El escenario socioeconómico exhibe una situación infrecuente, al menos desde los indicadores estadísticos: un nivel de desempleo que disminuye mes a mes desde mediados de 2020 y se encuentra en el orden del 7 por ciento; y a la par un índice de pobreza preocupante, el 37% de la población, con una inflación interanual de 52 puntos. A esto la sabiduría popular lo resume como que laburo hay, pero lo que se gana no alcanza. Al indagar hacia dentro de estas variables, algunos expertos encuentran matices y explicaciones.

"No estamos en el paraíso, pero desde donde veníamos hoy el escenario en cuanto a empleo es extraordinario. El repunte empezó en pandemia y recuperando niveles de ocupación de capacidad instalada a 2015", valoró la mitad llena del vaso Pablo Cerra, del Observador Laboral de la Unión Obrera Metalúrgica seccional Rosario.

Cerra analiza centrado en el gremio metalúrgico. Por eso, como destaca una cosa, destaca la otra, ahora el medio vaso vacío: el poder adquisitivo de estos obreros se esmerila desde los '90, los sueldos son bajos. El problema es la rentabilidad de estas industrias. Sus obreros participan de hasta el 40% de la renta. Diferente situación a la de los aceiteros, gremio que solo acapara el 3% de la renta de su patronal, y sin embargo su sueldo triplica al de otros gremios.

La presión de la suba de precios se tornó el problema ineludible para el Gobierno. Del 54% anual con el que Mauricio Macri entregó el gobierno en diciembre de 2019, la gestión actual logró bajar a 36% en noviembre 2020, y desde entonces vuelve a subir. Ahora, al 52%. Un informe de coyuntura del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE) señala que "se reconoce la multicausalidad de la inflación, pero no se la combate en sus múltiples frentes". Le llama a esto a las presiones cambiarias por el dólar blue, el aumento internacional del precio de alimentos sin compensarlo con políticas arancelarias internas, y la presión de las empresas que quieren ganar más por cada unidad de producto vendido.

Pero además, la variante del bajo desempleo requiere de una aclaración: la definición que el Indec aplica cuando realiza la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Si una persona contesta que en la semana previa al relevamiento trabajó al menos dos horas, la encuesta considera que esa persona está ocupada. Y si luego responde que sí, que está dispuesta a trabajar más horas (porque con 2 no le alcanza para vivir), eso para el Indec será un subocupado demandante. 

El punto es que el promedio marca un 7% de desempleo, pero en algunas regiones la subocupación llega hasta el 20% de la población económicamente activa, advirtió el economista Esteban Guida, de la Fundación Pueblos del Sur. 

"El problema es de modelo. Hace falta crear empleo de alto valor en el sector privado. Tenemos la misma cantidad de empleo industrial que en la década del '50. Si no tenemos un aparato productivo que genere valor, desarrollo industrial, seguirá la primarización de la economía. Los gobiernos militares atacaron el núcleo industrial por ser base del peronismo, y eso también alentó una primarización de la matriz productiva, entonces la gente empezó a sobrar. Hace 45 años que se quebró el proceso, y desde entonces la salida han sido parches, subsidios, políticas de asistencia. Hay que ir a la médula del modelo productivo", analizó Guida.

La prueba está en las exportaciones argentinas, predominantemente de origen agropecuario, mucho menos industrial. 

Precios y consumo

La canasta básica familiar viene en alza. Con 9% en febrero, una familia tipo necesita más de 80.000 pesos para no ser pobre. Y solo para comer, requieren 37.000 pesos al mes. El salario mínimo vital y móvil (SMVM) es inferior, $33.000. Con el aumento de 45% en tres tramos, llegará a $47.850 en diciembre, y habrá que ver para qué alcanza entonces.

Por lo pronto, el consumo acusa el golpe del deterior del poder adquisitivo. En Rosario, las ventas de supermercados retrocedieron en enero casi 49% respecto del mismo mes del 2021. A valor nominal, facturaron $6800 millones menos, según el Centro de Estudios Económicos Scalabrini Ortiz. Inflación de 52% mediante, a valores constantes, los supermercados venden 2,2% menos que en 2016.

