En el anochecer de este viernes, se concretó el allanamiento de la imprenta Viagraphic de Lanús en la que se imprimieron los violentos carteles contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Se secuestraron computadoras y las cámaras que registran los ingresos y egresos de la empresa. El juez Manuel De Campos había ordenado también, por pedido del fiscal Leonel Gómez Barbella, la detención de Francisco Serrano, un empleado jerárquico de Viagraphic que llevó el encargo de los carteles a la imprenta. Como era obvio, Serrano no pudo ser encontrado en la empresa por lo que este sábado se lo buscaba en su domicilio porteño. El denunciante de la causa señaló en un escrito que todo indica que quien mandó a hacer y pegar los afiches es un publicista del macrismo, Valentin Bueno, dueño de la empresa para la que Serrano trabajó hasta mayo de 2021. Sin embargo, el líder del grupo que pegó los carteles -también vinculado al PRO- se presentó a la policía y dijo -sin prueba alguna- que los afiches fueron encargados por el peronismo, tratando de sacarle de encima la acusación a Bueno.

Evidencias

En la causa judicial, instruida hasta el viernes por el fiscal, declaró el dueño de la empresa Viagraphic, Julio César Francino, un hombre de trayectoria en el radicalismo. El empresario sostuvo que ni se enteró que los afiches se imprimieron en su empresa, dado que todo lo manejó una especie de capataz, Francisco Serrano. En el momento de declarar, acompañó un par de mails entre Serrano y otra empleada, en los que queda claro que quien trajo el pedido por los carteles violentos fue Serrano. Es más, el jerárquico insiste en que le deben pagar una comisión. Sin embargo, Francino afirmó que no sabe quién está detrás de los carteles, es decir que desconoce quien hizo las películas para imprimir, quien pagó la confección y después los 90.000 pesos que costó pegarlos en el centro porteño.

La denuncia original de este expediente fue presentada por el publicista José Pepe Albistur, quien adujo que una parte de los carteles se pegaron en las carteleras que tiene concesionadas. Albistur presentó luego otro escrito en el que señala que los carteles habrían sido encargados por Bueno, el bolsero que recibió el mayor monto de pauta de publicidad en vía pública en tiempos en que las adjudicaciones las hacía el jefe de Gabinete de Mauricio Macri, Marcos Peña. Bueno está vinculado al PRO desde mucho antes, dado que hizo la cartelería de varias campañas. Los memoriosos cuentan que el 9 de diciembre de 2019, el día anterior a que Macri dejara el gobierno, se le firmó a Bueno una orden de publicidad en el exterior por casi cien millones de pesos. La orden fue anulada por el designado secretario de Medios, Francisco Meritello, al asumir el gobierno de Alberto Fernández. 

La justicia porteña, a partir de las cámaras de CABA, estableció que una de las camionetas que se usaron en el pegado de carteles fue una Fiat Fiorino que registraba muchas multas en una esquina de Morón, en la calle Juan José Paso al 1.300. Eso puso en marcha el allanamiento al galpón donde fueron detenidos -y luego puestos en libertad- cuatro de los fijadores de carteles. El que estuvo a cargo del grupo que pegó los afiches fue Christian Méndez, que en Facebook aparece fotografiado con varios dirigentes del PRO. Su padre, Darío Méndez, se presentó en la policía e hizo una declaración espontánea en la que afirmó que quien hizo el encargo fue Serrano y trató de desvincular al macrismo, porque sostuvo que “le dijeron” que la operación fue encargada por Albistur. En el galpón de la familia Méndez se encontraron carteles de todo tipo, a favor y en contra del gobierno, porque a eso se dedican: a pegar afiches en la zona Oeste, con mano de obra muy barata. 

Allanamiento

Como es obvio, la clave de la campaña sucia está en la imprenta y en Serrano, que está claro que es el que mandó a hacer los afiches, aunque por pedido de alguien.

El juez De Campos secuestró las computadoras en las que debería estar registrado el origen de las películas con las que se hizo la impresión. El que encarga un trabajo como ese, primero hace el diseño, luego eso se transforma en una película que actualmente se entrega en un pendrive y la película se transforma en una chapa que utiliza la impresora. El que sabe quién entregó el material y quién pagó el trabajo es Serrano, a quien se está buscando. En el allanamiento no se lo encontró y este sábado se lo buscaba en su domicilio de CABA. Habrá que ver qué declara, pero es muy posible que trate de cubrir a su mandante.

Serrano, el hombre clave de esta campaña sucia, trabajó para Domingo Bueno hasta mayo de 2021, según se registra a partir de su CUIL 20-36170734-7, es decir que fue empleado de la empresa Latin American Communication -la de Bueno- hasta mayo de 2021, y en junio ya pasó a trabajar en Viagraphic Medios, la imprenta de Francino. Eso lo vincula, de hecho, con el publicista del macrismo. Pero habrá que escucharlo en indagatoria y analizar la evidencia que entregue.

Clave

Parece evidente que Serrano se va a presentar. No es una causa en la que corra peligro de quedar preso porque el delito tiene pena baja y en suspenso. De manera que será cuestión de horas que, asistido por su abogado, declare ante el juez De Campos y el fiscal Gómez Barbella. Será una declaración clave que debería permitir un avance en la investigación para determinar el origen de una operación que tuvo como objetivo crear más violencia en la política argentina.