El mirlo de agua (Cinclus schulzi), es conocido de esta manera debido a que su hábitat se limita solamente a arroyos y ríos torrentosos de las zonas de yungas. Se trata de un ave pequeña que tiene un hábito de vida único y lugares sumamente restringidos para desarrollarse. Justamente por esta característica es considerada por Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y la organización Aves Argentinas como una especie amenazada.

En diálogo con Catamarca/12 el biólogo Gonzalo Martínez señaló que “Es tal el endemismo que posee, que solo se lo encuentra en el sur de Bolivia y el noroeste de Argentina, siendo su límite de distribución austral la provincia de Catamarca”.

“Debido a que la ecorregión yungas es, sin duda alguna, la principal generadora de agua dulce en el norte argentino, la cantidad de arroyos y ríos de agua permanente logran crear el hábitat ideal para esta pequeña y fascinante ave, cuyo comportamiento deja maravillados a los ornitólogos”, contó Martínez.

El mirlo, se mueve con una ligereza increíble entre las rocas resbaladizas y la fuerte corriente de los ríos montañosos en busca de artrópodos (insectos) para alimentarse. Mide aproximadamente 15 centímetros y su coloración general es gris oscuro, mimetizándose bastante bien con las rocas de los ríos de montaña.

Es fácil reconocerlo, no sólo por el lugar en donde se mueve sino porque tiene una mancha entre canela y rojiza en la garganta y parte del pecho, más algunas bandas alares blancas. “También se destaca por tener una forma rechoncha y con una cola muy corta. Muchas veces se lo observa solo o bien en pareja, incluso hasta en grupos familiares recorriendo el largo de los ríos”, detalló el profesional.

Si bien esta especie habita exclusivamente en ríos corrientosos, no suele verse en aquellos que no tienen vegetación a los alrededores. “Se lo encuentra principalmente en los bosques montanos de yungas, tanto en los de aliso como en los de pino del cerro; por lo que es imprescindible proteger las cuencas de estos ríos. En invierno suele bajar de altitud a lo largo de los cursos de agua, mientras que en verano gusta de las zonas más altas. El impacto negativo de la deforestación o de las grandes obras hídricas afectan en gran medida a esta especie”, advirtió el biólogo.

Pero no sólo es un ave amenazada por la deforestación, su hábitat tan restringido y de características muy especiales también la vuelve vulnerable. En la actualidad, el mirlo es considerado amenazado a nivel nacional, según estudios poblacionales publicados por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y la organización Aves Argentinas.

Si bien en los parques nacionales Baritú (Salta) y Calilegua (Jujuy) es considerada una especie de valor especial, en Catamarca no sólo no hay parques, si no que no se protege la zona donde vive.

“Lamentablemente, la provincia de Catamarca no cuenta con áreas protegidas en su distribución, por lo que esta especie corre un gran riesgo. Al igual que el valor de conservación del loro alisero, cuyo hábitat comparten, el mirlo de agua tampoco parece despertar el interés por generar proyectos de áreas naturales protegidas. De hecho, solo se ven planificaciones de grandes obras hídricas con gran impacto ambiental en su hábitat y el avance de loteos con deforestación en los alrededores de uno de los ríos en los que habita, El Tala”, concluyó.