La disputa por el control de la alianza opositora entre el PRO y la UCR ahora se trasladó al Congreso, donde los distintos espacios se tendrán que poner de acuerdo sobre el reparto de las comisiones. Destrabada la negociación con el oficialismo, ahora la discusión ya no es con el frente de todos, sino que es interna. Si bien están de acuerdo ya en el número de comisiones que les tocará a cada sector, no todas tienen el mismo valor y hay disputas por las estratégicas, como Agricultura o Legislación Penal. La discusión durará todo el fin de semana y seguramente se prolongue hasta lunes o martes antes de que haya una fumata blanca.
La situación de cuasi-paridad entre los bloques del Frente de Todos y Juntos por el Cambio en el que quedaron después de las elecciones de 2021 complicaron el acuerdo para distribuir las comisiones. De hecho, eso paralizó todo intento de que hubiera sesiones extraordinarias en febrero y no se pudo tratar ninguno de los proyectos que el Ejecutivo pretendía impulsar a comienzos de este año.
Finalmente, la semana que pasó se destrabó el acuerdo. El Frente de Todos cedió ante algunos de los planteos de Juntos por el Cambio, que podrá encabezar comisiones como Agricultura o Legislación Penal, pero deberá resignar sus pretenciones de quedarse con la de Educación, que quería el ex ministro y luego secretario de Mauricio Macri, Alejandro Finocchiaro.
Así, el Frente de Todos tendrá 23 comisiones, mientras que Juntos por el Cambio tendrá 22 en total, lo que permitirá destrabar el funcionamiento de Diputados, como busca su presidente, Sergio Massa. Pero ahí empezó un segundo capítulo de la disputa: quién ocupará qué comisión. Según comentaron a este diario, no hay disputas sobre el número de comisiones que le toca a cada partido o sector de la alianza opositora, porque se definió a través de un estricto D'Hont.
De esta forma, 11 comisiones serán para el PRO (que con su interbloque Frente PRO se lleva la parte del león) , 7 serán para la UCR (que sufre la división en dos bloques de su bancada), 2 serán para UCR-Evolución y otras 2 para la Coalición Cívica. Hasta allí, todos de acuerdo, pero el tema es que no todas las comisiones valen lo mismo.
Ahora que están distribuidas las comisiones según los socios que integran Juntos por el Cambio, el siguiente problema deben resolver es el de los nombres de los presidentes de dichas comisiones. Ahí entran a jugar distintas variantes como la expertis en el tema, si el aspirante a presidirla fue, por ejemplo, ministro o funcionario durante el gobierno de Macri. Luego también vale el grado de lealtad que se tenga al sector que tiene tal o cual comisión.
Uno caso, a modo de ejemplo, puede ser Gerardo Milman que suena como presidente de la comisión de Legislación Penal. El exradical y exGEN es ahora un fervoroso seguidor de Patricia Bullrich, la presidenta del PRO y cara visible del ala dura de JxC. Ergo, es como el ideal para presidir Legislación Penal por su adhesión indisimulada a la manor dura. Pero, como ocurre en los momentos previos a las presentaciones de listas de candidatos, siempre existe que a último momento aparezca uno o una mejor postulante para dicha comisión.
Mientras esta distribución de comisiones se resuelve entre los miembros de JxC, Bullrich ya se encuentra en los Estados Unidos. Hasta allí viajó para realizar una especie de gira aspiracional de precandidata presidencial.