo real.
En este intento de desprenderse de las criptomonedas es donde ocurre uno de los principales riesgos de los hackers de ser descubiertos. Es lo que ocurrió este año con la pareja de jóvenes arrestada en Estados Unidos por el hackeo de bitcoins por el equivalente a 4000 millones de dólares.
En 2016 Heather Morgan e Ilya Lichtenstein habían logrado vulnerar los sistemas de seguridad de una de las casas de compraventa de criptomonedas más grande del mundo llamada Bitfinex. Y en febrero pasado fueron arrestados por la investigación de la unidad de delitos cibernéticos del Servicio de Impuestos Internos estadounidense. Como no podía ser de otra forma, Netflix ya se encuentra produciendo esta historia para llevarla a su contenido de streaming.
Los montos de ataques, estafas y hackeos en el universo de las cripto son cada vez más frecuentes y por valores muy elevados. Esto se asocia directamente al incremento de capitalización que tuvo el mercado de las criptomonedas durante los últimos dos años, en dónde despegaron negocios vinculados con los NFT, las finanzas descentralizadas (DEFI), las organizaciones autónomas descentralizadas (DAO) y el desarrollo para la Web3.
También podría vincularse a que la industria de la descentralización, la blockchain y los criptoactivos, más allá de si uno es optimista o pesimista acerca del potencial de ganancias o la utilidad de este sector, comienza a consolidarse. La idea puede resumirse a partir de las palabras de Kevin Roose, encargado de hacer la "La guía cripto para despistados”"en el New York Times. "Durante años parecía el tipo de tendencia tecnológica pasajera que la mayoría de la gente podía ignorar, como las patinetas eléctricas hoverboards o las gafas inteligentes Google Glass. Pero su poder, tanto económico como cultural, se ha vuelto demasiado importante como para pasarlo por alto".
Los datos que aporta para sostener esta afirmación son interesantes. El 20 por ciento de los adultos estadounidenses y el 36 por ciento de los milenials poseen criptomonedas, según una encuesta reciente de Morning Consult. La aplicación de comercio de criptomonedas Coinbase se ha situado en la cima de las listas de éxitos de la App Store por lo menos dos veces en el último año.
En la actualidad, el mercado de las criptomonedas está valorado en unos 1,75 billones de dólares, aproximadamente el tamaño de Google. Esta es una de las razones para en Silicon Valley los ingenieros y ejecutivos abandonen puestos de trabajo para unirse a la fiebre del oro de las criptomonedas.