El canciller Santiago Cafiero publicó una columna en el diario inglés The Guardian, con motivo de los 40 años del desembarco argentino en las Malvinas, que derivó en el conflicto del Atlántico Sur. "La Argentina no es una amenaza", escribió para referirse en sentido crítico a los ejercicios militares británicos en el archipiélago, al tiempo que cuestiono la permanente negativa del Reino Unido a sentarse a negociar la soberanía.
“El aniversario del conflicto en el Atlántico Sur nos llama a rendir homenaje y honrar la memoria de los soldados argentinos y británicos caídos que perdieron sus vidas allí", remarcó el ministro de Relaciones Exteriores. "Asimismo, debería servir de invitación para reflexionar sobre la razón por la cual, transcurridos 40 años del cese de las hostilidades, Argentina y el Reino Unido no han podido retomar el diálogo de fondo para resolver la disputa de soberanía respecto de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, a pesar del llamamiento de la comunidad internacional a través de las resoluciones de las Naciones Unidas”, añadió.
En el texto, Cafiero recordó que a partir de 1965, cuando una resolución de la ONU reconoció la disputa territorial, ambos países establecieron un diálogo sobre la cuestión Malvinas. “En ese tiempo, se exploraron diversas alternativas concretas para ayudar a resolver la disputa entre nuestros países, tomando en cuenta los intereses de los habitantes de las Islas”, sostuvo. A renglón seguido expresó: “El Reino Unido sostiene que no existe ninguna disputa de soberanía respecto de estos territorios. Entonces, ¿por qué negoció el gobierno británico con Argentina durante aquel período?”.
En otro pasaje, sostuvo que "tanto el Reino Unido como la Argentina constituimos democracias vigorosas, con importantes economías (de hecho, ambos países son miembros del G20)"; y que ambos países colaboran "en cuestiones fundamentales de la agenda internacional, tales como la pandemia y la protección de los derechos humanos y, sobre todo, compartimos valores fundamentales y la visión de un orden mundial basado en reglas". Pero matizó: "Sin embargo, en la agenda del Atlántico Sur, nos comportamos como si el conflicto hubiera sido ayer”.
Cafiero criticó la existencia de la base militar británica en las islas y el hecho de que "lleva adelante ejercicios militares de manera periódica en el área en disputa y aplica restricciones a la venta de materiales bélicos de uso dual a la Argentina”. También recordó que “el Reino Unido reserva la imposición de restricciones de esta naturaleza para países responsables de graves violaciones de los Derechos Humanos", y que "resulta incomprensible que se brinde tal tratamiento a nuestro país, que cuenta con 40 años ininterrumpidos de democracia”.
El titular del Palacio San Martín subrayó que “las Naciones Unidas llaman a resolver la disputa de soberanía por medios pacíficos, como modo de poner fin a esta situación colonial”, y citó las posturas de similares del Mercosur, la OEA y la Celac.
En el cierre, manifestó que el litigio "continúa pendiente de resolución" y que "fingir que no existe o que no genera obstáculos en nuestra relación bilateral es ingenuo". En ese sentido, "ningún gobierno argentino abandonará nuestro reclamo de soberanía, lo cual no nos impide avanzar en áreas de interés común", aunque "debemos saber que, sin un diálogo franco y constructivo sobre el Atlántico Sur, nuestra relación no podrá alcanzar su máximo potencial”.