Cristian Medina tiene un tallercito de herrería en su casa, en barrio Santa Lucía. Cuenta que desde el año pasado a esta parte ha visto mermar sus encargos de trabajo, y lo atribuye al deterioro de la capacidad de consumo de sus clientes, que son sus vecinos allí en ese humilde confín del oeste rosarino. "El problema es que el año pasado, hace unos meses nomás, para hacer una puerta tenía 23.000 pesos de materiales, y hoy eso subió a 37.000, para arrancar. Y la mayoría acá no gana para tanto, la changa no aumenta como aumentan las cosas. Empezaron las clases... y bueno, zapatillas para los chicos... se le compra al que ya las tiene que no dan más, y a los otros, si aguantan un poco, que vayan así, después vemos", relató.


Escenario de puja

"El desempleo alcanzó su mínimo nivel en 6 años: la recuperación económica posterior al pico de la pandemia permitió la creación de millones de puestos de trabajo. Hay 286.000 empleos formales más que en 2019, pero 200.000 de esos nuevos empleos son monotributistas. El empleo registrado en el sector privado se está recuperando, y está cerca de alcanzar el nivel de 2019", resume el informe de marzo del grupo MATE.

El economista Guida reparó en el factor de la economía informal. Un 40% de la población que trabaja está fuera del sistema, sin convenio colectivo de trabajo que lo guíe, sin amparo legal. 

Por estas cosas es que la UOM Rosario impulsa dos proyectos, crear una Secretaría de Trabajo municipal, y promover la creación de proveedurías gremiales como ya tiene Empleados de Comercio, para que el salario obrero rinda mejor. 

"La gente está cansada de perder poder adquisitivo, y lo expresa. Es lógico que ocurra con un nivel alto de empleo, porque cuando no hay trabajo solo querés mantenerte, pero cuando hay, se pelea por mejorar, por ganar un poco más, es la puja distributiva", razonó Cerra. Y lo demostró con el clima gremial en el que el histórico Antonio Caló perdió la elección como secretario general del gremio. "La canasta general incluye servicios, y eso no incide tanto en la economía del asalariado porque de última deja de pagar. Pero la 50% de inflación en alimentos, de eso sí que no se escapa", agregó.

Cerra, en tanto representante de la perspectiva gremial en esta nota, pronosticó "un mapa de conflictividad importante" a lo largo de este año, de acuerdo con esa disputa del sector asalariado ya no por fuentes de trabajo sino de mejora del poder adquisitivo respecto de la inflación. "Veo un potencial de conflictividad creciente, porque cuando hay actividad hay conflicto. Cuando no la hay, directamente estalla todo en general, pero aquí la puja será focalizada, por la distribución. Se viene un escenario de reivindicaciones", vaticinó el abogado y representante legal del gremio metalúrgico, y resumió: "En Santa Fe hay buenos números de registración laboral, pero se viene un escenario de tensión en reivindicaciones salariales".

"Los salarios privados registrados crecieron por encima de la inflación en enero. Comparando contra enero de 2021 (el peor momento del salario en el período) el poder de compra se recuperó 4,6%. Actualmente, se encuentra al nivel que tenía al asumir el Frente de Todos", señala el informe de MATE, el grupo de economistas que reúne a Sergio Arelovich, Diego y Marco Kofman, Lavih Abraham y Natalia Pérez Barreda. 

En resumen, para estos analistas "la recuperación económica y la reducción del desempleo a niveles cercanos al mínimo del siglo, redujeron la pobreza, que aún se mantiene en un nivel muy elevado. Sin una política fuerte de ingresos favorable a sectores postergados, trabajadores informales y trabajadores formales con ingresos bajos, no alcanzará con el crecimiento económico para reducir la incidencia de la pobreza", concluye.