El acampe de 48 horas que las organizaciones que integran la Unidad Piquetera realizaron el frente al Ministerio de Bienestar Social la semana pasada, culminó sin respuestas oficiales a sus demandas de la reapertura de planes sociales y que se regularice la provisión de alimentos a los comedores comunitarios que sostienen en las barriadas humildes del Gran Buenos Aires y en el resto de los centros urbanos de todo el país. Por lo que el Plan de Lucha que los movimientos sociales habían resuelto hace quince días atrás continuará como lo habían previsto si las intermitentes negociaciones con el ministro Juan Zabaleta no arriban a buen puerto: en principio el 13 de abril volverían a las calles con una “gran movilización” en la Ciudad de Buenos Aires y se comienza a programar una “marcha federal” a la que se podrían sumar otras organizaciones que hasta ahora no se habían participado de las jornadas de lucha que promovió Unidad Piquetera.

“Votamos dos cosas: asambleas en los barrios para discutir la continuidad del plan de lucha y continuidad inmediatamente si no hay respuesta, porque va a haber acampe, cortes de ruta y movilización, si no hay respuesta”, exhortó a los manifestantes Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero al levantar el acampe que durante casi tres días ocupó más de diez cuadras sobre la avenida 9 de Julio.

Belliboni se refirió así al Plan de Lucha que arrancó con un acampe de 24 horas, le siguió el de 48 horas y que ahora continuará con una “gran movilización” en la Ciudad de Buenos Aires, en principio para el 13 de abril, mientras se organiza una “marcha federal” si no hay respuesta a sus demandas.

El dirigente del Polo Obrero también señaló que el Plan de Lucha que trazaron las organizaciones de Unidad Piquetera es “una medida extraordinaria que no tiene antecedentes en los últimos 50 años, por su extensión nacional, alcance, masividad y autogestión”.

Un Plan de Lucha que se extendió más allá del multitudinario acampe frente al Ministerio de Desarrollo Social. La medidas se replicaron en casi todo el país, en 10 u 11 provincias también hubo acampes de 48 horas, otros se extendieron por 24 mientras en otras ciudades hubo marchas para acompañar los reclamos.

La continuidad del Plan de Lucha tendría una participación que excede a las más de 30 organizaciones que integran Unidad Piquetera: el Polo Obrero, MTR-Votamos Luchar, el CUBA-MTR, el Bloque Piquetero Nacional, la Agrupación Armando Conciencia y la Organización 17 de Noviembre y el Movimiento Territorial (MTL-Rebelde), entre otros.

“Hay conversaciones con otras organizaciones que se podrían sumar a la lucha que planteamos si no hay respuestas a nuestros reclamos”, dijeron a este diario dirigentes del espacio. Por lo que estiman que las marchas que arrancarían a mediados de abril superarían el nivel de movilización que Unidad Piquetera alcanzó hasta ahora.

Las demandas siguen siendo las mismas: la reapertura de la inscripción al Programa Potenciar Trabajo; la regularización de la entrega de alimentos a los comedores comunitarios y la entrega del dinero comprometido para la compra de herramientas para los emprendimientos productivos.

La dirigente del movimiento Barrios de Pie, Silvia Saravia, explicó a PáginaI12 en qué situación se encuentra cada uno de los ejes del petitorio piquetero. “El Potenciar Trabajo se debe reabrir porque hay una demanda creciente, porque el propio ministerio de Trabajo tiene registrado tres millones de personas en el Renatep (Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular) con compatibilidad de ingreso al programa y hoy hay solo un millón doscientas mil personas cubiertas. Esa necesidad está, nosotros la percibimos en el territorio y se acercan para que lo incorporemos al programa. Y hay una decisión del ministro que no es necesario, que la gente está consiguiendo trabajo y lejos de eso, quienes lo consiguen es de forma precaria, con contratos de tres meses y luego los echan”, sostuvo Saravia ante este diario.

“Otro de los ejes de nuestro reclamo es que la provisión de alimentos se regularice y que además llegue la variedad que el propio Gobierno se había comprometido. Para dar un ejemplo, los alimentos correspondientes al mes de marzo recién están llegando ahora y terminan de llegar en abril. Esa demora impacta directamente en cómo llevar adelante las tareas en los comedores”, continuó la dirigente social.

Saravia también se refirió a los atrasos del Gobierno para dar cumplimiento a las propias alternativas que propone: “Las herramientas para los emprendimientos productivos hace 9 meses que está demorado el desembolso para que podamos comprarlos. Con ese dinero que nos iban a entregar hace nueve meses ahora vamos a poder comprar la mitad de herramientas e insumos”.

Las negociaciones con el Ministerio de Desarrollo Social siguen abiertas, pero las mismas son intermitentes. Zabaleta habría accedido a regularizar la entregas de mercadería a los comedores comunitarios y el dinero destinado a herramientas. Pero las conversaciones se estancaron ante la negativa del Gobierno a reabrir a mayores beneficiarios el Programa Potenciar Trabajo. Una demanda central de las organizaciones piqueteras que llevarían a profundizar el plan de lucha.