La pericia caligráfica privada que mandó a hacer la defensa del empresario Armando Loson, imputado en la causa de las fotocopias de los cuadernos, desnuda nuevamente muchas de las incógnitas insólitas de ese expediente: ¿cómo es que los cuadernos, que el chofer Oscar Centeno dijo que quemó, aparecieron intactos después? ¿Quién escribió los textos? ¿sólo Centeno o alguien más? ¿cuándo se redactaron los cuadernos?
La pericia demuestra, por ejemplo, que la dirección de la empresa de Loson, en la avenida Leandro N. Alem, se escribió de cuatro maneras distintas y es seguro que intervinieron, como mínimo dos personas.
Los peritos también verificaron tachaduras grotescas, uso de líquido corrector, escritura encima del blanqueado y, en especial, que los primeros cuadernos están llenos de cambios, tachaduras y correcciones, mientras que en los últimos cuadernos toda la redacción fluye sin alteración alguna.
Lo más grave es que ni el juez Claudio Bonadio ni las cámaras Federal y de Casación ni el Tribunal Oral ordenaron nunca una pericia sobre los cuadernos.
El caso de Armando Loson
Una particularidad de la imputación contra Loson -quien es asistido por el abogado Carlos Vela- es que su empresa no es una constructora, no es contratista del estado ni tiene obra pública.
El admitió que hizo aportes a la campaña electoral del peronismo, como lo venía haciendo desde los albores de la democracia. Es más, presentó comprobantes del banco por la extracción del dinero y que el aporte electoral se hizo en blanco.
Centeno incluso afirma que Loson entregó la plata dentro de una auto, un día en que el empresario no estaba en Buenos Aires sino en Santiago del Estero. Todo esto lo motivó para investigar cómo es que lo involucraron en el expediente que armaron Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli.
Alteraciones grosera en los Cuadernos
En la pericia privada que hizo el estudio Latour se advierten alteraciones groseras. Para imputar a Loson se anotó la dirección de la empresa, Alem 855. La pericia demuestra que se usaron cuatro estilos distintos, en que son diferentes las letras y también la forma de escribir los números. Además, en uno de los casos es evidente que se escribió una cosa abajo, luego se aplicó corrector y después se puso arriba la dirección de Alem 855.
También hay un texto en el cual a Loson lo mencionan como Marcelo, pero parece claro que también aplicaron corrector y luego corrigieron a Armando. Pero unos renglones más abajo se volvieron a equivocar. Y los calígrafos concluyen que las correcciones las hizo una persona distinta que la que venía escribiendo el texto.
Todas las observaciones provienen del análisis que hizo el estudio Latour sobre fotocopias de los cuadernos y no sobre los originales de varios cuadernos que mágicamente aparecieron intactos en manos de un periodista del diario La Nación, después que el propio Centeno haya declarado como arrepentido que los quemo en la parrilla. Pese a la mentira flagrante, Centeno está en libertad.
¿Quién o quiénes escribieron los cuadernos?
“Se inventaron sucesos, fechas, cifras en moneda extranjera absolutamente falsas, se modificaron hechos, nombres y entiendo que todo ello excede la actuación unipersonal de una persona de las cualidades personales e intelectuales de Centeno”, escribieron Loson y Vela. Es decir, que los cuadernos tienen, como mínimo, más de un autor.
Quienes estudiaron los textos afirman que claramente son distintos los primeros cuadernos de los últimos. En los primeros ni siquiera se mencionan cifras, sólo visitas y horarios. En los últimos entra toda la cuestión del dinero. La pericia también menciona lo mismo, pero desde otro punto de vista: los primeros con muchas tachaduras, los últimos escritos casi sin correcciones.
Loson presentó la denuncia en Comodoro Py y recayó en el juez Marcelo Martínez de Giorgi. Aclara que no va contra todo el expediente de las fotocopias de los cuadernos, sólo se concentra en defenderse a sí mismo. Pero las conclusiones de la pericia vuelven a poner sobre el tapete que el aparato político-mediático-judicial, alineado con el macrismo y con sede en Comodoro Py, se niega siquiera a hacer una real pericia de la principal evidencia en la que se basa la causa en la que hay 120 imputados.